“La magia es la filosofía de la alquimia”. (Paracelso)
Y también se puede decir, por extensión, que es la filosofía de la libertad. El mago no
intenta dominar las fuerzas de la naturaleza, sino comprender sus leyes y
alcanzar la armonía colaborando con
ellas. No hay en las leyes naturales
nada falso ni artificioso ni ilusorio por eso representan la esencia y la fuerza fundamentos de una
vida simple, íntegra y espontánea, hecha con verdad y rectitud en todos sus aspectos, el regreso a la condición normal-natural y pura del hombre.
Realmente hay paisajes y lugares tan fantásticos que se dice de ellos que habría que conocer
al menos algunos antes de morirse, y
además siempre surgen nuevos destinos más interesantes, exóticos y/o más
perfectos para nuestros gustos. “Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no
es lo que vemos, sino lo que somos” (Fernando Pessoa).
Pero también es un privilegio y no reservado para unos
pocos contemplar un simple atardecer
con un cielo mágicamente pintado de naranjas y rojos. Y para el buscador de la
verdad están los viajes interiores, hacia lo profundo del alma y desde ahí no
solo hacia cualquier parte del mundo sino hacia todo el Universo.
Muchas situaciones de la vida cotidiana pueden ser
contempladas y abordadas desde la perspectiva de la magia, enriqueciéndolas al
darles una significación más profunda que la habitual, algo que merece ser
vivenciado y no desperdiciado, siguiendo
este camino podemos llegar a contemplar que la vida misma es magia.
Creemos que seríamos felices de poder cambiar determinadas
cosas en nuestra vida; pero las condiciones para toda verdadera transformación están
dentro de nosotros mismos y es preciso enfrentarlas, sino aunque pudiéramos extirpar esas cosas que
nos molestan, sólo serviría para provocar otras similares. Algo que se ve
claramente cuando tropezamos con la
misma piedra una y otra vez.
La vida y la evolución no se detienen a esperarnos, la
única forma de crecer es seguir y seguir creciendo. Cuando predomina el egoísmo
a veces es necesario que el cuerpo físico se debilite y/o enferme como única
manera para que se abran los centros superiores y se empiecen a soltar ataduras.
Cuando se ha alcanzado un determinado grado de desarrollo
uno se vuelve más sensible y sutil, se puede poseer cierta fuerza espiritual
pero también en un sentido se es más vulnerable, los problemas se agudizan porque se hacen
evidentes. Y cuando nos enfrentamos a ellos ya no podemos negarlos y no paramos
hasta liberarnos.
Mago-sabio es aquel
que rompe cadenas, se libera, y con su ejemplo libera a otros, de
ataduras propias y ajenas, siendo Uno
con la Sabiduría Infinita conoce y aplica las leyes de la naturaleza y realiza su vida fluyendo en armonía y
equilibrio con todo lo que hay.
Si pensamos en fuerzas espirituales dispuestas a ayudarnos
a equilibrar-contrarrestar el egoísmo, el miedo, la ignorancia, etc., tenemos que
contemplar la existencia, en otros planos, de un Servicio a la Verdad
implementado por Seres Superiores en los Ministerios
de Magia. De otra manera nuestro descenso sería aún mucho más pronunciado y
penoso.
En las cartas de Tarot la Vara del Mago representa el
dominio de la fuerza espiritual y la capacidad de utilizarla en el plano
terrenal, las plantas indican armonía
con la naturaleza y los ciclos de la vida, los símbolos de lo infinito nos
hablan de la circulación de la energía universal en nuestro cuerpo. El Mago es
un ser completamente realizado capaz de dominar
cualquier situación de la vida, trabaja
con los elementos siguiendo el camino del conocimiento Superior.
Como sucede con las vivencias más íntimas, una definición de diccionario no puede
explicar la esencia y el significado de la Magia. Innumerables textos se han escrito: rituales
secretos, símbolos, invocaciones, técnicas, entrenamiento, estructura, etc.,
otorgándole la connotación de una disciplina compleja y dura, más cerca de la mente que del corazón, pero la Sabiduría del
Amor que la nutre nada tiene que ver con los apegos, pensamientos y emociones que experimentamos a diario.
Lo que provoca que muchos que no están dispuestos a seguir
semejante disciplina, y menos a abandonar
las cosas del mundo, huyan des-pavoridos y elijan seguir navegando por el
sin-sentido del sentido habitual. Hay que sincerarse, no es lo mismo aspirar a
ser un mago-maestro o iluminarse en una sola vida que aprender ciertos
principios que nos van a ayudar mucho en la vida cotidiana y a despertar a una
nueva consciencia.
“¿Qué puede hacer un ser humano en una sola vida para
ganarse el cielo o el infierno por toda la eternidad? Una sola encarnación no
basta para ofrecernos una clave, y nos deja sólo con la sensación de
injusticia”. (Dion Fortune).
Tampoco se trata de negar o ignorar todo el desarrollo
que implica un camino de crecimiento
interior-espiritual reduciéndolo a un conjunto de principios y/o técnicas
separadas de su esencia, lo que implica una gran limitación al perderse la vivencia de unidad y la plenitud de ser Uno
con la Sabiduría que las inspiró.
En todo caso no es un entretenimiento, aún sin aspirar a la maestría, la práctica
consciente implica al menos silencio interior, un esfuerzo de apertura y de percepción más sutil y un auto-conocimiento
que determinan un nuevo estado del ser. Todos
somos magos en potencia, según nuestra voluntad y desarrollo interior será el
grado que alcancemos y para el mago todo lo que hay por donde se mire es magia natural
porque emana de la Fuente Primordial.
Podemos empezar por nuestro propio cuerpo: su constitución
y funcionamiento en constante perfección de acuerdo a las necesidades
evolutivas del ser humano, las maravillas que pueden realizar un cuerpo y una
mente bien cuidados, purificados y entrenados y, a través de la meditación profunda, las posibilidades infinitas de elevación interior-espiritual.
La vida y las proezas de los Grandes Maestros de Chi-Kung son un ejemplo del desarrollo y dominio de las energías del cuerpo y la mente y su armonización con el espíritu.
Sin pretender ser adivinos o videntes podemos
aprender Tarot y no dejar de asombrarnos
como mágicamente las cartas expresan nuestro estado actual, pasado y futuro ya
sea en el orden físico-material, mental, emocional o espiritual.
Otro tanto sucede con el uso del péndulo, invocando a nuestro Ser Interior podemos
obtener respuestas concretas a problemas y/o in-certidumbres que se nos
presentan en la vida cotidiana o usarlo como herramienta de sanación, pudiendo
ser un muy buen consejero práctico y compañero de viaje.
También podemos aprender a masajear para armonizar y/o
estimular la energía de los meridianos del cuerpo, por ejemplo el del corazón y comprobar, a veces de manera
instantánea, como por arte de magia cambia nuestro estado anímico hasta
experimentar alegría y risa espontáneas.
Estando encantados,
a partir de una hoja en blanco y un lápiz se puede escribir un libro, componer
una partitura o dibujar un fantástico paisaje que con su belleza y profundidad llegan
a conmover al alma.
Algo más que puede cambiar nuestra perspectiva demoliendo
estructuras es conocer y utilizar las
propiedades mágicas, curativas y armonizadoras, de las plantas y las piedras, que
nos invitan a acercarnos, aprender, re-conocer y respetar la sabiduría y la
perfección de la naturaleza. La lista es in-terminable como puede ser la
imaginación de cada uno.
Contemplando y meditando sobre la naturaleza, nuestra
propia vida y el universo, podemos llegar a verlas y sentirlas como la Gran
Obra de un Mago Mayor.