30/12/11

Magia & redención




“Siempre que Buda Gautama pasaba por un sitio, los arboles que no tenían hojas de repente se cubrían de ellas para darle sombra; y cuando se sentaba a meditar bajo un árbol, brotaban  espontáneamente cientos de flores y se derramaban sobre él”. (La pasión por lo imposible, Osho)    
                         

La palabra redención es sinónimo de rescate, liberación, y también significa medio, refugio; a Cristo se lo llama el Salvador o Redentor. En las civilizaciones más antiguas el mago era el sacer-dote (que extrae las dotes o virtudes), el conocedor de las Leyes Superiores, mediador y armonizador entre las fuerzas de la Tierra, el hombre y el Cielo.

La Alta Magia es el proceso de activar, re-conocer y hacer consciente el espíritu y las más elevadas posibilidades del hombre. Y en este sentido Cristo fue seguramente el más grande de los Magos, en su misión, que hubo sobre la Tierra.

Hay quienes confunden magia con ilusión (leger-de-main) y la rechazan de plano, otros  la asocian exclusivamente con poderes psíquicos y fuerzas astrales de orden  inferior, los conjuros y la magia negra de los hechiceros. Como en todos los aspectos de la vida, se pueden utilizar los medios disponibles con fines muy disímiles, para beneficio del hombre o para su esclavitud y/o destrucción.

Si des-conocemos o negamos el aspecto mágico de todo sendero espiritual, terminamos por desvirtuar  el propio sendero: los llamados milagros; la oración, la in-vocación o la súplica, ¿no se dirigen hacia entidades supra-naturales, solicitando a veces la influencia divina en los asuntos humanos? Por otra parte, los Grandes Maestros nunca dejaron de afirmar que todos podíamos ser como ellos y realizar sus prodigios.

El profundo conocimiento y dominio de las funciones y energías de cada chacra, mediante un in-decible trabajo de ejercitación, armonización, concentración y meditación, otorgan al yogui en su camino a la iluminación, ciertos poderes, que jamás deben ser un fin en si mismos: librarlo  de toda enfermedad, caminar sobre el fuego, penetrar en la conciencia de otras mentes, etc. (chacra Mannipura); oír y ver a grandes distancias, la precognición, hacerse in-visible, etc. (chacra Anahata).

El científico cuántico, en tanto trabaja y hace comprensibles energías in-visibles, es un mago. La increíble energía que libera la fisión del átomo puede ser utilizada, como combustible para una usina eléctrica, pero también para construir una bomba atómica, y eso es magia negra. Los medios modernos, sutiles, ideológicos y/o psicológicos, utilizados para inducir y manipular determinadas conductas en el hombre, que a veces terminan en obsesión o enfermedad, son otra forma de hechicería.

No superamos la época de mayor actividad, la lucha entre el bien y el mal de magos y hechiceros que nos presentan las historias y mitos de la antigüedad, eso si, se han incorporado nuevas tecnologías. Una señal clara de la presencia de la magia corrupta es la de invertir y confundir el sentido de símbolos y principios sagrados, conductas sanas, éticas, ordenadas y naturales.

La magia bien entendida, igual que la alquimia, es un arte y una ciencia de orden superior, su sentido último no es producir fenómenos sobre-naturales, que en verdad para el mago o el iniciado son hechos naturales debidos al empleo idóneo de fuerzas conocidas, sino un camino para realizar la redención del hombre. Y es en este último sentido que se puede hablar de encantamiento: el arrobamiento de experimentarse Uno con el Todo.


22/12/11

Compasión sin fronteras







21/12/2011
#MSF40: cumplimos 40 años

Un día como hoy, hace exactamente 40 años, un grupo de médicos y periodistas fundaba Médicos Sin Fronteras con una misión clara: aliviar el sufrimiento y salvar vidas.

En este nuevo aniversario, MSF tiene poco que festejar. Los motivos que llevaron a la creación de la organización aquel 21 de diciembre de 1971 en Paris, hoy siguen vigentes.

Por eso, más que celebrar, en este día queremos pedir tu ayuda para difundir la situación de millones de personas que son víctimas de crisis olvidadas alrededor del mundo. 

Desde su nacimiento, MSF cree firmemente en el testimonio como medio para provocar cambios en favor de las poblaciones que asistimos. Como dijo James Orbinski, ex presidente de MSF, al aceptar el Premio Nobel de la Paz en 1999, estamos convencidos de que “aunque no podamos asegurar que las palabras salvan vidas, sí sabemos que el silencio mata.”

Al cumplir cuatro décadas de acción humanitaria independiente, queremos llamar la atención sobre cuatro de las cientos de emergencias humanitarias en las que MSF se encuentra trabajando en este momento y que, aunque afectan a millones de personas, han caído en el olvido; que no aparecen en los medios pero que nos causan indignación.

República Centroafricana: alarmante tasa de mortalidad

RCA se encuentra en el borde de una emergencia médica crónica, que permanece desatendida y en el olvido. El conflicto armado, la falta de estructura sanitaria, las carencias económicas, y la prevalencia de enfermedades olvidadas acechan a su población.

Colombia: exclusión del sistema de salud

El conflicto armado colombiano, que lleva más de cinco décadas, impide el acceso a la atención sanitaria. Las dificultades para ir al médico hacen que muchas personas prolonguen innecesariamente su sufrimiento, aumentando el riesgo de padecer complicaciones médicas o incluso morir.

India: enfermos olvidados de Kala Azar

El kala azar provoca la muerte de 60.000 personas al año. India es uno de los países más afectados por esta enfermedad, que está fuera de las agendas de salud pública y de la industria farmacéutica, aunque afecta a millones de personas.

