23/12/14
4/12/14
Los Cinco Recordatorios
1.) Estoy hecho de la naturaleza del envejecer. No hay
forma de evitar la vejez.
2.) Estoy hecho de la naturaleza de enfermar. No hay
forma de evitar la enfermedad.
3.) Estoy hecho de la naturaleza de
morir. No hay forma de evitar la muerte.
4.) Todo lo que me gusta y todos los que quiero están
hechos de la naturaleza del cambio. No hay forma de evitar ser separado de
ellos.
5.) Mis acciones son mis únicas verdaderas
pertenencias. No puedo evitar las consecuencias de mis acciones. Mis acciones
son el suelo donde me paro.
Thuk Je Che.
16/11/14
Ser y hacer II
"Si yo pudiera explicar una sinfonía de
Beethoven, no sería necesario tocarla”. (Daniel Baremboim)
El mundo gira cruel y uno se deja llevar...hacer para tener y así poder ser alguien en la vida, sobrevivir, es seguramente
la motivación (consciente o no) más común que mueve al
mundo; recién cuando aprendemos a re-conocer las limitaciones de los deseos y
condicionamientos y nuestro ser interior-superior ilimitado podemos encontrar
un sentido profundo para ser, hacer y tener.
Así como existen la magia blanca y las artes oscuras, co-existen en el mundo la evolución y la
involución. ¿De dónde saldrá la luz que pueda elevar la condición humana
actual? Por cierto que no de las ambiciones y las aspiraciones de poder del
ego.
El hombre puede creer o no en un Plan Superior y pensar que todo es producto del azar, sin embargo hay muchas evidencias de la intervención y transmisión, directa o a través de seres por algún motivo elegidos, de la Gracia Divina en la historia espiritual de la humanidad.
El hombre puede creer o no en un Plan Superior y pensar que todo es producto del azar, sin embargo hay muchas evidencias de la intervención y transmisión, directa o a través de seres por algún motivo elegidos, de la Gracia Divina en la historia espiritual de la humanidad.
"Elabora tu propia salvación" decía Buda, el Sol ilumina a todos por igual y el sendero hacia la Realización está abierto para todo el que lo
quiera seguir, pero no es automático, la decisión y el trabajo son individuales: formarse y
cambiar uno mismo para salir de la ignorancia-oscuridad, alcanzar la sabiduría-luz
y ser un ejemplo vivo de aquello que se predica.
La Verdad es una sola pero las
interpretaciones abundan y una misma cosa es nombrada y considerada de diversas
maneras Hay egos que a partir de ciertos conocimientos y experiencias religiosas
creen que pueden salvar al mundo, y de hecho permanecer en la memoria colectiva.
Pero a la mirada más profunda se delata que confundidos en su intimidad terminan por
confundir a los demás. El cambio empieza por casa. Nos dice el Dalai Lama que
si no sabemos o no podemos ayudar, por lo menos no hagamos más daño.
La comprensión profunda, la ecuanimidad,
el amor, la compasión, etc. son todas manifestaciones de sabiduría que permiten
soltar ataduras, liberarse y ayudar a otros a liberar el sufrimiento. Ser como un niño expresa el estado de alegría
y paz del Iniciado luego del segundo
nacimiento, una mente abierta y flexible y un corazón tierno se impregnan más fácilmente
de la Luz.
Semejante estado del Ser no significa ingenuidad, falta de consciencia o indiferencia por el sufrimiento de los demás, constituye una expresión de sabiduría. Si otro sufre por mi enfermedad y yo sufro por su dolencia lo único que vamos a lograr es potenciar el sufrimiento.
Siempre es importante ver nuestras intenciones para hacer lo que
hacemos. Es auspicioso tener buenas intenciones pero sin el esfuerzo del recto hacer
de poco sirven. Nunca nadie se iluminó solo por tener buenas intenciones o
pensamientos, la frase “pienso, luego existo” debería cambiarse por actúo, luego existo.
Una secuencia lógica sería primero ser para luego hacer lo correcto, pero sin el hacer nunca llegaremos a Ser. Nuestro
devenir depende del trabajo perseverante de purificar y elevar acciones,
conductas, pensamientos, palabras y emociones.
La motivación para la Gran Obra del
alquimista, ("En Benarés te la enseñarán con la fórmula Om Mani Padme Hum". Grillot De Givry) , es en esencia su desarrollo interior, la materia misma de la Obra, pero nunca se le revelará al artista el
signo de la Estrella de los Magos sino a
través de la disciplina de la práctica, la purificación y la transformación: mantener el fuego constante.
En la doctrina del Zen, Ser, Ver y
Actuar se consideran sinónimos e inter-cambiables, la paradoja es que producido
el Despertar se desvanecen las
dualidades y ya no hay ser y no-ser, hacer y no-hacer, pensar y no-pensar,
etc., y nada puede ser sostenido con ningún apoyo.
Para Ser hay que hacer, ese es nuestro
desafío como seres humanos. Leer de vez en cuando, asistir a retiros, conferencias
de maestros o meditar media hora por día y luego, la mayor parte del tiempo,
estar enfocado en la personalidad y sus intereses materiales
relacionados, el tener, no ayudan a lograr una verdadera transformación.
El buscador no puede ignorar el principio de no hacer nada que no esté en sintonía con su
genuina aspiración espiritual, nada que no sea para el bien común, la común-unión, algo que
gran parte de la humanidad olvidó. La vida cotidiana en cada pequeño detalle
nos brinda la gran oportunidad, como una bendición, (“Señor, Señor, como me
glorificas”. Cristo), de poder practicar nuestra mayor aspiración.
Ser es ver y poder vivenciar que no
somos un nombre, un cuerpo y un ego, somos seres espirituales transitando una
vida material. Esta comprensión debiera presidir todos nuestros actos. Las
herramientas abundan y los caminos no
faltan pero se necesitan el esfuerzo y la perseverancia en el estudio, la
reflexión y la práctica, el hacer.
