29/4/14

La naturaleza humana y el des-amor

“Cada momento y en todo lugar hay alguien que sufre y gime por querer sentir sobre su piel lo que nunca ha tenido, lo que siempre ha esperado… y es amor” (Lalo de los Santos).


La naturaleza es como una bendición, nos brinda  su riqueza y magnificencia, sus hermosos paisajes y abundantes materias primas para la alimentación, pero la naturaleza-riqueza humana no suele aparecer compartiendo esa bendición.

Sobre la des-nutrición infantil y sus consecuencias: “La formación del sistema nervioso central está determinada en los primeros dos años de vida.

Si durante este lapso el niño no recibe la alimentación y estimulación necesarias, se detendrá el crecimiento cerebral y el mismo no se desarrollará normalmente, afectando su coeficiente intelectual y capacidad de aprendizaje; corriendo el riesgo de convertirse en un débil mental.

Este daño afecta a toda la sociedad ya que la principal riqueza de un país reside en su capital humano, y si éste está dañado, ese país no tiene futuro”.

(Dr. Abel Albino, presidente de la Fundación Conin Argentina).

Otro tema que va de la mano del anterior que a nadie parece interesar, o se prefiere ignorar, es qué efectos produce en la niñez y en el futuro desarrollo integral del ser humano el des-amor. Sin embargo si en verdad consideramos a los valores humanos como la principal riqueza de un país, y de toda la Humanidad, no podríamos dejar de considerar la importancia del amor como nutriente esencial.

En la pretensión del hombre de ignorar  estos temas subyace la negación de los demás en la imposibilidad de considerar las consecuencias des-medidas de los propios actos,    una indiferencia que como el karma siempre lo va a perseguir.  En el imaginario colectivo-estúpido se supone que los chicos son concebidos y formados, o deben serlo, en un ambiente familiar de amor y calidez, cuando en la realidad esto no es así, y no hablamos de casos excepcionales.


No hay estadísticas, o al menos no se dan a conocer o no conviene, no hay prensa, sobre el des-amor en un mundo orientado hacia el éxito material y el logro de los mandatos sociales-familiares considerados como modelos y fines en sí mismos  que determinan el sentido de la vida.

No se puede tratar seriamente en el seno de la sociedad el tema sobre la falta de amor  en la niñez, y luego también, y sus consecuencias si cada uno no  empieza a tomar consciencia de su importancia, de cómo y para qué vivimos y qué significa en toda su dimensión ser humano (¿a imagen y semejanza del Creador?). No hace falta más que ver nuestro interior más profundo y observar alrededor la vida cotidiana para comprobar cuanto amor falta.


En una reciente conferencia en el Museo del Mar, preguntaba Tom Ping consultor y asesor cultural español al público: “¿Los artistas, creadores, quienes protegen u organizan la cultura en Mar del Plata, aportan y expresan algo contra la barbarie desatada ante sus ojos?”.


Y luego refiere: “Desde la antigüedad hasta Picasso y los contemporáneos, los artistas realizaron sus mayores obras desde el pensamiento, la sensibilidad y la inclusión del dolor ajeno, la injusticia y la ética, entre otros”.

La violencia en todos sus aspectos, psicológica, verbal, física, familiar, de género, en las escuelas, en la calle, etc., es un hecho cotidiano  considerado sin más como un fenómeno social característico de nuestro tiempo. Como en un callejón sin salida se toman medidas contingentes pero nadie parece advertir y/o re-conocer las causas profundas: la falta y/o in-diferencia por los valores humanos básicos.

Todos los des-equilibrios humanos que generan conflictos y daños para sí mismo y los demás hunden sus raíces en el des-amor. Sin esta comprensión es imposible siquiera tratar de re-vertir la situación así sea a largo plazo. La des-unión, la des-consideración y falta de respeto por la vida y el sufrimiento de los demás que llevan al des-equilibrio y la des-integración social son consecuencias del des-amor.

Puede parecer obvio, de sentido común, preguntarse ¿Por qué nos pasan estas cosas? Sin embargo en lugar de profundizar en las causas se elige el camino más fácil de atender, tapando con parches, solo los síntomas. Una forma mas de hacer cambios externos para que nada cambie en el ser interior.