Sudán del Sur: aumenta el número de refugiados

El país más joven del mundo, que nació con una precaria infraestructura sanitaria y necesidades médicas insatisfechas, está recibiendo a cientos de refugiados sudaneses que escapan del conflicto en su vecino del norte. Se prevé que las necesidades vayan en aumento con la llegada de más refugiados.


En nuestro cumpleaños, queremos que te indignes junto a nosotros y que nos ayudes a difundir la situación de estas poblaciones necesitadas, que nuestro personal en terreno está asistiendo.

Ayudanos:
- informándote;
- contándole a tus parientes, amigos, colegas y conocidos;
- siguiéndonos e invitando a tus conocidos a seguirnos en las redes sociales: Facebook,TwitterYoutubeLinkedinSónico;
- difundiendo nuestro mensaje, videos y noticias vía mail y en las redes sociales, usando #MSF40.

Para conocer la situación en otros de los contextos donde trabaja MSF, ingresá a http://msf.org.ar/noticias_y_prensa/.

En este aniversario, ayudanos a romper el silencio, ayudanos a salvar vidas.

18/12/11

Cielo, hombre y Tierra



¿Existe un comienzo?, ¿Cuál es el Génesis verdadero? Sin duda, para algunos eruditos y/o discípulos representa un tema  importante, pero para el hombre en general, seguidor o no de un determinado camino espiritual, este saber además de que puede ser interesante ¿en qué nos afecta? ¿Nos transforma de por si en seres más ecuánimes, bondadosos, compasivos y amorosos?

En la práctica este conocimiento se traduce en creencias y dogmas, y para los más obsecuentes  en debates in-terminables y sin sentido que pueden concluir en  conflictos: una trampa más de la mente y el ego.

Si sostenemos la existencia de un Dios creador, luego para el libre buscador surge la pregunta: ¿Cómo surgió este Dios, fue a su vez engendrado por un Ser Superior a El? Este hilo es infinito y lógico a la vez si consideramos que la evolución nunca termina y que hay otros universos. Desde lo esotérico cristiano la clarividencia nos dice que fuimos moldeados por espíritus constructores de la forma.

Si consideramos que Dios nos creó a su imagen y semejanza y como una manera de experimentarse a Si mismo a través nuestro, algo imposible de vivenciar en Su estado Absoluto, puede darnos un sentido a la existencia humana, pero ¿es necesariamente el único?, entonces ¿Por qué?

Pensar en un comienzo absoluto, implica también considerar la posibilidad de un final absoluto, pero en  tradiciones espirituales más antiguas se habla de ciclos, como un continuum indefinido, infinito, de manifestación o expansión y de reposo o contracción, cuya esencia y sentido  resultan in-comprensibles para la más científica razón humana.

En cualquier caso no venimos de la nada, y si podemos imaginar el vacío como pleno de vida aun no-manifestada, como semillas latentes, podemos percibir ahí el potencial último de todo lo manifestado. Y en este sentido, más allá de creencias, dogmas y religiones, todo es espiritual. Así, “como es arriba es abajo” (Hermes), y si nos proponemos salir de la ignorancia, las ilusiones, confusiones y perversiones del ego podríamos experimentar el Cielo en la Tierra.

No es una utopía para quien pueda y quiera ver lo que otros no desean mirar. En el Budismo se equipara el sámsara con el nirvana, el Buda histórico, en su Omnisciencia, no consideraba útil para la liberación del hombre el hablar sobre el origen o Causa Primera del mundo y del universo; y el Cristo nos decía con in-conmensurable amor que busquemos el Reino de los Cielos en nuestro interior.



11/11/11

Ser y hacer


“La civilización moderna aparece en la historia como una verdadera anomalía: de todas las que conocemos, es la única que se haya desarrollado en un sentido puramente material, la única también que no se apoye en ningún principio de orden superior.” René Guenón

Hay quienes sostienen que el hombre es intrínsecamente bueno y hay quienes afirman que  ya nació en pecado. Desde otra perspectiva, el hombre cuando nace no es,  olvida quien es, de dónde viene y hacia dónde va. En cierto sentido y sobretodo en una primera etapa, de niños, nos sentimos todos iguales, y sin embargo venimos con un caudal de características-tendencias que, de una u otra manera, nos harán únicos.

En nuestra cultura del hacer–tener resulta común valorar como más importante las obras  realizadas o adquiridas (casas, hijos, autos, títulos, objetos, etc.) que cualquier otro tipo de consideración, ya sea de tipo ético-moral, contemplativa, o de comprensión profunda de los hechos o fenómenos y sus consecuencias. Esta actitud en definitiva es aquello que retro-alimenta, desde la práctica  concreta, a una supuesta expansión o progreso de la conciencia: siempre es posible tener o hacer algo más.

Dicen las Escrituras: “al hombre le es dado según sus obras”, pero ¿qué obras estamos haciendo?, finalmente: cosecharemos los frutos de aquello que hayamos sembrado.

Ya somos siete mil millones de personas en este planeta, y vamos por más. En vísperas del Día Mundial de la Alimentación (que se conmemora el 16 de octubre), Médicos Sin Fronteras  recordó que la desnutrición es una enfermedad que afecta a 195 millones de niños en el mundo, y es la causa subyacente de al menos un tercio de las 8 millones de muertes de menores de 5 años que se producen anualmente, en su mayoría en los países en desarrollo.

Los niños menores de 2 años son los más vulnerables a la desnutrición y, sin acceso a alimentos ricos en nutrientes que son indispensables para su correcto crecimiento y desarrollo, como los alimentos suplementarios preparados, sufrirán secuelas a largo plazo.