Para entrar en la corriente hay que entrenarse como un atleta y aprender
a nadar muy bien, de otra manera es mejor no tirarse al agua. Entrenarse
significa disciplina, el orden como un ritual, estar siempre conscientes de
quienes somos y trabajar para experimentarlo en todo momento y lugar. En la
filosofía taoísta del Tai-Chi se considera que lo espiritual sin el entrenamiento
es la esencia sin la aplicación; la práctica sin el acompañamiento espiritual
es la aplicación sin la esencia.
Si solo vemos las formas y apariencias
de las cosas y nos dejamos arrastrar por los deseos, las ilusiones y las
emociones nuestra mente y nuestra percepción se vuelven superficiales, limitadas y cada vez más
densas, nuestro corazón se endurece, la fuerza de la vida disminuye y aparece la
enfermedad.
Aquel que transitó todos los pasos del
buscador de la verdad, sus dudas, sus caídas, sus penas y alegrías y que
alcanzó una elevada perspectiva para discernir, que no es elegir o rechazar
sino comprender, la relatividad del ego y la Realidad y es su alma la que dirige su ser,
puede ser llamado Maestro de la Vida.
En su sabiduría expresada en sus
virtudes siempre está dispuesto a dar con generosidad, pero no necesita
convencer a nadie ni tener seguidores y
no juzga a quienes lo rechazan o le expresan in-gratitud; su hacer es impersonal, simple y natural y en armonía con la naturaleza, el mundo, la
vida y el Universo.
10/10/14
Ser y hacer
¿Quién o qué determina nuestras acciones? ¿Es por un
anhelo del ser interior de armonía, des-envolvimiento y crecimiento para ofrecer, o
se deben a los deseos nunca satisfechos del ego: el poder, la ganancia personal,
el re-conocimiento, la permanencia, etc.?
¿Necesidad o deseo (o condicionamiento social)? Nos guste o no, una vez satisfechas
las necesidades básicas de la vida, incluído el alimento espiritual, prácticamente
todo lo demás son deseos que buscan satisfacer la ambición del ego.
Toda acción presenta en principio dos aspectos, una
motivación-intención para realizarla y un resultado o consecuencia. En el
budismo se considera que la recta intención es el componente esencial
de una buena acción, más allá de los resultados obtenidos y además determina el karma
de quien la originó.
Si hablamos de motivación tenemos que contemplar los
pensamientos y el grado de consciencia que la des-encadenan, cuanto más
elevados sean esos pensamientos más elevada y pura será la motivación y la
acción. Cristo enseñó la importancia del pensamiento que genera y es ya una
forma de acción.
La acción de los Maestros consiste en hacer lo que hay que
hacer, sin tener un motivo personal ni esperar o buscar un resultado provechoso
de algún tipo, es la acción pura y la manifestación de la verdadera entrega: el amor. El Yoga de la
Acción que se propone en el Bhagavad Gita es la acción que no genera
con-secuencias (o Karma) que puedan
condicionar y/o atar al Ser a las
expectativas del ego.
La ola no puede ser sin el mar, sabe que no puede existir
sin él ni menos separarse, pero el ser humano puede olvidar o negar Aquello que
lo sustenta y creer que es in-dependiente, diferente y omnipotente. Así
como debemos aprender a convivir en armonía con la naturaleza, y entre
nosotros, en lugar de pretender dominarla hasta destruirla, debemos soltar el
ego y aprender a dis-cernir, encontrar y vivir en armonía con la Verdad en
lugar de pretender adaptarla a nuestro interés personal.
La tarea del buscador es re-cordar y ser uno con Aquello
que es el origen de todo re-estableciendo permanentemente los vínculos que nos
unen. La ignorancia es olvidar o negar esa relación. No es otra cosa que lo que
afirma la frase hermética “como es arriba, es abajo”, un principio básico que rige
en el Universo expresado de manera tan in-creíblemente simple
como profunda y tan poco comprendido como seguido. Las verdades espirituales no
son de este mundo ni solo para este mundo, trascienden el tiempo y el espacio.
En la tradición taoísta el principio de la No-Acción (Wu-Wei) no
significa la pasividad de vivir en una nube o no cumplir con las obligaciones
cotidianas, significa no hacer nada que no esté en armonía con el Todo, el Tao,
Aquello que no se puede definir con palabras. Hacer lo que hay que hacer de la
mejor manera posible no como trabajo sino más bien con la alegría del servicio sin esperar nada a cambio, vivenciando que en todo existe
una Voluntad y un Propósito Superiores.
11/9/14
Siempre es Hoy
Pretender resolver un problema situándose al mismo nivel que
el problema nunca será la mejor solución. Conocer las cosas del mundo puede ser
muy interesante como ejercicio intelectual que nos llena de erudición, pero no resuelve los problemas esenciales del hombre. Podemos ostentar toda la
sabiduría posible del mundo pero sin el amor nunca podremos comprender y menos vivenciar las verdades
espirituales.
Para la Ciencia Espiritual, y aunque los médicos no la
contemplen en sus catálogos oficiales, la falta de des-envolvimiento espiritual
se considera una enfermedad, y el más grave de todos es aquel que estando
enfermo ni siquiera se da cuenta de
ello.
Todo sincero buscador en su anhelo de auto-conocimiento se
enfrenta en algún momento como ser humano ante la vivencia de la impotencia, ya
no hay respuestas, y es una experiencia esencial por un lado porque implica
re-conocer las propias limitaciones (empezar a sanar) y por otro la necesidad de
abrirse y elevarse a una perspectiva mayor-espiritual.
Cristo nos mostró el camino hacia la Redención: la fuerza sanadora del médico que cura la enfermedad que niega lo Divino en nosotros. En nuestro cielo no habrá un arco iris, un puente entre lo divino y lo humano (el primero fue visto por Noé luego del Diluvio) ni una estrella (ángel) que nos ilumine, si nunca queremos mirar.
Cristo nos mostró el camino hacia la Redención: la fuerza sanadora del médico que cura la enfermedad que niega lo Divino en nosotros. En nuestro cielo no habrá un arco iris, un puente entre lo divino y lo humano (el primero fue visto por Noé luego del Diluvio) ni una estrella (ángel) que nos ilumine, si nunca queremos mirar.
