17/8/13
16/8/13
Alimentación, salud y enfermedad. Las fuerzas de formación
“El médico no debe olvidar que tanta o más importancia
tiene el conocimiento del alma que el del cuerpo de sus pacientes” (Paracelso)
“En algunos medios nutritivos actúan fuerzas que hacen que el alma humana se vuelva ajena a sus propios poderes y de esta manera ayudan a la separación definitiva entre el alma y su esencia espiritual”. (Rudolf Steiner)
Todo lo que incorporamos, para bien o para mal, se
puede considerar como alimento, así sean elementos que nutren y reparan células
tejidos y órganos, impresiones sensoriales emocionales-mentales o nutrientes
espirituales. Como seres indivisibles constituidos de cuerpo-mente-alma-espíritu
cualquier cosa que incorporamos influye en la formación del ser como un todo.
En los comestibles en general hoy en día tenemos
que considerar la calidad como el
método de cultivo, el uso in-discrimado de plaguicidas y abonos químicos que
afecta el suelo y des-vitaliza los alimentos, la manipulación transgénica, los
aditivos como mejoradores del sabor que provocan adicción, los conservantes y
edulcorantes artificiales, etc. En la producción y elaboración de carne, leche
y huevos se utilizan hormonas, antibióticos, psicofármacos, venenos de hongos,
nitratos, aromatizantes, tiernizantes y
cardiotónicos.
Hay que ver las condiciones de hacinamiento y degradación en que sobre-viven y se re-producen a veces los
animales, como los feed-lots para los vacunos y las jaulas para cerdos y
pollos. Las impresiones anímicas de nuestros hermanos menores en la
evolución, como su muerte violenta, se impregnan como energías en
la carne que consumimos.
La des-naturalización de la producción, y de la misma
vida, ha hecho que muchos componentes
agregados sean venenos, algunos
cancerígenos. De los alimentos genéticamente modificados ni siquiera sabemos
sus efectos. La incorporación permanente de
sustancias nocivas en el cuerpo no puede producir otra consecuencia que
la acidificación y la enfermedad.
Si bien hay una tendencia incipiente a valorar los
alimentos llamados orgánicos o naturales, persiste en general una enorme
ignorancia, aún entre los especialistas, sobre el poder de los alimentos como
fuerzas vivas de formación y sus efectos sobre todos los planos de existencia.
Quien transita por un camino de des-envolvimiento
espiritual al caer en una enfermedad seria
trata de dilucidar posibles
causas relacionadas con su trabajo interior: el no estar fluyendo en armonía,
el efecto del Karma negativo de esta vida o anterior, el sentimiento de soledad
frente a un mundo superficial-artificial, emociones reprimidas, pensamientos
negativos o bien cuando los alimentos espirituales no son bien digeridos.
Y además podría considerar también la experiencia que
como predisposición para la nueva vida se generó en la transición entre la
muerte y el nacimiento. La enfermedad puede ser
una vivencia in-consciente de Iniciación: “Desde el punto de vista
espiritual, toda enfermedad es una proyección corporal de procesos de
desarrollo que también pueden des-envolverse en la auto-educación y practica
consciente”.(Michaela Glöckler en El
cáncer, su tratamiento con la medicina Antroposófica)
Al estar todo en la vida íntimamente inter-relacionado
todo es importante y son tantas las posibles causas que la búsqueda puede
convertirse en algo tan complejo como a veces inútil, aún para un ser con
cierto desarrollo interior.Vivir implica la posibilidad de enfermar, nadie, ni
los maestros están a salvo, no son pocos los que padecieron alguna enfermedad
más o menos grave, por citar un ejemplo de alguien muy conocido y no muy
alejado en el tiempo Khrisnamurti murió enfermo de cáncer.
En cualquier caso y para todos es un desafío, algo hay
que aprender, trabajar, rectificar y
vivir conscientemente para crecer, así se trate de quemar Karma y/o modificar conductas, pensamientos y la
forma de vida, ser sabio no significa ser perfecto.
Siguiendo al Tao se puede fluir con la enfermedad, en
lugar de querer controlarla, resistirse y negarla, tratar de comprenderla,
acompañarla y transformarla de manera natural hasta donde se pueda. Hay un Tao
de la alimentación donde se considera el equilibrio y la armonía para la salud
de todo el ser a través de las energías yin-yang, el Cielo y la Tierra, de los
alimentos, el mismo principio energético utiliza la acupuntura.
Las células y los órganos tienen cierto grado de
consciencia y reciben influencias del
medio en que viven. Y a pesar de ser uno de los componentes básicos, esenciales
para sostener la vida y la salud y por lo tanto debiera ser de las primeras
cosas a contemplar, la dieta es uno de los aspectos que en general menos se
considera. Sería obvio empezar por lo primero, como en la construcción de una
casa hacer los cimientos, pero rara vez lo es.
De los factores físicos, se encuentra en la falta o
grave desequilibrio nutricional la base de una deficiencia inmunológica que
desencadena la enfermedad y activa las células malignas que todos tenemos. De
enfocarse exclusivamente en las células y su degeneración se pasó a estudiar y
valorar la composición del medio ambiente en que viven.
Sin descuidar los demás aspectos, con
la disciplina de una dieta natural y purificadora que establezca un
medio alcalino, se puede lograr que el
organismo recupere naturalmente el
equilibrio y la armonía perdidos y llegue a la auto-curación que es lo que
procura la medicina holística.
En todo esfuerzo de sanación natural-espiritual de lo
que se trata es de extraer del propio ser las energías que como fuerzas de
curación se encuentran en nuestro interior. “De los apremios que pesan sobre
todo ser, solo se libera aquel que se domina a sí mismo” (Goethe).
A pesar de la tecnología y los modernos médicos,
Hipócrates considerado el padre de la medicina consideraba de la mayor
importancia el tema de la alimentación, lo mismo se puede decir de Paracelso en la Entidad de los Venenos en los alimentos. Haciendo una analogía con los antiguos,
es llamativo ver la ignorancia de muchos de los hoy llamados especialistas en
nutrición, alejados de la sabiduría y del fluir de la naturaleza.
En la Unidad del Universo el organismo humano es un re-flejo del Cosmos
y está influenciado por él. Así, hubo una época muy lejana en donde los
sacerdotes-magos eran médicos y astrónomos-astrólogos, en su sabiduría poseían
la visión de una Ciencia Espiritual que
podía integrar a todas las disciplinas como aspectos in-divisibles del Todo: "Nadie que ignore la Astronomía puede llegar a alcanzar la verdadera sabiduría médica." (Paracelso)
Para un espíritu libre que cultiva un profundo sentido de unidad de la
Vida, suele ser muy difícil elegir y seguir una especialidad, abrazar una única
profesión, estudio o trabajo porque no sabe qué ser y hacer en un mundo
fragmentado. Lo mismo le puede suceder a la hora de elegir un determinado
camino espiritual porque considera justamente que la unidad espiritual está por
sobre cualquier religión, dogma o camino:
“Tao es eso de lo que no es posible separarse ni por
un instante. De lo que uno puede apartarse no es Tao” (Zhong-yong).
Todo tiene un sentido,
a veces más de uno y hasta puede
trascender lo individual, y la enfermedad lo tiene al igual que el nacimiento, la vida, la salud, la muerte y
todo lo demás Solo la más elevada
sabiduría espiritual nos puede develar cómo,
por qué y para qué en el tránsito por una vida debemos enfermar, pues en
la enfermedad también subyace la Perfección.
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