Decíamos en otro lugar que emociones y pensamientos tienen un mismo origen. Y hacíamos la distinción entre las emociones, que son respuestas o re-acciones a estímulos exteriores, y los sentimientos que nacen espontáneamente del corazón. Y aquí podemos agregar la diferencia entre el pensamiento común o vulgar y el intelectual-intuitivo, de un orden más elevado. Hay cierto tipo de percepciones que no se obtienen mediante los sentidos comunes u ordinarios.

No en vano, todos los caminos espirituales ciertos hacen llamada a estudiar el significado profundo, esotérico, de las Escrituras, y a no quedarse con el significado exotérico,  vestidura exterior o cáscara de las mismas. En las Tradiciones no escasean el re-conocimiento y las bendiciones para los así estudiosos: “Los Maestros de la Cábala son inteligencias que han brillado como fuegos del firmamento…”. La Tabla de Esmeralda.

“No hay un solo verso en la Escritura santa, por insignificante que pueda parecer a primera vista, que no encierre múltiples significados conducentes al misterio de la Sabiduría Suprema.” Rabí José

Mediante un profundo estudio y desarrollo intelectual sostenido podemos expandir determinado tipo de conciencia. Por otro lado, realizar buenas y des-interesadas acciones en beneficio de los demás también nos ayuda a expandir la conciencia sacándonos de la dualidad-polaridad entre yo y los demás.

Desde un punto de vista espiritual,  en rigor de verdad más que las apariencias y los hechos virtuosos que más o menos bien logremos realizar en la práctica, como la comprensión, la compasión y la misma caridad, como mérito subyace la intención  pura como base de toda acción.

Pero, si lo que buscamos es un crecimiento o ser integral, no alcanza con ser bueno, la comprensión de ciertas verdades, o su sentido último si se quiere, necesita de un intenso trabajo  de investigación, reflexión y meditación. Entonces deberemos considerar y cultivar ambos aspectos como siendo igualmente importantes y complementarios. Como dice el Tao: “la forma de hacer es ser”.

Ahora, si todos tenemos el potencial de la iluminación y por lo mismo, en principio, sabemos qué es lo que hay que hacer, entonces, ¿A pesar del sufrimiento, por qué elegir vivir en la oscuridad? ¿Por qué suele resultar tan difícil soltarnos, la apertura espiritual? ¿Por qué nos alejamos tanto de los principios de la Tradición?

Tenemos el poder de auto-determinación y podemos elegir lo que queremos, esa es tal vez la mayor gracia divina, pero también suele ser el peor obstáculo. No  se trata de ir contra el mundo o luchar inútilmente contra la corriente, pero sí podemos ser conscientes y llevar a la práctica que toda transformación  empieza por uno mismo, y el trabajo es individual.

Es muy estrecha la puerta para acceder a un verdadero cambio de estado y es muy pesada y voluminosa la carga del ego y la ilusión de un yo aislado,  separado de todos y de todo lo demás,  y lo que ello conlleva: orgullo, soberbia, odio, egoísmo, ira, violencia, etc. Por otro lado, como una ley natural, el cuerpo y la mente como soportes físicos deben estar y funcionar en sintonía-armonía (y purificados) para que el espíritu pueda manifestar plenamente las virtudes más elevadas.

Solo basta con mirar a nuestro alrededor para ver cómo en verdad consideramos lo espiritual,  ya sea como reserva de principios   necesarios para la vida sana,  ordenada, y la convivencia en respeto, paz y armonía, y/o como fuente de conocimientos aún in-sospechados y/u olvidados para el hombre actual.

Y si no es ahora, entonces… ¿Cuándo? Si no es aquí, entonces… ¿Dónde? Si no es de esta manera, entonces… ¿Cómo? Dice el Budismo Zen: “si no puedes encontrarlo ahí donde estas parado, ¿Dónde piensas merodear para encontrarlo?


28/9/11

Servir a la humanidad


“Asistimos actualmente a un gran aumento de los conocimientos, pero el interés que la gente demuestra con respecto al desarrollo de la bondad, de un buen corazón y del amor al prójimo, no está a la altura del que tenemos por los conocimientos”.

“El ser humano no es el producto de una máquina, y no puede por lo tanto aspirar a la verdadera felicidad dependiendo únicamente de circunstancias exteriores. Las verdaderas causas de la alegría y la satisfacción debemos buscarlas en nosotros mismos”.

“Aquellos que piensan únicamente en términos de ciencia y tecnología, y que defienden que todo podrá resolverse y realizarse gracias al progreso, tienen un punto de vista radical. Es necesario reconocer donde están los límites de un enfoque semejante”.



Dado que la naturaleza humana es fundamentalmente buena, los niños, sobre todo cuando son aún muy jóvenes, no hacen demasiadas diferencias entre unos seres humanos y otros. Tienen un amor y un buen corazón espontáneos. Por ejemplo, le dan más importancia a la sonrisa de la persona que tienen delante que a su raza, nacionalidad o cultura.

Es algo cuyo valor aprecio enormemente y que me da muchas esperanzas para el futuro. Pero por otro lado, me siento muy preocupado: los niños demuestran de forma natural una apertura de corazón y una cierta bondad, pero algunos aspectos de la educación que reciben aumentan la división entre ellos, lo que hace que se levante un muro entre el niño y los demás.

Así, pues, paralelamente a la educación, me parece esencial desarrollar esta bondad que surge en el niño de manera natural. Quiero decir con esto que la educación debería llevarse a cabo en armonía con la naturaleza esencialmente buena del niño. El factor clave es educarle en un ambiente de amor y ternura.

Si bien desde una perspectiva ideal, habría que desarrollar las cualidades humanas en paralelo a la bondad, a menudo afirmo que, si tuviera que elegir entre grandes cualidades generales y la bondad, me quedaría con esta última.