Se puede hablar mucho del amor y la compasión, hace tanto que
es lo mismo que la ignorancia parece
triunfar, pero lo cierto es que en nuestra intimidad sostenemos, aun entre los
que siguen una vía religiosa, que podemos ser felices a pesar del sufrimiento y
la in-felicidad de los demás.
Estamos muy lejos de nuestro último ciclo de la evolución en
este planeta, la séptima etapa del séptimo ciclo en que la misma Tierra se hará cada vez menos
densa, en el cual los principios espirituales cobrarán su verdadera dimensión y
una mayoría, constituida por el Hombre Verdadero, la bodichita del budismo, ya no podrá sentirse bien
sabiendo de la in-felicidad de sus semejantes.
Hoy así como ayer, para algunos sentirse más vivo es el sentido de amar y para
otros representa el sentido y la motivación del mal. Cada vez más se van diferenciando
los grupos humanos en corrientes que
siguen el principio del bien y los que siguen al mal. Y todo esto tiene sus
consecuencias, nada en la evolución es por casualidad.
Y así como vamos en camino de pasar, en el final de la actual quinta
etapa, por un in-decible período de transición, una guerra in-imaginable, y vemos que sus semillas ya están germinando
hoy, no ya entre naciones o grupos sino de todos contra todos; luego cuando en nuestro último ciclo terrestre suene la séptima
trompeta se producirá la gran batalla del Arcángel Miguel contra las fuerzas
tenebrosas.
El buscador tarde o temprano se pregunta ¿Por qué las cosas
deben ser así? Se puede decir que hay Misterios Mayores que no estamos
preparados para comprender, pero bajando a
nuestra Tierra si no existiera el mal, el bien no podría alcanzar la grandeza
que llegará a manifestar.
Para quienes vislumbran que la eternidad es siempre el Hoy,
que están cansados de esperar y ver por doquier la estupidez humana, que
sienten que su camino es una mentira, no desean ya esperar 5000 años más y
sucesivas re-encarnaciones para empezar a crecer y a vivenciar los principios espirituales que llevan al bien, al amor y a la verdad.
El amor no garpa
nada, no cotiza en el mercado de valores, tenemos una idea muy limitada y equivocada del amor si creemos que vamos
a recibir alguna recompensa terrena o divina, en esta vida o en otras. El
verdadero amor es dar con todo el ser y punto, no genera ninguna ganancia
personal más que la satisfacción de ofrendar libremente a otros algo de si, la Humanidad es la que se beneficia de él.
La vida, las enseñanzas y los ejemplos de los Grandes
Maestros que encarnaron en nuestro planeta están íntimamente ligadas a los
designios del mundo espiritual, a transmitir los principios y virtudes que más tarde, luego de innumerables tribulaciones al borde del abismo, serán
una verdad inexorable para el ser humano: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mateo; 35).
La venida de Cristo a la Tierra tiene un sentido más profundo
que el que le puedan dar la religión y la teología académica, fue el hecho más
importante que concierne al mundo espiritual que rige nuestro destino humano y
del cual el hombre fue testigo, entre las sombras, del tiempo que nombro.
El no vino para asumir los pecados del hombre, al tocar Su
sangre la Tierra, ésta se convirtió en Su espíritu. La vivencia del Cristo
interior surge al re-conocer la propia soberbia y omnipotencia, y luego experimentar
como impotencia la muerte del alma prisionera
en el cuerpo físico y su resurrección por el espíritu.
6/8/14
Más allá del horizonte (hay otros cielos) II
“A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas”. (Marcel Proust)
Como las tinieblas que velan la Estrella del amanecer, hay muchas maravillas que ignoramos, pasamos por el mundo ilusionados por los deseos y las apariencias sin detenernos a considerar los aspectos valiosos y más sutiles de la Vida. Empezar a contemplar qué hay más allá de los límites de nuestro horizonte es ampliar la consciencia abriendo una puerta (iniciación) a otras realidades.
Aunque lo neguemos o ignoremos, todo en la Vida Una está íntimamente relacionado
y por lo tanto también lo estamos con los
seres sutiles que forman parte de la Creación y con los cuales
existe una reciprocidad cierta con nuestra
realidad humana.
El eco resultante de nuestras acciones jamás se pierde, su
alcance es im-pensable para el hombre común, motoriza las fuerzas sutiles del
bien o las tenebrosas que estando en sintonía se nutren de esas energías y las potencian. En cualquier caso todo
vuelve y se hace carne en nosotros, ya sea para iluminar nuestro camino, y el mundo, o
para oscurecerlo.
La ignorancia del ego es la de aquellos que: “Aunque buscan felicidad
destruyen sus propias causas de felicidad como si de un enemigo se tratara; y a
pesar que buscan evitar el sufrimiento cuidan las causas de éste como cuidarían
a un amigo” (Shantideva).
El ego, el yo, la personalidad, la in-dividualidad… ¿Quién es quién, quién tiene el control? En
el teatro de cada vida hay un actor principal (único, verdadero) y uno o varios
personajes secundarios. Buscando la mejor interpretación a menudo quedamos
enredados y perdemos de vista la
realidad que el guión original pretende expresar. Para quienes temen perderlo,
tras-cender el ego no significa suprimirlo sino ascender o elevarse por sobre él
y poder ver e ir más allá. Trans-formarlo es la alquímia interior mediante la cual es purificado y luego elevado a un nivel
superior.
Hay algo que nos distingue sin por eso separarnos de los demás y nos
acompaña vida tras vida. Los seres más elevados que trascienden y/o transforman
sus egos mantienen sus rasgos in-dividuales, podemos verlo en la conducta
siempre amorosa del Buda y en las actitudes rebeldes de Cristo frente a los sacerdotes,
los viejos patrones establecidos y a los fariseos.
