18/10/15

Las diez expresiones figurativas


1 – Dado que la Verdad Fundamental no puede describirse (sino que debe comprenderse en el samadhi) la expresión Verdad Fundamental es meramente figurativa.

La Verdad Fundamental es sinónimo de Cuerpo Divino de la Verdad (Dharma-Kaya), es la Verdad Total en su aspecto primordial o in-modificado. Yoga, la Ciencia de la Mente o Verdad consiste en tres divisiones: la Verdad Fundamental, el Sendero y el Fruto o la realización misma.

2 – Dado que no existe recorrido alguno ni quien recorra el Sendero, la expresión Sendero es meramente figurativa.

Sendero es meramente una metáfora descriptiva del método o camino para  concretar el crecimiento o progreso espiritual.

3 – Dado que no hay visión ni vidente alguno del Estado Verdadero, la expresión Estado Verdadero es meramente figurativa.

El Estado Verdadero, realizable en el samadhi, es un estado en que la mente, in-modificada por los procesos del pensamiento, parece en su quietud un océano no turbado por el mínimo movimiento del aire. Todas las puertas de la percepción están cerradas, existe completo olvido del universo material de los fenómenos. La mente alcanza su propia condición natural de tranquilidad absoluta y la mente micro-cósmica se pone en sintonía con la mente macro-cósmica. 

De ese modo se logra el conocimiento que en el Estado Verdadero no hay visión ni vidente, que todos los conceptos finitos son realmente no-existentes, que todas las dualidades se tornan unidades, que no existe sino la Realidad Unica, la Primordial Mente Cósmica.

4 – Dado que no hay meditación ni quien medite en el Estado Puro, la expresión Estado Puro es meramente figurativa.

El Estado Puro es un aspecto intensificado del Estado Verdadero en el cual el que medita, la acción de meditar y el objeto de la meditación son in-distintamente uno solo.

5 – Dado que no existe disfrute ni quien disfrute de la Natural Disposición de Animo, la expresión Natural Disposición de Animo es meramente figurativa.

La Disposición Natural de Animo se refiere a un estado de la mente concomitante con el Estado Puro y el Estado Verdadero. Allí se advierte que no existe disfrute ni disfrutador, ni acción ni realizador de acciones, que todas las cosas objetivas son irreales como los sueños; y que por lo tanto antes que vivir como la multitud que persigue la ilusión, uno debería elegir el camino de los Bhodisatvas, los Señores de la Compasión, y trabajar por la emancipación de los seres atados a la Rueda de la Ignorancia.

6 – Dado que no existen guardar el voto y quien lo guarde, estas expresiones son meramente figurativas.

7 – Dado que no existe acumulación ni acumulador de méritos, la expresión Doble Mérito es meramente figurativa.

Esto es el Mérito Causal, que es el fruto de los actos caritativos, también conocido como mérito temporal, y el Mérito Resultante llamado mérito espiritual, que surge de la abundancia de Mérito Causal.

8 – Dado que no existe cumplimiento ni cumplidor de acciones, la expresión Doble Oscurecimiento es meramente figurativa.

Oscurecimientos de la mente debidos a las malas pasiones y a las creencias erróneas, tales como creer que existe un inmortal yo personal o creer que las apariencias fenoménicas son reales.

9 – Dado que no existe renuncia ni renunciante (a la existencia mundana), la expresión existencia mundana es meramente figurativa.

10 – Dado que no existe obtención ni obtenedor (de los resultados de las acciones), la expresión resultado de las acciones es meramente figurativa.

Todos estos aforismos  reposan sobre la doctrina Búdica de que la personalidad es transitoria y que la in-mortalidad personal es in-concebible para quien ha logrado el Correcto Conocimiento. La mente micro-cósmica o reflejo de la Mente Macro-cósmica deja de ser micro-cósmica o limitada cuando se hunde en el éxtasis inducido por el Despertar.

Entonces no existe personalidad, ni obtenedor, ni renunciante, ni cumplidor de las acciones, ni acumulador de méritos, ni guardador de votos, ni disfrutador de la Natural Disposición de Animo, ni meditador sobre el Estado Puro, ni vidente del Estado Verdadero ni viajero del Sendero, y todo el estado conceptual o ilusorio de la mente cesa.

El lenguaje humano es esencialmente un medio de posibilitar al hombre la comunicación con el hombre en términos basados en experiencias comunes a todos  en un mundo sensual (relativo a las sensaciones de los sentidos); y su empleo para describir las experiencias supra-sensuales jamás puede ser otra cosa que figurativa.



De “Yoga Tibetano y Doctrinas Secretas”, W.Y. Evans – Wentz, traducción de Lama Kazi Dawa-Samdup del texto original “El Sendero Supremo, el Rosario de las Piedras Preciosas”, confeccionado por Digon Sönam Rinchen (el Meditador de Precioso Mérito de la cueva del Yak).

14/10/15

La lógica de la ilusión o la ilusión lógica

“Ser talentoso con respecto a los preceptos e ignorante de las experiencias espirituales que derivan de su aplicación, es parecerse al rico que perdió la llave de su tesoro” (Budismo tibetano).


¿Cuántas  veces nos preguntamos cúal es la realidad o verdad de una determinada situación? o ¿Quién miente o está equivocado y quién está en lo cierto? 