En efecto, por muy importantes que sean la inteligencia, don natural de la naturaleza humana, y la educación, no bastan para construir el futuro. Es necesario que nuestro espíritu se impregne de altruismo, experimentando valores humanos fundamentales, como el amor al prójimo.

Instauremos en nosotros la bondad y un ánimo favorable; enriquezcamos con ello nuestra inteligencia y aprovechemos las cualidades que nos brinda la educación para sentirnos, nosotros mismos y la sociedad que nos rodea, realizados y felices.

Dalai Lama en “Mas allá de los dogmas”

3/8/11

Al lado del camino



Me gusta estar al lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa.
Me gusta abrir los ojos y estar vivo.
Tener que vérmelas con la resaca,
entonces navegar se hace preciso,
en barcos que se estrellen en la nada.
Vivir atormentado de sentido, creo que esta, sí,
esta es la parte más pesada.

En tiempos donde nadie escucha a nadie.
En tiempos donde todos contra todos.
En tiempos egoístas y mezquinos.
En tiempos donde siempre estamos solos.
Habrá que declararse incompetente
en todas las materias del mercado.
Habrá que declararse un inocente
o habrá que ser abyecto y desalmado.

Yo ya no pertenezco a ningún ismo
me considero vivo y enterrado.
Yo puse las canciones en tu walkman
el tiempo a mí me puso en otro lado.
Tendré que hacer lo que es y no debido.
Tendré que hacer el bien y hacer el daño.
No olvides que el perdón es lo divino,
y errar a veces suele ser humano.

No es bueno nunca hacerse de enemigos
que no estén a la altura del conflicto.
Que piensan que hacen una guerra
y se hacen pis en la cama como chicos.
Que rondan por siniestros ministerios
haciendo la parodia del artista.
Que todo lo que brilla en este mundo
tan solo les da caspa y les da envidia.

Yo era un pibe triste y encantado,
de Beatles, caña Legui y maravillas,
los libros, las canciones y los pianos,
el cine, las traiciones, los enigmas,
mi padre, las cervezas, las pastillas,
los misterios, el whisky malo,
los óleos, el amor, los escenarios,
el hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis 10 tías
me hicieron este hombre entreverado,
si alguna vez me cruzas por la calle,
regálame tu beso y no te aflijas.

Si ves que estoy pensando en otra cosa
no es nada malo es que pasó una brisa
la brisa de la Muerte enamorada
que ronda como un ángel asesino.
Mas no te asustes siempre se me pasa
es solo la intuición de mi destino.

Me gusta estar al lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa.
Me gusta regresarme del olvido
para acordarme en sueños de mi casa.
El chico que jugaba a la pelota
del 49585,
nadie nos prometió un jardín de rosas,
hablamos del peligro de estar vivos.

No vine a divertir a tu familia,
mientras el mundo se cae a pedazos.
Me gusta estar al lado del camino.
Me gusta sentirte a mi lado.
Me gusta estar al lado del camino.
Dormirte cada noche entre mis brazos.
Al lado del camino.
Al lado del camino.
Al lado del camino.
Es más entretenido y más barato.
Al lado del camino.
Al lado del camino.


Canción de Fito Páez.



22/7/11

Los diez deberes del rey

“El odio no cesa con el odio, sino que cesa con el amor, ésta es una verdad eterna”. Buddha.

“La única conquista que trae paz y felicidad es la conquista de sí mismo”. Walpola Rahula.



Naturalmente, el termino rey (raja) de antiguo cuño, debe ser reemplazado en la actualidad por gobierno. De consiguiente los "diez deberes del rey" pueden aplicarse hoy a día a todos los que constituyen un gobierno: el jefe de Estado, los ministros, los dirigentes políticos, los legisladores y los funcionarios administrativos.

El primero de los diez deberes del rey significa, literalmente, practicar la generosidad y la caridad (dana). El gobernante no debe sentir ni avidez ni apego por la riqueza y la propiedad, sino que debe donarlas para el bienestar del pueblo.

Segundo: debe tener un elevado carácter moral (sila). Nunca debe destruir vidas, trampear, robar, explotar a otros, cometer adulterio, decir mentiras. Vale decir, por lo menos debe observar los cinco preceptos del laico.

Tercero: sacrificar todo por el bien del pueblo (pariccaga). Tiene que estar dispuesto a sacrificar toda comodidad personal, así como su nombre y fama, y aun la vida en beneficio del pueblo.

Cuarto: honestidad e integridad (ajjava). En el desempeño de sus funciones, debe estar libre del miedo y de todo favor; debe ser sincero en sus intenciones y no engañar al público.

Quinto: amabilidad y dulzura (maddava). Debe ser afable con todos en su trato.

Sexto: costumbres austeras (tapa). Debe llevar una vida simple, no dejarse sojuzgar por el lujo y practicar el auto-dominio.

Séptimo: ausencia de odio, de mala voluntad y de aversión (akkodha). No debe guardar rencor a nadie.

Octavo: no-violencia (avihimsa); lo cual no solo significa que no debe dañar a nadie, sino también que es su obligación esforzarse en promover la paz pre-cautelando la guerra y todo lo que implique violencia o destrucción de vidas.

Noveno: paciencia, indulgencia, tolerancia y comprensión (khanti). Debe ser capaz de soportar, sin encolerizarse, toda suerte de penurias, dificultades e insultos.

Décimo: no-oposición y no-obstrucción (avirodha). Es decir no debe oponerse a la voluntad del pueblo, ni obstruir ninguna medida tendiente al bienestar del mismo. En otras palabras, debe gobernar en armonía con su pueblo.


Del texto llamado Jataka, enseñanzas del Buddha; “Lo que el Buddha enseñó”, Walpola Rahula.