Es auspicioso tener consciencia de los demás, pero si uno mismo no está
alineado con el ser superior se corre el riesgo de ser dependiente o controlado
por los otros. Decir que somos bondadosos con alguien que no nos agrada solo para
ser coherentes con nuestros preceptos religiosos o sociales-culturales es una
forma de hipocresía y/o una trampa del
ego, no es una conducta auténtica ni se ajusta a la verdad del Principio de
Correspondencia.
Quien alcanza la iluminación, luchando contra los vientos más fuertes y
las mareas más poderosas, nunca será para salvarse a sí mismo sino por el más
elevado amor y para beneficio de toda la humanidad, seguramente por eso hay tan
pocos seres iluminados.
El buscador sabe que cualquier cosa que le pase, aunque pierda el rumbo y esté a la deriva, todo
espera un sentido, y si permanece verdadero, tiene confianza en las
fuerzas benéficas y continúa su esfuerzo, la Providencia siempre le da más que
lo que busca y el estado de Gracia
volverá como antes…
…“Y podrás volver a lo profundo de las nubes,
y de nuevo sonreír a muchos otros rostros,
y dar a tú alrededor un poco de ternura,
cuando otro quiera ocultarte su tristeza”. (1)
Desde la más antigua tradición espiritual existe una Teología
que como Ciencia Sagrada se desarrolló junto con la Antropología y la Cosmología de orden espiritual. En muchas culturas
antiguas, sino en todas, encontramos con diferentes nombres ángeles y otros
seres sutiles que forman parte de la cultura cotidiana y colaboran con el
hombre y lo ayudan a crecer en forma
integral.
Hay niveles ascendentes de consciencia-sabiduría
espiritual hacia afuera del hombre, pero
también existen niveles o grados sutiles de sabiduría hacia el interior
del mismo. Unos 7000 años a.C. Hermes enseñaba en Egipto que el Cielo está
arriba pero también está abajo dentro de cada ser, a nivel celular también
tenemos mensajes y mensajeros. Cristo
lo re-afirmó como para que no queden dudas al decir que busquemos el Reino de
los Cielos en y a través de nuestro
interior.
En los diversos planos espirituales o Cielos los seres
más cercanos al hombre, mensajeros y mediadores entre la Divinidad y el
hombre son los Angeles, una función que cumplirían
las religiones en la Tierra. El término Jerarquías alude a los distintos grados
de elevación de los seres que se corresponden con los planos según el Principio
de Vibración.
“En Persia hacia el año 1200 a.C, el zoroastrismo asumía
la existencia de dos fuerzas distintas: Ahura Mazda, creador de la vida y
bienaventuranza seguido por los espíritus benéficos o ángeles y el demonio
representado por Angra Mainyu, secundado por los ángeles caídos. Esta teología ejerció notable influencia en el
judaísmo durante el tiempo que el pueblo de Israel estuvo cautivo en Babilonia,
en el cristianismo elementos como los
ángeles, el fin del mundo, el juicio universal, la resurrección, el cielo y el
infierno son el legado de Zoroastro”. (2)
“El sufismo tiene una visión muy clara y específica de los
ángeles y su papel en la vida de los seres humanos, consideran que el hombre nunca podrá lograr la Perfección sin
la ayuda del poder angélico. Los ángeles han sido parte de las creencias del islam
desde el comienzo, cuando el arcángel Gibril
(Gabriel) le entregó al profeta Mahoma el Corán, el libro sagrado del islam”. (2)
“El libro “Angels Unveiled: A Sufí Perspective” del
maestro Shaykh Muhammad Hisham Kabbani,
explica la visión de los ángeles en el sufismo:
"Los ángeles
son la esperanza de la humanidad.
Son el recurso de
luz y la energía de la creación.
Son los faros para
cada persona que busca,
el oasis en cada
desierto,
las olas en cada
océano,
la primavera en cada
río,
el cristal en cada
diamante.
Son el rocío del
cielo en cada hoja.
Son la vida en cada
gota de sangre en los seres animados,
el movimiento detrás
de cada célula viva.
Son la fuerza que
mueve las constelaciones y las galaxias.
Son las estrellas,
los soles y las lunas en cada firmamento.
Los universos que
nadan en sus órbitas.
Son súper poderes
conocidos por todas las tradiciones, creencias y filosofías."(2)
La Cosmología Sagrada que muy poco tiene que ver con la astronomía
académica-racional y la astrología actuales, considera que las estrellas (como la
que siguieron los tres Reyes-Magos) son ángeles hechos visibles, y los planetas
son seres vivos que poseen un espíritu, unos y otros nos afectan.
Los elementos no
son cosas, son principios que pueden ser vivificados y elevados, como el agua al ser
bendecida, y los llamados elementales son los seres que en ellos se manifiestan.
Como sucede con todas las relaciones no
todos los elementales son benéficos para el hombre, algunos simplemente se
alejan porque le temen debido a su soberbia y destructividad.
Para quienes aman la naturaleza conocer la
vida de los seres sutiles que la habitan es un saber que siempre enriquece y
promueve una relación profunda de respeto y unidad con ella. Nos permite
comprender la función de estos seres, colaborar con ellos y hasta solicitar su asistencia.
“En el Corán se ha incluido uno de los pocos textos escritos por los
propios genios, máximos exponentes
del elemento fuego, es el Sura LXXII, verdadera declaración de fe de estas
criaturas a Dios y perfecta oración para recibir del Todopoderoso su Clemencia.
Fue el mismo Mahoma quien convirtió a Dios toda una tropa de genios, en ocasión de abandonar la
ciudad de Taief.”(3)
El conocido mito sobre Magos que provocan la lluvia, o la detienen, deja de
ser mito para ser realidad cuando se conoce la existencia de los seres sutiles de las nubes y la
posibilidad cierta de comunicarse con ellos.
Los árboles que caminan, hablan y ayudan a los hombres no
son solo el producto de la imaginación
del autor de “El Señor de los Anillos”, existen en lo profundo de algunos
bosques árboles que fueron dotados de sabiduría y que poseen la capacidad de
trasladarse y comunicarse con el hombre. (4)
Si lo Absoluto no puede estar contenido en ninguna parte, nadie puede
afirmar que los planos de existencia que consideran las religiones (ninguna es completa) sean la
Verdad Ultima y que arriba de ellos
no existan otros Cielos, así como otros universos, in-concebibles para el
hombre actual, tal es la posibilidad in-cognoscible de la Infinitud, la Realidad
supera cualquier interpretación, creación o imaginación humanas.