En nuestro plano humano, es decir en el terreno de la relatividad y la dualidad, sumados al orgullo y  la necesidad narcisista de estar siempre en lo cierto (ser dueño de la verdad), prácticamente cualquier cosa puede ser argumentada y razonada para ser levantada como realidad-verdad. 

Así sucede que la existencia de distintos puntos de vista  sobre un tema no significa necesariamente que unos sean falsos y  otros verdaderos, las diferencias suelen deberse a la perspectiva o ángulo de visión. Cuanto más elevada sea la perspectiva mayor será el campo de visión.

Si podemos admitir en principio que nuestra vida es condicionada-contaminada por un conjunto de ingredientes que ya traemos y otros muchos que incorporamos como los familiares, sociales, culturales,etc., que forman nuestra capacidad de comprensión y/o grado de consciencia, entonces también debemos re-conocer que no puede existir una sola realidad. Es la lógica de la ilusión.

Lo que llamamos realidad y los fenómenos son productos-proyecciones-apariencias (el Sueño de la Ignorancia) de nuestra mente mutable e in-estable que desde la ciencia espiritual es a su vez una emanación o reflejo muy distorsionado de la Mente Unica, dónde todo es Unidad, en otras palabras la única Realidad o Verdad es la Mente.

Aún el hombre más ignorante como micro-cosmos no puede separar  su mente del macro-cosmos, la Gran Mente Universal ya que como esencia o partícula divina subyace en su interior y en definitiva lo sustenta. Si podemos visualizar, como lo viene haciendo cada vez más la ciencia de las partículas y como lo afirman las enseñanzas espirituales desde los tiempos más remotos, que todo es Mente (o todo es energía-espiritual), podemos llegar a comprender que todo lo que hay no tiene existencia inherente, es un producto o efecto de Aquella.

Viéndolo como dos aspectos complementarios dentro de la Creación, es decir de una misma Realidad,  finalmente no hay distinción entre materia y espíritu o entre Cielo y Tierra (la Dualidad Ultima). A diferencia del científico que registra sus descubrimientos y luego regresa a su vida diaria sin más o el erudito que solo ostenta su caudal de conocimientos, el yogui la utiliza en su vida práctica todos los días, es decir vive en armonía sintiéndose unido con el Todo.

Siendo seres portadores de la chispa divina no re-conocer o rechazar la Sabiduría Espiritual y su  Realidad para seguir en la ignorancia sería como morir de sed a la orilla de un gran lago o volver con las manos vacías de una tierra rica en piedras preciosas.

El problema entonces no está en lo material (después de todo y por algo vivimos en este  plano) sino en la ignorancia de la mente humana, creyendo que es la única realidad y considerando así el efecto como causa. El apego produce que  la prosperidad mundana  no sea amiga del desarrollo espiritual-integral. Por otro lado dejarse encantar y ser arrastrado por las pasiones terrenales para llegar a la des-ilusión y el sufrimiento sirve a veces como el único medio para luego volcarse a la Sabiduría, ver el sin-sentido, la no-realidad y terminar con ellas. 

Ya sea que se utilice la palabra des-apego o renuncia, lo cierto es que todos los caminos de crecimiento interior coinciden en la necesidad e importancia de soltar ataduras y no desperdiciar la preciosa vida humana.

Para vencer la ignorancia se requiere sabiduría que trascienda y libere las limitadas percepciones de la mente ordinaria que producen la orientación y principal motivación prácticamente exclusiva hacia el poder y los logros materiales, la gran alucinación humana. Sabiduría que no se alcanza solo con la creencia o las buenas intenciones,  es imprescindible el esfuerzo y la disciplina constantes además de una buena dosis de entusiasmo o espíritu de aventura. Además no se puede entrar en la Corriente sin la humildad necesaria para re-conocer las propias faltas y/o limitaciones.

¡Y el más humilde de todos los seres es aquel que alcanzó la Sabiduría! Sobre el hecho que los Sabios no se demoran en los placeres de los sentidos ni prestan atención al encanto de las ilusiones nos dice un precepto budista-tibetano: “Renuncia a tu cuerpo si quieres vivir”.

Cuando las artes marciales están imbuidas del concepto primordial de espíritu-energía (Tao, Zen) la práctica de sutemi o abandonar el cuerpo, renunciar al ego, es una disciplina esencial y el regreso al estado natural del hombre. El combate es siempre contra uno mismo.

Según las creencias, podemos seguir esperanzados en tal vez ir al Cielo después de esta vida mundana para vivenciar así las bienaventuranzas del Paraíso, pero también podemos elegir Despertar en este mundo como muchos grandes seres lo hicieron en beneficio de toda la humanidad, nada ni nadie lo puede decidir por nosotros.

Quien puede ver la realidad de lo que es, las cosas tal como son sin distorsión ni agregado alguno, sin juzgar ni interpretar, es el ser despierto que purificó y disciplinó su mente y por extensión sus pensamientos-emociones, su cuerpo y sus sentidos, librándolos de todo condicionamiento. Es el Hombre Libre que vivencia, haciendo carne, las palabras de Jesús: “Vivimos en este mundo pero no somos de este mundo”.