12/7/11

La oposición y los principios

 “El acuerdo obtenido en un dominio particular, al margen de los principios, será siempre eminentemente inestable y precario, y mucho más semejante a una combinación diplomática que a un verdadero entendimiento”. René Guenón




A medida que nos alejamos y perdemos de vista  la unidad de los Principios,  llamados valores, a la manera de los bienes negociables, cada vez más nos afirmamos en la oposición y los contrarios como extremos irreconciliables. Cuanto más salvaje o in-tolerante sea esa oposición más des-equilibrio, des-unión, re-sentimiento, odio y sufrimiento producen, tarde o temprano en quien la ejerce, y en los demás.

Y no es otro que el yoísmo el que introduce por todas partes este ánimo de oposición y discusión: se trata de tener razón siempre y agregar además una dosis de proselitismo. En este sentido no es exagerado considerar como mínimo, una continuidad general de la distorsión y/o inversión de los Principios, una tendencia  que define al presente ciclo.

Cuando hablamos de los Principios nos referimos a los principios espirituales universales, que no pertenecen a una doctrina, filosofía o religión en particular sino que en su origen y esencia las contiene a todas;  una guía para la convivencia en paz y armonía entre los hombres y con el Todo. 


En tanto que la palabra valores, tan utilizada como caprichosamente interpretada, por su ambigüedad se puede referir a una multiplicidad de aspectos contingentes o relativos: morales, culturales, sociales, religiosos, etc. En las mejores condiciones, los valores serían aplicaciones prácticas de los Principios.


La actividad humana, desde el pensamiento puro hasta llegar a la tarea más sencilla, no puede, no es igual en todos ni en todas partes, existen características, disposiciones individuales y formas de ver distintas. En el fondo la percepción de oposición es aparente si consideramos que es imposible realizar por igual y al mismo tiempo, en esta vida, en este  mundo y dimensión, todas las posibilidades inherentes al ser humano.


Un ejemplo revelador de las distintas maneras de percibir una misma cosa se da en el taller de arte, donde todos los alumnos, principiantes y adelantados, dibujan un modelo, y finalmente no hay dos que lo hagan igual, y sucede también a veces que ningún trabajo se parece realmente al modelo.


Por cierto que vivimos en un mundo de dualidad, la existencia se manifiesta así: fuerzas distintas pero en equilibrio son necesarias;  si podemos elevarnos y considerar los opuestos como complementarios y conciliarlos, como la manera armónica y real en que funciona el universo, ya nos ubicamos en una perspectiva más amplia y verdadera.


La actitud de oposición irreductible surge como re-acción y se potencia  cuando se trata  de imponer una creencia, sistema, modelo o punto de vista particular, del ego, como si fuera una verdad absoluta. Cuando en realidad nunca es más que una percepción humana parcial, relativa y limitada, y que como tal no tiene en cuenta los Principios  fundamentales que son la esencia, aquello que da un sentido profundo o trascendente a toda la existencia, y lo único que puede llevarnos a la  unión, la compasión, la comprensión y la aceptación de las diferencias.

10/7/11

Homenaje a Facundo Cabral




“Este es el segundo regalo que puedo hacer. El primero fue darte la vida, y el segundo la libertad para vivirla”. (Palabras de despedida de su madre en Tierra del Fuego, cuando Facundo, con solo 9 años, se fue de su casa).

Al estilo de los trovadores de la Edad Media, que recorrían regiones difundiendo noticias, anécdotas y enseñanzas a través de sus poemas y canciones, el cantautor argentino nacido en La Plata el 22 de mayo de 1937 y asesinado hace unos días a balazos en Guatemala, transformaba cada uno de sus recitales y entrevistas en una oportunidad para narrar historias y transmitir sus ideas y pensamientos:

"Bienaventurado el que no cambia el sueño de su vida por el pan de cada día"

"Escapa de los que compran lo que no necesitan, con dinero que no tienen, para agradar a gente que no vale la pena".

"El conquistador por cuidar su conquista se convierte en esclavo de lo que conquistó, es decir que jodiendo se jodió”.

"El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada".

“La pobreza no es una virtud, salvo que favorezca tu libertad". 

"Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario, porque el que acepta un halago empieza a ser dominado; el hombre le hace caricias al caballo pa` montarlo...".

“Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos...". 

"Fui analfabeto hasta los 14 años, por eso cuando me dicen no puedo, yo les digo no jodas".

"¿Qué es eso de andar escondiendo lo que el Señor te dio para compartir?"

"Si amas al dinero a lo sumo llegarás a un banco, pero si amas a la vida, seguramente llegarás a Dios".  

"Si los malos supieran lo buen negocio que es ser bueno, serían buenos, aunque sólo fuera por negocio".

"Siempre, con lo que tengas, se puede, se debe empezar de nuevo. Tenemos el deber de ser felices".

"Sólo debes hacer lo que amas".

“El Señor no nos va a preguntar qué hicimos con el dinero, sino qué hicimos con la alegría, inevitable para vivir".

"La gente es todo lo vieja que quiera ser. He visto algunas muchachas con 20 años y estar totalmente envejecidas, por el contrario, conozco a una muchachita con 83 años, Teresa de Calcuta, que nos enseña a vivir todos los días".

"Tienes un cerebro como Einstein, tienes un corazón como Jesús, tienes dos manos como la Madre Teresa, tienes una voluntad como Moisés, tienes un alma como Gandhi, tienes un espíritu como Buda. Entonces, cómo puedes sentirte pobre y desdichado".

“No soy de aquí ni soy de allá, no tengo edad ni porvenir, y ser feliz es mi color de identidad...”. (Fragmento de una de sus canciones).


Fuentes: diarios Clarín y La Capital de Mar del Plata.

9/7/11

¿Qué entienden ustedes por amor?