La Perfección no es in-móvil, es
dinámica, no es una meta es un camino hacia la Redención. En lo profundo del alma sabemos que lo imposible es posible: nacemos para
buscar y ser la Perfección como
Consciencia Universal que ya está en
todo lo que hay, en las semillas en
nosotros, en la naturaleza y el cosmos, en
forma visible o in-visible, todos los Cielos esperan que abramos nuestro
corazón para vivenciarla.
(1) Fragmento de “La Amistad”, Franςoise Hardy.
(2) http://angelesymilagros.about.com/.
(3) Mons. Claudio Páleka en su maravillosa Obra: “Manual de criaturas visibles e
in-visibles de la Creación”, Tomo I.
(4) Son los llamados ents; Mons. Páleka menciona encuentros personales con estos árboles en nuestro país.
18/7/14
Comunicación y común-unión
Comunicar y compartir tienen la misma raíz que comunión, se
trata de aquello que es común a todos los hombres, así podemos comunicarnos desde lo
esencial-espiritual que armoniza, une,
integra, o desde las diferencias contingentes que limitan y
separan. Ser sociable o extrovertido no significa comunicarse mejor que alguien
reservado o contemplativo, todo depende del grado de unión-relación que se pretenda
y pueda establecer.
No es nada fácil expresar un pensamiento sutil, y menos aún
si se trata de una vivencia, en una frase o palabra justa que lo pueda evocar. Para el escritor es un arte que solo el
genio discursivo puede re-solver, para el iniciado es un reto que la parábola, la metáfora o la analogía a veces pueden insinuar.
La palabra-pensamiento en su aspecto esotérico se representa
con la espada de doble filo que puede crear e iluminar o limitar y herir.
Cristo nos enseñó la importancia de aquello que sale de nuestra boca.
No solo existen las palabras para comunicarse, también el
lenguaje no-verbal, como el corporal, es una forma de expresión. El arte en su
aspecto más creativo y elevado es un intento de expresar y realizar lo
in-expresable del alma. En un sentido más amplio las conductas y la forma de
vivir de una persona hablan más sobre su consciencia y su perspectiva de la
vida, es decir su estado del ser, que aquello que sus palabras puedan decir.
Desde lo espiritual la sola presencia de un gran ser irradia-comunica, a través de su aura,
energías de bienestar, de pureza e integridad aun sin hablar, el silencio puede
ser más elocuente que las palabras. Esta vivencia también se da en la
contemplación de la naturaleza y en la
relación cotidiana con nuestros hermanos menores, las mascotas. Para los seres
más sensibles, una sonrisa espontánea, una mirada cómplice o un abrazo de oso comunican más afecto
que ninguna palabra.
El método de la ciencia académica es la observación, pero no
se trata de una observación pura sino
que se basa en analizar, desmenuzar, dividir y etiquetar. Este método en tanto
es considerado científico y racional se ha constituido en paradigma para todo
en la vida en nuestra sociedad. De esta manera cuando vemos una flor, un
paisaje o una obra de arte tenemos la necesidad imperiosa de verbalizarlos,
analizarlos y catalogarlos en lugar de simplemente disfrutarlos.
Lo mismo ocurre en las relaciones inter-personales en donde
en lugar de escuchar y percibir al otro tal como es, el deseo obsesivo de
analizar y buscar la razón en todo nos lleva a la soberbia de querer modificar
su punto de vista, y su vida, e imponer el nuestro.
Ninguna influencia superior, sea un Maestro encarnado o un Angel, va a comunicarse y/o intervenir en nuestra vida derramando su sabiduría divina sin pedir nuestro permiso, tal es el respeto y la consideración de los seres de luz hacia los seres humanos; una relación-comunicación de la cual tenemos mucho que aprender.
La belleza esta en los
ojos del que mira
nos dice una máxima espiritual. En las Ciencias Sagradas la observación se
convierte en contemplación, es decir observar desde el templo interior del
espíritu, lo que implica respetar, valorar, no juzgar ni pretender modificar aquello que
se observa. Percibiendo la unidad de la vida en todas las cosas poder vivenciarse
Uno con el otro, así sean los seres sutiles de la naturaleza, los ángeles o el
prójimo, es la más elevada forma de comunicación.
10/7/14
Yo robot II (razón y consciencia)
La pretensión del hombre de un racionalismo absoluto lo
lleva al extremo de la irracionalidad, a
la robotización de la vida donde no existen la integridad, el amor al prójimo y
a la Tierra que nos sustenta, un estado-elección que finalmente solo puede
producir alienación.
A diferencia de los demás reinos el ser humano
desarrolló una consciencia de sí mismo y como una bendición posee una ilimitada
posibilidad de elevación interior, aunque este último don por lo común
permanezca dormido.
Ser consciente de uno mismo implica en principio ser
consciente de los demás y todo lo que hay que debiera promover un sentimiento y una actitud concreta de fraternidad y unidad, pero esto no funciona así cuando se quiere llevar al
ego, por medio de la razón mecánica, al pedestal
de la omnisciencia y la omnipotencia.
Hay una diferencia sustancial entre ego e individuación. Habiendo
internalizado nuestro origen y destino comúnes como humanidad podemos vivenciar amor y
compasión por otro, sentirnos uno con él, ayudarlo y acompañarlo, pero no podemos vivir
su vida decidiendo por él. La paradoja es que cada ser es
único, in-divisible, y tanto resolver el propio karma como la realización
plena-espiritual, son trabajos in-dividuales.
El ego divide, separa, piensa solo en sí mismo, en su propio bienestar y aun nadando en la abundancia busca cómo tener más de lo que sea, a pesar de las condiciones y carencias en que viven y sufren los demás.
El ego divide, separa, piensa solo en sí mismo, en su propio bienestar y aun nadando en la abundancia busca cómo tener más de lo que sea, a pesar de las condiciones y carencias en que viven y sufren los demás.
