22/7/11

Los diez deberes del rey

“El odio no cesa con el odio, sino que cesa con el amor, ésta es una verdad eterna”. Buddha.

“La única conquista que trae paz y felicidad es la conquista de sí mismo”. Walpola Rahula.



Naturalmente, el termino rey (raja) de antiguo cuño, debe ser reemplazado en la actualidad por gobierno. De consiguiente los "diez deberes del rey" pueden aplicarse hoy a día a todos los que constituyen un gobierno: el jefe de Estado, los ministros, los dirigentes políticos, los legisladores y los funcionarios administrativos.

El primero de los diez deberes del rey significa, literalmente, practicar la generosidad y la caridad (dana). El gobernante no debe sentir ni avidez ni apego por la riqueza y la propiedad, sino que debe donarlas para el bienestar del pueblo.

Segundo: debe tener un elevado carácter moral (sila). Nunca debe destruir vidas, trampear, robar, explotar a otros, cometer adulterio, decir mentiras. Vale decir, por lo menos debe observar los cinco preceptos del laico.

Tercero: sacrificar todo por el bien del pueblo (pariccaga). Tiene que estar dispuesto a sacrificar toda comodidad personal, así como su nombre y fama, y aun la vida en beneficio del pueblo.

Cuarto: honestidad e integridad (ajjava). En el desempeño de sus funciones, debe estar libre del miedo y de todo favor; debe ser sincero en sus intenciones y no engañar al público.

Quinto: amabilidad y dulzura (maddava). Debe ser afable con todos en su trato.

Sexto: costumbres austeras (tapa). Debe llevar una vida simple, no dejarse sojuzgar por el lujo y practicar el auto-dominio.

Séptimo: ausencia de odio, de mala voluntad y de aversión (akkodha). No debe guardar rencor a nadie.

Octavo: no-violencia (avihimsa); lo cual no solo significa que no debe dañar a nadie, sino también que es su obligación esforzarse en promover la paz pre-cautelando la guerra y todo lo que implique violencia o destrucción de vidas.

Noveno: paciencia, indulgencia, tolerancia y comprensión (khanti). Debe ser capaz de soportar, sin encolerizarse, toda suerte de penurias, dificultades e insultos.

Décimo: no-oposición y no-obstrucción (avirodha). Es decir no debe oponerse a la voluntad del pueblo, ni obstruir ninguna medida tendiente al bienestar del mismo. En otras palabras, debe gobernar en armonía con su pueblo.


Del texto llamado Jataka, enseñanzas del Buddha; “Lo que el Buddha enseñó”, Walpola Rahula.

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