El amor es lo desconocido. Puede ser realizado solo cuando hemos comprendido y trascendido lo que conocemos. Solo cuando la mente esta libre de lo conocido, solo entonces puede haber amor. De modo que debemos abordar el amor negativamente, no positivamente.

¿Qué es el amor para la mayoría de nosotros? Cuando amamos, hay en ello afán posesivo, dominio o sumisión.

De esta posesión surgen los celos y el miedo a la pérdida, por lo cual legalizamos este instinto posesivo. Del afán posesivo y sus celos, resultan los innumerables conflictos con los que cada uno de nosotros esta familiarizado. El instinto posesivo no es, entonces, amor.

El amor tampoco es una cuestión sentimental. Lo meramente sentimental, emocional, excluye el amor. La sensibilidad emocional es meramente sensación.

Únicamente el amor puede transformar la demencia, la confusión y el conflicto. Ningún sistema, ninguna teoría de izquierda o derecha puede traer paz y felicidad al hombre. Donde hay amor no hay espíritu posesivo, no hay envidia; hay piedad y compasión, no en teoría, sino de hecho, por nuestra esposa, por nuestros hijos, por nuestro entorno. Solo el amor es capaz de generar compasión y belleza, órden y paz.

El amor con su compasión existe cuando el yo deja de existir.


Jiddú Krishnamurti

26/6/11

El mediador

“Sube de la Tierra al Cielo, y re-desciende del Cielo a la Tierra; recibe por ello la virtud y la eficacia de las cosas superiores e inferiores”. La Tabla de Esmeralda


El hecho de enfocarse en el ser y  no considerar nada más allá de él, como si de alguna manera el ser fuera  el Principio supremo o absoluto, el más universal de todos, es análogo a considerar, en el otro extremo, como determinantes y excluyentes las influencias que lo afectan desde  lo social: el hombre como producto o resultado del medio terrestre

No se trata de minimizar ni negar el condicionamiento social y las necesidades físicas, muy al contrario, pero tampoco de ignorar otro tipo de influencias o posibilidades ciertas: las tendencias innatas, la Luz de la naturaleza, el cosmos y los planetas y la propia espiritualidad. Y cuando estas últimas se desconocen, se rechazan o se atribuyen a simples creencias subjetivas, como ocurre en general en nuestra época, se distorsiona, se obstruye y se termina por romper el vínculo con los principios superiores. 

Así nos convertimos en lo que los escolásticos llamaban entes racionales, animales o seres físicos que a través del tiempo y la evolución han desarrollado el poder del habla, el pensamiento, la inteligencia, etc.

De la concepción del hombre como un animal superior dependiente y supeditado a un sistema social determinado se justifica la peligrosidad y el exilio de ciertos individuos cuando no son funcionales y con sus opiniones contrarían las de aquellos que detentan el poder. Lo mismo se hace con el resto de los animales: los criamos, cuidamos, mimamos, alimentamos, jugamos con ellos y cuando es oportuno los matamos y carneamos sin piedad.

De una manera, la primera, se coloca al ser,  en el centro del universo, y de la otra, se lo reduce en términos de su funcionamiento y adaptación psíquica-fisica-social. Dos concepciones, tan absurdas como contradictorias, muy internalizadas que intentan explicar, en forma por demás limitada, el sentido del ser.

No somos el Principio mismo, y no somos más importantes que otros seres del universo bajo cualquier otro tipo de manifestación. Ni tampoco animales racionales, si bien podemos comportarnos como tales y sobran ejemplos, esclavos de su entorno o condición presente. (Es interesante notar que la palabra familia deriva de famulus: esclavo doméstico).

Como expresión de nuestro potencial, solemos afirmar que somos parte y podemos volver a unirnos en vida con el Todo; pero en realidad, en los hechos, y mientras seamos seres comunes, no adelantados en la vía espiritual, solo estamos incluidos en El, así como no puede haber nada que no lo esté. 

Para poder conectar con lo superior primero debemos estar armonizados y en plena conciencia del significado de lo inferior, no es posible evitar ni saltar por sobre esos aspectos. De ahí  la importancia de estar centrados, pero ¿Qué significa y cómo se manifiesta este centramiento del ser? 

Se trata sin dudas en primer lugar de un equilibrio que incluye los aspectos más terrenales a través de la práctica efectiva del auto-conocimiento, la auto-conciencia, la auto-disciplina y la ética, todo lo cual  nos da una perspectiva mayor de por qué, cómo y dónde estamos ubicados. Luego, progresivamente y con no poco esfuerzo, podremos ir iniciándonos en los  aspectos superiores para poder conectar finalmente, con los principios y las influencias espirituales.

En este sentido y en la medida que vayamos logrando nuestro propio y completo centramiento, nos convertimos así en mediadores entre las energías del Cielo y de la Tierra; en un plano muy superior esta función la cumple plenamente el Avatar.

8/6/11

Nací para esto (el desafío de ser o no ser)


“La forma de hacer es ser”. (El Tao)

“Solo lo que nace y se decide desde adentro es auténtico y te hace libre”. (Anthony De Mello)

“Somos irremediablemente libres, incomparablemente eternos y absolutamente insignificantes”. (Hugo Ardiles)


Para un alerce realizar su esencia o naturaleza  es Ser plenamente y durante milenios, un alerce. Pero a nosotros la existencia nos presenta infinitas posibilidades de ser, hacer y tener: la multiplicidad indefinida. Semejante libertad  del hombre asustan al alerce y a los espíritus de la naturaleza, que más que una formidable oportunidad, ven una prisión que encadena  al hombre al drama de la avidez, el apego, la ignorancia, el orgullo, el egoísmo y la ilusión.