Es un hecho que no somos conscientes de una gran parte de
lo que pensamos, decimos y hacemos porque funcionamos con el piloto automático.
Razonar sobre algo no significa ser plenamente consciente de eso, por otra
parte somos conscientes, o padecemos, de una gran cantidad de
contenidos-fijaciones que son ficciones
porque son tamizados y distorsionados por ataduras-condicionamientos
propios, familiares y sociales-culturales. El efecto más profundo y negativo de
estas influencias es impedir el vuelo de la Consciencia de la Verdad.
Si bien el hecho de ser consciente es importante y a veces
imprescindible para ciertas actividades, por sí mismo no significa una mayor
apertura o perspectiva de la vida. Para que algo pueda ingresar a la consciencia
debe ser aprobado por la estructura
que rige el pensamiento consciente; de ahí surge que hay grados de consciencia-libertad o
despertar como los hay en la iniciación y
el sentido profundo o esotérico de ciertos
conocimientos espirituales que no
significan secretos sino que no son
comprensibles para todos.
Las ilusiones de la consciencia del ego (personal, social) tienden a
racionalizar y/o negar la realidad y la
consciencia sobre el hombre verdadero-universal, es decir sobre el sentido de
la vida que trasciende los fines egoicos y nos habla de Unidad.
El vacío, el
no-pensar y el no-hacer llevando una vida simple y natural de la tradición oriental aluden a
soltar, des-programar y des-contaminar la mente y el corazón para no generar
más karma ni sufrimiento ni para uno mismo ni los demás y así vivenciarse siendo
Uno con el Todo. Conceptos
in-comprensibles, imposibles y/o irracionales para la mentalidad occidental y la filosofía racional-utilitaria.
Decía Erich Fromm sobre el bienestar que: “Es estar de acuerdo (en
comunión) con la naturaleza del hombre”. Aquello en lo que el hombre enfoca su
mayor atención y despliega su mayor energía, eso se constituye en su naturaleza y su religión. De esta decisión-elección
primaria depende todo lo demás, incluso la salud y la enfermedad, ya que responde a la pregunta esencial sobre el
sentido de la vida.
Desde la psicología académica para Freud y los discípulos que siguen su
línea de pensamiento hasta hoy el in-consciente contiene todo lo reprimido,
malo, in-confesable por transgredir las pautas de conducta personales y/o
sociales, sin embargo para otro gran investigador como Jung el in-consciente
contiene la sabiduría y los arquetipos de la humanidad. ¿Quién tiene razón?
La respuesta de la visión
espiritual es que no se trata de reprimir o des-reprimir ni de una
re-adaptación social sino de transformar, de elevar lo inferior a lo superior,
llevar luz donde hay oscuridad-ignorancia.
Lo no-conocido, velado o no-recordado incluyendo la vivencia espiritual
de completud, supera ampliamente lo conocido; en este sentido hacer consciente
lo des-conocido o in-consciente no solo es una forma de empezar a sanar sino un
nuevo nacimiento y el principio del Despertar.
1/7/14
Yo robot
Desarrollar nuestra experiencia de vida en este mundo sin
una referencia espiritual que nos
contenga y oriente es vivir despojados de nuestra esencia y entonces somos como
robots re-accionando de acuerdo con nuestra programación racional.
El hombre programado,
igual que la computadora, no es más que una máquina que repite y ejecuta la
información implantada, actualizar el sistema operativo o mudarse a uno nuevo nos
permite seguir programados tal vez de una manera más amigable, estable y
segura, pero siempre alejados de la libertad de Ser.
De acuerdo a la Ley de Correspondencia algo divino subyace
en nosotros y en todo lo que nos rodea y están dadas las condiciones para que
la Tierra sea un reflejo del Cielo, nosotros y nuestro planeta estamos en y
somos parte del Reino de los Cielos, pero no lo podemos aceptar y entonces
hacemos que la vida sea sufrimiento,
como decía el Buda.
Cuando tenemos un infierno en la cabeza no podemos esperar
otra cosa que padecer y atraer sufrimiento además de entrar en conflicto con
nuestro propio corazón. El éxito en la vida, en cualquier ámbito y lugar, no
significa poseer un estado de desarrollo interno que promueva la armonía, el bienestar
y la paz interior ni el interés por el prójimo.
Hacemos de la razón nuestro máximo exponente usando el cerebro como máquinas
y podemos competir con ellas, por ejemplo en el ajedrez. El cerebro y la razón
son herramientas provistas por la Mente Universal que está en las células en todo el cuerpo y en todo lo que hay, en la tradición espiritual
primordial la consigna es unificar la
mente con el corazón, solo desde un
corazón y una mente puros se puede vivenciar lo más sublime.
Hay quienes consideran que todo es una cuestión de creer o no creer,
pero ¿Qué significa creer? En principio tener confianza, fe, pero también
significa juzgar, y si la confusión
mental no permite que tengamos confianza siquiera en nosotros mismos, a pesar de las apariencias exteriores, es muy
difícil por no decir imposible poder confiar en los demás, y es así como los
otros se convierten en enemigos.
Asociar la confianza en uno mismo con el egoísmo y la in-diferencia es parte de la confusión cuando en su sentido más elevado ya es una manera explícita y/o implícita de re-conocer una esencia divina en nosotros.
Asociar la confianza en uno mismo con el egoísmo y la in-diferencia es parte de la confusión cuando en su sentido más elevado ya es una manera explícita y/o implícita de re-conocer una esencia divina en nosotros.
Además lo que un ser puede conocer o creer acerca de si
mismo, de una disciplina, una ciencia, una religión, la vida o cualquier cosa no es
más que aquello que su perspectiva le
permite ver y comprender en ese
momento, aceptarlo es una actitud de
integridad. Pero tenemos un potencial infinito que permanece dormido.
