4/4/14

El arte de vivir o una vida lógica II


En los Misterios Menores se enseñaba que el designio y propósito de los Iniciados era restaurar el Alma en su estado original de pureza, más el conocimiento ganado por su experiencia en el mundo, habiéndose unificado de ese modo, en verdad y de hecho, con el Todo. (Reuben Clymer, "La filosofía del fuego")


La búsqueda espiritual, la filosofía, el conocimiento, la ciencia, el arte y su poesía no son compartimientos estancos, en su sentido mas elevado son una sola y misma cosa: la búsqueda de la verdad que une. Una búsqueda que llega a ser un alimento vital y no consiste simplemente en seguir un sistema de creencias o un determinado camino espiritual, es una forma de vida: de ver, de sentir, de hacer y de Ser.

El "Verbo se hizo carne y habita entre nosotros" y "El Reino de los cielos esta en nuestro interior"  significan que  la Verdad  subyace en el alma-esencia del hombre. Y cuando se empieza a manifestar a través del trabajo de apertura interior  el hombre conoce por si mismo y la propia vida se transforma en la Verdad.

Muchos consideran que pensamientos y sentimientos nobles como el amor, la compasión y la ecuanimidad hacia todos los seres son virtudes re-servadas para unos pocos seres considerados santos que llevan una vida re-disciplinada y poblada de abstenciones, pero una mayoría ignora que el esfuerzo y estas virtudes otorgan alegría, armonía, paz y bienestar general, autoridad-poder personal y re-generación-sanación física y mental. 

Porque todo lo que sale de nosotros, lo que damos,  se hace carne y habita en nosotros  y no depende de la actitud de los demás, necesitamos purificar el cuerpo, la mente y el corazón.

De la misma manera en la lógica que presenta  la vida cotidiana físico-material se sobre-valoran los deseos y placeres  del ego que generan nuevos y mas fuertes deseos y finalmente un vacío interior que nada ni nadie puede llenar. Y se ignoran y/o niegan los anhelos mas puros del alma-esencia espiritual, el único aspecto real y verdadero del ser humano.

Por otra parte tanto las influencias-mandatos como los propios deseos, pensamientos y  emociones negativas,  siempre tratados en sus consecuencias condicionantes  perjudiciales y la enfermedad, o cuando todo se derrumba, también pueden ser considerados como bendiciones si los vemos como hechos detonantes-motivantes para crecer al transformarlos a través de la alquimia interior en Luz. 

En cada aspecto o situación negativa-conflictiva de nuestra vida se halla la semilla oculta de una virtud a desarrollar: son las pruebas que necesitamos vivenciar para despertar y realizar el segundo nacimiento.

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