No sentir que uno es alguien y que esta realizando o dejando en la vida algo más o menos importante suele provocar sensación de vacío y/o angustia existencial: “Para eso es preciso saber qué cosas le dan a nuestra vida un sentido trascendente, una condición de verdad”. (La enfermedad del tiempo, Larry Dossey). 

Y, “no a todos les cabe en suerte la gracia de una fe anticipadora de todas las soluciones, y no a todos les es dado contentarse, sin más, con las verdades manifiestas bajo el sol.” (Carl G. Jung)

Por otra parte, aún considerando las tendencias innatas, es muy poco probable, por no decir excepcional, que nuestra forma de ser y en consecuencia de hacer y tener, provengan de una elección libre, consciente, no condicionada ni contaminada.

Después de meditar durante eónes, los maestros budistas comprobaron que el famoso yo, el ego, no se encuentra en ninguna parte del cuerpo, no sería mas que una construcción de agregados psico-físicos, in-sustancial y transitoria. Solo quien pueda comprender y trascender el funcionamiento del propio yoísmo puede llegar a ser libremente.

El desafío de ser puede asimilarse  a un arte, el mayor de todos: hay  poesía y belleza en la verdad, si lo podemos percibir. Y también por el desarrollo de aspectos creativos, meditativos, de sabiduría intuitiva (no intuición emocional)  e integradores más elevados: tal arte implica la propia transformación en el proceso de la Obra.

Se puede tener mucho conocimiento, anunciar urbi et orbi que se sabe cómo tocar el cielo,  recitar las enseñanzas de memoria y defender brillantemente las creencias,…pero no se trata de creer ni de saber más, sino de Ser. Nadie más puede vivir nuestra propia vida ni darnos la libertad para sentir.

El conocimiento per se, si no es una herramienta de transformación y elevación, se convierte en otra forma de creencia o ilusión que divide y limita. Y hay diversos grados de comprensión y discernimiento, así como hay diferentes estados o niveles de conciencia. La verdadera sabiduría une, es  vivencial y expande la conciencia.

En un sentido la palabra ser denota ambigüedad: ser normales, funcionales, y usar máscaras siguiendo una repetición o sucesión ininterrumpida de modelos o tendencias uniformantes; en otro sentido  ser se usa como verbo: re-unirse con y siendo nuestra naturaleza o esencia, íntegros o enteros (holos).

El trabajo y el ejemplo de los Grandes Maestros espirituales y de aquellos seres que de una u otra manera dedicaron su vida para beneficio de la humanidad, fue mostrarnos todo lo que se puede llegar a ser siéndolo, y no creando férreos dogmas ni un número suficiente de creyentes o seguidores.

Hay una fuerza interior que puede romper cadenas: cuando afirmamos  la fe y la confianza en nosotros mismos, la íntima convicción que des-pliega el espíritu de libertad y las alas del alma que nos animan y nos impulsan a  des-envolver la versión más elevada que podemos ser. Si no, navegaremos a la deriva por la vida,  esperando los vientos y las corrientes que nos lleven a alguna parte, no importa dónde si podemos sentirnos cómodos, seguros y contenidos.

Una vez que nos cansamos de probar y tropezar siempre con la misma piedra y vemos que no tiene sentido generar expectativas sobre cómo los demás  deben ser,  qué  deben darnos y cómo tratarnos, podemos dejar de considerar a los otros como enemigos cuando, precisamente, no cumplen con aquellas expectativas. Una actitud trágica que alimenta el círculo vicioso de agredir como mecanismo permanente de defensa, lo que determina una vida limitada y subordinada a las supuestas intenciones  de los demás.

El verdadero enemigo, el más cruel y silencioso, así como la cura para todo mal y el amor que nos hace sentir vivos están en nuestro interior.

Una forma de ver y sentir así  rara vez se produce de forma espontánea o natural, es habitual seguir tropezando con la misma piedra. Por lo común, y el camino más transitado, es el resultado de una situación vital límite, una suerte de quiebre o catástrofe que rompe los patrones establecidos. Y así empieza la tarea de auto-purificación física, mental y espiritual: des-aprender, des-programarnos, des-apegarnos y des-identificarnos para  liberarnos de la ilusión de la separación y el egoísmo, y vivenciar la llamada vita cosmográphica de Paracelso.

Estamos íntimamente ligados con el Todo, somos parte de El, pero como humanos experimentamos dualidad y separación y, a través de la plegaria y los rituales, expresamos la añoranza de pertenecer y el viaje hacia la redención.

Cuando percibimos que   los desafíos  que vivimos, son, de alguna manera,  elegidos y creados por nosotros mismos  como la mejor oportunidad posible para experimentar y elevar  nuestra perspectiva, todo empieza a tener sentido: el por qué del entorno en donde nacimos, de los obstáculos que fuimos encontrando por el camino y que consideramos  tan difíciles, in-merecidos y/o in-necesarios.

Y esta comprensión nos dará alegría, sabiduría y una profunda paz interior porque dejaremos atrás miedos, odios y rencores hacia aquellos seres o situaciones que suponemos culpables de nuestros sufrimientos. “Cuando entiendes la vida, empiezas a vivirla”.

Si experimentamos compasión, que no es una actitud emocional sino una demostración de sabiduría, podemos compartir el dolor de otros que no pueden con sus vidas, porque sentiremos que es también el nuestro, pero dejaremos de querer cambiar o convencer a los demás porque cada uno esta tejiendo sus propias circunstancias que vino a vivenciar.  Nuestro propio modo de ser, nuestra vida, es nuestra mayor verdad  y la mejor enseñanza, sino la única,  que podemos dar.