Hay quienes dan un paso más allá y eligen buscar ser luz y aprender a
volar vivenciando y comprobando las verdades en lugar de permanecer juzgando,
des-confiando o debatiendo creencias. ¿Qué sentido tendría el amor
incondicional de un ser que solo se derramara sobre quienes fueran obsecuentes con él y le rindieran
tributos, es decir solo sobre quienes creen en él?
A lo Superior en nosotros no se llega por medio de la razón o el entendimiento por la cerebración sino más bien cuando se renuncia a ellas, por la apertura y la práctica consciente de ponernos en situación de percibir, permitir operar y manifestar las fuerzas más elevadas.
A lo Superior en nosotros no se llega por medio de la razón o el entendimiento por la cerebración sino más bien cuando se renuncia a ellas, por la apertura y la práctica consciente de ponernos en situación de percibir, permitir operar y manifestar las fuerzas más elevadas.
Se puede decir que la emoción, que es una impresión y también una turbación, es una característica que nos diferencia de un robot, sin embargo las emociones están íntimamente ligadas a los
pensamientos programados, y si consideramos que hoy día es común pensar que sentimos, podemos hablar de emociones
programadas. Del desarrollo y dominio de nuestra mente-corazón depende toda
nuestra vida y libertad, la alegría como
el sufrimiento.
7/6/14
El camino del Mago II (la magia de la vida cotidiana)
“La magia es la filosofía de la alquimia”. (Paracelso)
Y también se puede decir, por extensión, que es la filosofía de la libertad. El mago no
intenta dominar las fuerzas de la naturaleza, sino comprender sus leyes y
alcanzar la armonía colaborando con
ellas. No hay en las leyes naturales
nada falso ni artificioso ni ilusorio por eso representan la esencia y la fuerza fundamentos de una
vida simple, íntegra y espontánea, hecha con verdad y rectitud en todos sus aspectos, el regreso a la condición normal-natural y pura del hombre.
Realmente hay paisajes y lugares tan fantásticos que se dice de ellos que habría que conocer
al menos algunos antes de morirse, y
además siempre surgen nuevos destinos más interesantes, exóticos y/o más
perfectos para nuestros gustos. “Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no
es lo que vemos, sino lo que somos” (Fernando Pessoa).
Pero también es un privilegio y no reservado para unos
pocos contemplar un simple atardecer
con un cielo mágicamente pintado de naranjas y rojos. Y para el buscador de la
verdad están los viajes interiores, hacia lo profundo del alma y desde ahí no
solo hacia cualquier parte del mundo sino hacia todo el Universo.
Muchas situaciones de la vida cotidiana pueden ser
contempladas y abordadas desde la perspectiva de la magia, enriqueciéndolas al
darles una significación más profunda que la habitual, algo que merece ser
vivenciado y no desperdiciado, siguiendo
este camino podemos llegar a contemplar que la vida misma es magia.
Creemos que seríamos felices de poder cambiar determinadas
cosas en nuestra vida; pero las condiciones para toda verdadera transformación están
dentro de nosotros mismos y es preciso enfrentarlas, sino aunque pudiéramos extirpar esas cosas que
nos molestan, sólo serviría para provocar otras similares. Algo que se ve
claramente cuando tropezamos con la
misma piedra una y otra vez.
La vida y la evolución no se detienen a esperarnos, la
única forma de crecer es seguir y seguir creciendo. Cuando predomina el egoísmo
a veces es necesario que el cuerpo físico se debilite y/o enferme como única
manera para que se abran los centros superiores y se empiecen a soltar ataduras.
Cuando se ha alcanzado un determinado grado de desarrollo
uno se vuelve más sensible y sutil, se puede poseer cierta fuerza espiritual
pero también en un sentido se es más vulnerable, los problemas se agudizan porque se hacen
evidentes. Y cuando nos enfrentamos a ellos ya no podemos negarlos y no paramos
hasta liberarnos.
Mago-sabio es aquel
que rompe cadenas, se libera, y con su ejemplo libera a otros, de
ataduras propias y ajenas, siendo Uno
con la Sabiduría Infinita conoce y aplica las leyes de la naturaleza y realiza su vida fluyendo en armonía y
equilibrio con todo lo que hay.
Si pensamos en fuerzas espirituales dispuestas a ayudarnos
a equilibrar-contrarrestar el egoísmo, el miedo, la ignorancia, etc., tenemos que
contemplar la existencia, en otros planos, de un Servicio a la Verdad
implementado por Seres Superiores en los Ministerios
de Magia. De otra manera nuestro descenso sería aún mucho más pronunciado y
penoso.
En las cartas de Tarot la Vara del Mago representa el
dominio de la fuerza espiritual y la capacidad de utilizarla en el plano
terrenal, las plantas indican armonía
con la naturaleza y los ciclos de la vida, los símbolos de lo infinito nos
hablan de la circulación de la energía universal en nuestro cuerpo. El Mago es
un ser completamente realizado capaz de dominar
cualquier situación de la vida, trabaja
con los elementos siguiendo el camino del conocimiento Superior.
Como sucede con las vivencias más íntimas, una definición de diccionario no puede
explicar la esencia y el significado de la Magia. Innumerables textos se han escrito: rituales
secretos, símbolos, invocaciones, técnicas, entrenamiento, estructura, etc.,
otorgándole la connotación de una disciplina compleja y dura, más cerca de la mente que del corazón, pero la Sabiduría del
Amor que la nutre nada tiene que ver con los apegos, pensamientos y emociones que experimentamos a diario.
Lo que provoca que muchos que no están dispuestos a seguir
semejante disciplina, y menos a abandonar
las cosas del mundo, huyan des-pavoridos y elijan seguir navegando por el
sin-sentido del sentido habitual. Hay que sincerarse, no es lo mismo aspirar a
ser un mago-maestro o iluminarse en una sola vida que aprender ciertos
principios que nos van a ayudar mucho en la vida cotidiana y a despertar a una
nueva consciencia.
“¿Qué puede hacer un ser humano en una sola vida para
ganarse el cielo o el infierno por toda la eternidad? Una sola encarnación no
basta para ofrecernos una clave, y nos deja sólo con la sensación de
injusticia”. (Dion Fortune).