Los valores humanos no se pueden imponer por recetas médicas, discursos, decretos ni predicación, de nada sirvieron los Mandamientos, surgen desde el des-envolvimiento interior creando un nuevo y más elevado estado de consciencia y si en verdad se pretende in-culcarlos se debe empezar por dar el ejemplo.


No se trata de una cuestión emocional o de creencias religiosas o filosóficas, no es una teoría, la fuerza del Amor del cual se desprenden la compasión, el respeto, la ecuanimidad, la integridad, la cohesión, el orden y la armonía, etc., es nada más y nada menos que la Sabiduría motor del Universo.

22/4/14

Naturaleza humana: hombre y mujer

“Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano”. Goethe

Decía Einstein: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”. Si hay algo que iguala a hombres y mujeres en palabras de la escritora Mary Anne Evans es que “Ambos comparten una misma naturaleza: la estupidez. Y ambos tienen idéntico derecho a ser estúpidos”.

De la personalidad femenina es un mito aún hoy aceptado por hombres y mujeres que por su mismo género las mujeres son, o deben ser de alguna manera tontas: “Una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo” (Voltaire). De esta creencia se deduce fácilmente que el hombre debe ser entonces el gran responsable que debe cargar sobre sus hombros de buena gana y sin quejarse el peso del mundo.

Re-conocer en uno mismo defectos y virtudes, saber y ser responsable, poder responder, de los propios actos y sus consecuencias es una conducta de integridad que está mas allá de la distinción de los sexos.
.
Sobre las relaciones mucho se habla de machismo y feminismo, pero lo cierto es que los hombres son como son porque las mujeres son como son, y viceversa, es decir requerimientos y expectativas de unos y otras están basados en el grado de crecimiento y libertad interiores y en la medida que han realizado y armonizado en sí mismos sus aspectos masculinos-femeninos.

Desde la perspectiva de las energías, todo en el universo funciona en polaridad en equilibrio, como principio básico de la vida el ser humano recibe energías del Cielo o masculinas y de la Tierra o femeninas. El planeta no es solamente el hogar que nos cobija, nuestro cuerpo es parte. Todos estamos constituidos por ambas energías, por lo común con predominio de alguna de ellas lo que determina en principio una forma de ver y de ser.

Desde el punto de vista esotérico la energía primordial de la mujer es de tipo mental, parte de su cerebro, mientras que la del hombre surge en sentido inverso, del centro sexual. De ahí que en la relación sexual la mujer debe poder bajar su energía hacia los órganos sexuales.

Y así como el hombre fecunda físicamente a la mujer en la procreación quien debe llevar adelante el embarazo, la mujer fecunda-inspira al hombre en cuanto al plano mental de las ideas-creaciones y es el hombre quien las lleva adelante y las materializa en el mundo.

Las energías que recibimos y poseemos determinan cualidades que nada tienen que ver con mandatos, costumbres o condicionamientos sociales-culturales. El equilibrio y la armonía en todos los aspectos de la vida surgen cuando aceptamos, asumimos y expresamos los dos polos de energía y es entonces cuando somos Uno con el Cielo y la Tierra.

18/4/14

La propia vida: único ejemplo y mejor maestro

Las palabras de un gran instructor es lo de menos en su enseñanza; el efecto que produce su vida nunca puede compararse al de sus palabras. Ellos son los que despiertan una nueva vida, que en ellos es plenamente consciente y que en sus semejantes despunta de una manera vaga.

Aunque la doctrina que enseñen con palabras se encuentre en enseñanzas anteriores, es empero completamente nueva, porque ellos la viven de una manera que nunca pudo vivirse antes. La cosa nueva que despiertan es una clase de vida, no una doctrina. Ellos despiertan en el hombre una nueva facultad, una nueva respuesta a la vida, y hacen esto por medio de su misma vida, por medio de lo que ellos son.

Cuando los discípulos tratan de propagar su doctrina, es síntoma seguro de que la vida se está perdiendo ya. Los que cooperen en la labor del Despertar, deben vivir una nueva vida, y no enseñar una nueva doctrina. Enseñar es primordialmente vivir.