Entonces,  en vez de seguir luchando contra la corriente de la vida y de lo que ella nos ofrece, iremos a su favor. El arte y la  oportunidad, la satisfacción y la pena, la alegría y el esfuerzo es poder transformar la ignorancia en sabiduría, el miedo en amor, la in-comprensión en compasión, la oscuridad en luz. En el proceso de afirmar nuestra integridad de ser vamos camino al No-ser: fundirnos con el Todo. 

El Tao sin nombre es el No-Ser, y el Tao con un nombre es el Ser: si fuera menester dar un nombre al Tao (aunque realmente no pueda ser nombrado), se le llamaría (como equivalente aproximado) la Gran Unidad.” René Guenón.

Si quisiéramos  vivenciar solamente los más puros y elevados sentimientos, pensamientos y actitudes, no lo haríamos precisamente en este planeta, al menos no como es ahora. La paradoja es que si no existiera eso que llamamos mundano, y si no pudiéramos elegir, nuestra esencia espiritual no podría ser y manifestarse.

Y así puede ocurrir un día que, a pesar de todo, de las ilusiones y el sufrimiento, de las maravillas y las miserias humanas, sin querer queriendo y aún sin apegarnos,  podamos llegar a comprender, cuidar, respetar y valorar esta vida y este mundo estrafalario. Y hay una muy buena razón: nosotros lo elegimos.

1/5/11

Guía de viaje


“Si las personas conocieran la compasión de Dios hacia los viajeros, estarían siempre viajando. El viaje es una balanza en la que se pesa el valor del carácter.” Mahoma

"Se buscan hombres para un viaje riesgoso, pequeño salario, frío hiriente, largos meses de completa oscuridad, peligro constante, el regreso seguro es dudoso, honor y reconocimiento en caso de éxito." Expedición al Polo Sur de Ernest Shackleton.





Antes de emprender un largo viaje, más aún si vamos a transitar por lugares disímiles y clima cambiante: frío y nieve, lluvia, calor, campo, ciudad, montaña, etc., la experiencia nos dice que resulta muy útil hacer una lista o guía más o menos rigurosa de las cosas que vamos a necesitar.

Podemos hacer cursos o consultar manuales de equipamiento, orientación, primeros auxilios, meteorología, etc., pero por lo común no consideramos como muy importante el equipaje o entrenamiento interior que llevamos. Una carga  que nos guste o no, nos resulte muy pesada o liviana, de cualquier manera siempre nos va a acompañar y determina nuestra disposición y actitud frente a toda  experiencia, y en casos extremos hace la diferencia entre sobrevivir o abandonarse.

Así como sería una negligencia que nos puede ocasionar situaciones muy desagradables y hasta peligrosas no contar con los elementos apropiados,  cuando se trata de un viaje que nos va a llevar toda la vida, la travesía del alma, a la hora de armar nuestro equipo interior deberíamos establecer una guía con algunas pautas básicas o esenciales que serán nuestros valores más apreciados y la fuerza interior que nos sustentará.

En cuanto principios, no importa el número sino la calidad o integridad de los mismos. Más tarde o más temprano la vida nos muestra la realidad de la in-certidumbre, la im-permanencia y la im-posibilidad de pre-ver todas las situaciones: la peor elección sería esperar in-definidamente que se den las mejores condiciones posibles para soltar amarras.

Lo cierto y,  en el mejor de los casos, es que algunas pautas podemos incorporar del entorno, pero muchas otras debemos ir creando, afianzando y perfeccionando con no poco esfuerzo y en sintonía con nuestro propio camino. Y a veces no hay más opción que adquirir fortaleza de nuestras propias limitaciones, si somos conscientes de ellas.

No sabemos por qué ni para qué, pero ¡ya estamos acá! ¿De qué serviría culpar a nuestros padres, a la vida o a Dios? Y no todos se interesan por saber y realizar sus tendencias innatas y su verdadera misión para esta vida. Más vale asumir que la travesía empieza antes del nacimiento y, por lo tanto, es una decisión nuestra realizar semejante viaje, con todo lo que ello implica. De este modo será mucho más fácil despertar ese espíritu de libertad y aventura que nos anima y nos impulsa a explorar y conocernos más.

Luego darle un sentido amplio y a  la vez profundo a nuestro viaje: ver y experimentar otras realidades, pero sin detenernos ni aferrarnos a ellas: ampliar y elevar continuamente la comprensión, la percepción y la conciencia. Crecer interiormente y fortalecer el corazón, sosteniendo una buena disposición para considerar con ecuanimidad todas las situaciones que se nos presenten: sin expectativas, sin juzgar, la mente lúcida y el sentimiento abierto.

Estimar a dónde quisiéramos llegar (no a un lugar sino a un estado del ser) y fijar el rumbo a seguir para no perdernos ni abandonar frente a las confusiones, las tentaciones, las ilusiones y los pensamientos negativos: el sendero del amor a la verdad.

En medio de  la peor tormenta, la noche más oscura del alma y cuando ya parece que no damos más, a modo de cabo de vida para no caer al agua en la navegación,  no perder el control y sostener el dominio de si mismo contra vientos y mareas: coraje y confianza en uno mismo,  la fortaleza interior como alimento y estimulo a la fuerza física.

Vivir intensamente cada experiencia, cada momento, como una oportunidad única, irrepetible, para comprender, discernir, crecer y ser. Al final del viaje y a la hora de la reflexión lo importante no es si subimos la montaña más alta o cruzamos el mar más extenso o cuantas veces nos equivocamos, sino desde dónde lo hicimos: desde el corazón y la conciencia, el amor y la compasión, sintiéndonos uno con todo lo demás, o desde el ego, la ilusión y la separatividad.

La verdadera satisfacción y la mayor alegría residen en el propio esfuerzo y la superación de si mismo realizados, y el mayor des-cubrimiento será re-conocer que la sabiduría que encontramos por el camino ya estaba en nuestro interior, agazapada.