Las doctrinas, los libros y las conferencias sin la vida de la cual son chispas no tienen objeto. Las palabras de Jesús hubieran carecido de sentido, hubieran sido impotentes, sin el ejemplo de su vida no hubieran subsistido.

Por lo tanto, la labor suprema del Despertar es vivir una nueva vida. Lo que debemos enseñar a los demás no es una repetición de palabras, ni mucho menos nuestra poca estima hacia quienes no comprenden, sino nuestra propia vida.

El arte de la vida tiene que ser nuestra actividad creativa. No hay arte más exigente que este arte de la vida; nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y acciones forman todos parte de nuestra nueva creación. Porque es la creación lo que es capaz de afectar a los demás, de despertar la vida en ellos. Así podremos enseñar, así únicamente.


(J.J. Van Der Leeuw en “La vida, el único instructor”)

14/4/14

Cartas desde la Tierra

Este es un lugar extraño, un lugar extraordinario e interesante. No hay allí nada que se le parezca. Toda la gente es loca,  el hombre es una rareza maravillosa. En las condiciones más favorables, es una especie de ángel del grado más bajo enchapado en níquel; en las peores, es indescriptible, inimaginable, y siempre el hombre constituye un sarcasmo. Sin embargo, con toda sinceridad y halagándose, se llama a sí mismo la obra más noble de Dios.

Es verdad lo que les digo. Y esta idea no es nueva en él: la ha pregonado a través de todos los tiempos, creyendo en ella. Nadie, en toda su raza, se ha reído de tal pretensión. Más aún –si puedo obligar a ustedes a hacer otro esfuerzo de imaginación–, está convencido de ser el favorito del Creador.

Mark Twain

4/4/14

El arte de vivir o una vida lógica II


En los Misterios Menores se enseñaba que el designio y propósito de los Iniciados era restaurar el Alma en su estado original de pureza, más el conocimiento ganado por su experiencia en el mundo, habiéndose unificado de ese modo, en verdad y de hecho, con el Todo. (Reuben Clymer, "La filosofía del fuego")


La búsqueda espiritual, la filosofía, el conocimiento, la ciencia, el arte y su poesía no son compartimientos estancos, en su sentido mas elevado son una sola y misma cosa: la búsqueda de la verdad que une. Una búsqueda que llega a ser un alimento vital y no consiste simplemente en seguir un sistema de creencias o un determinado camino espiritual, es una forma de vida: de ver, de sentir, de hacer y de Ser.

El "Verbo se hizo carne y habita entre nosotros" y "El Reino de los cielos esta en nuestro interior"  significan que  la Verdad  subyace en el alma-esencia del hombre. Y cuando se empieza a manifestar a través del trabajo de apertura interior  el hombre conoce por si mismo y la propia vida se transforma en la Verdad.

Muchos consideran que pensamientos y sentimientos nobles como el amor, la compasión y la ecuanimidad hacia todos los seres son virtudes re-servadas para unos pocos seres considerados santos que llevan una vida re-disciplinada y poblada de abstenciones, pero una mayoría ignora que el esfuerzo y estas virtudes otorgan alegría, armonía, paz y bienestar general, autoridad-poder personal y re-generación-sanación física y mental. 

Porque todo lo que sale de nosotros, lo que damos,  se hace carne y habita en nosotros  y no depende de la actitud de los demás, necesitamos purificar el cuerpo, la mente y el corazón.

De la misma manera en la lógica que presenta  la vida cotidiana físico-material se sobre-valoran los deseos y placeres  del ego que generan nuevos y mas fuertes deseos y finalmente un vacío interior que nada ni nadie puede llenar. Y se ignoran y/o niegan los anhelos mas puros del alma-esencia espiritual, el único aspecto real y verdadero del ser humano.

Por otra parte tanto las influencias-mandatos como los propios deseos, pensamientos y  emociones negativas,  siempre tratados en sus consecuencias condicionantes  perjudiciales y la enfermedad, o cuando todo se derrumba, también pueden ser considerados como bendiciones si los vemos como hechos detonantes-motivantes para crecer al transformarlos a través de la alquimia interior en Luz. 

En cada aspecto o situación negativa-conflictiva de nuestra vida se halla la semilla oculta de una virtud a desarrollar: son las pruebas que necesitamos vivenciar para despertar y realizar el segundo nacimiento.