Tampoco se trata de negar o ignorar todo el desarrollo
que implica un camino de crecimiento
interior-espiritual reduciéndolo a un conjunto de principios y/o técnicas
separadas de su esencia, lo que implica una gran limitación al perderse la vivencia de unidad y la plenitud de ser Uno
con la Sabiduría que las inspiró.
En todo caso no es un entretenimiento, aún sin aspirar a la maestría, la práctica
consciente implica al menos silencio interior, un esfuerzo de apertura y de percepción más sutil y un auto-conocimiento
que determinan un nuevo estado del ser. Todos
somos magos en potencia, según nuestra voluntad y desarrollo interior será el
grado que alcancemos y para el mago todo lo que hay por donde se mire es magia natural
porque emana de la Fuente Primordial.
Podemos empezar por nuestro propio cuerpo: su constitución
y funcionamiento en constante perfección de acuerdo a las necesidades
evolutivas del ser humano, las maravillas que pueden realizar un cuerpo y una
mente bien cuidados, purificados y entrenados y, a través de la meditación profunda, las posibilidades infinitas de elevación interior-espiritual.
La vida y las proezas de los Grandes Maestros de Chi-Kung son un ejemplo del desarrollo y dominio de las energías del cuerpo y la mente y su armonización con el espíritu.
Sin pretender ser adivinos o videntes podemos
aprender Tarot y no dejar de asombrarnos
como mágicamente las cartas expresan nuestro estado actual, pasado y futuro ya
sea en el orden físico-material, mental, emocional o espiritual.
Otro tanto sucede con el uso del péndulo, invocando a nuestro Ser Interior podemos
obtener respuestas concretas a problemas y/o in-certidumbres que se nos
presentan en la vida cotidiana o usarlo como herramienta de sanación, pudiendo
ser un muy buen consejero práctico y compañero de viaje.
También podemos aprender a masajear para armonizar y/o
estimular la energía de los meridianos del cuerpo, por ejemplo el del corazón y comprobar, a veces de manera
instantánea, como por arte de magia cambia nuestro estado anímico hasta
experimentar alegría y risa espontáneas.
Estando encantados,
a partir de una hoja en blanco y un lápiz se puede escribir un libro, componer
una partitura o dibujar un fantástico paisaje que con su belleza y profundidad llegan
a conmover al alma.
Algo más que puede cambiar nuestra perspectiva demoliendo
estructuras es conocer y utilizar las
propiedades mágicas, curativas y armonizadoras, de las plantas y las piedras, que
nos invitan a acercarnos, aprender, re-conocer y respetar la sabiduría y la
perfección de la naturaleza. La lista es in-terminable como puede ser la
imaginación de cada uno.
Contemplando y meditando sobre la naturaleza, nuestra
propia vida y el universo, podemos llegar a verlas y sentirlas como la Gran
Obra de un Mago Mayor.
5/6/14
Escaleras mecánicas
¿Adónde va la
humanidad
sobre escaleras
mecánicas
propulsadas por
el ansia de un poder
que no puede
hacer al hombre feliz?
Pero igual va,
sin meditar
que no va a
ninguna parte,
a codazos y
empujones
con la bomba de
neutrones
para defender la
paz.
¿Qué paz?
Dame la mano
amigo
quiero sentir
que vivo,
bajémonos de un
salto
para viajar por
dentro
para volar en
alto
para crecer en
serio
para vivir,
para morir,
en paz.
Marilina Ross
23/5/14
El camino del Mago (nunca dejes de explorar)
“El que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará
también; y aún mayores que éstas hará porque yo voy al Padre” (Juan 14:12).
¿Quién no ha deseado alguna vez poseer cierto poder para
solucionar mágicamente un conflicto
interno-externo que lo enferma y aparenta
sobre-pasar las humanas posibilidades? Muchos lo han buscado, algunos lo han
creído, otros lo han negado y unos pocos lo han encontrado en su corazón.
La forma de vivir del hombre que crea obstáculos físicos,
mentales y emocionales que no permiten el propio fluir ni el de los demás hace
que sea necesario purificar y
des-aprender condicionamientos para poder acceder finalmente a una vida
simple y natural que alguna vez tanto amamos.
El arquetipo y el ejemplo del Mago representan el poder que
sub-yace en cada uno de realizar una verdadera transformación interior, de
vivenciarse en armonía con la Sabiduría del Todo conociendo la esencia, la
energía y la mente de los fenómenos y sus causas, pudiendo así iluminar y
resolver cualquier situación de la vida.
Los hechos de los Magos solo se comprenden cuando se conocen sus
fundamentos naturales y la esencia Divina del hombre, algo que una mayoría
considera practicas sobre-naturales, pertenecen en realidad al orden de las
cualidades y propiedades de los elementos que trascienden el conocimiento y la
visión comunes, en todo caso son hechos extra-ordinarios.
Por otra parte el propósito del Mago no es el de adquirir
poderes y producir fenómenos, aunque de
todos modos obtiene ciertas facultades como fruto de su trabajo interior, por
añadidura, y que llegado el caso le permitirán ayudar a otros.
La Magia bien entendida y los prodigios de los Magos no se
producen por generación espontánea ni constituyen dones de sangre, son el fruto
del esfuerzo y la auto-disciplina que pueden llevar toda una vida y a veces manifestarse plenamente recién en las próximas.
La formación del verdadero Mago es la de un Maestro
espiritual, en la antigüedad eran así llamados los sabios para los cuales no
había nada concerniente al hombre, la naturaleza y el Universo que les fuera
ajeno pues poseían un conocimiento integral de la Vida, así al mismo tiempo
podían ser sacerdotes, artistas, médicos y astrólogos.
El poder de creación del hombre despierto, su facultad más elevada
y aquello que más lo acerca a lo Divino, se corresponde con la Alta Magia asociada a la
Magia del Verbo: “En verdad os digo que si tenéis fe y no dudáis, no sólo
haréis lo de la higuera, sino que aun si decís a este monte: Quítate y échate al mar, así sucederá" (Mateo 21:21).
El gran error de la mente racional de haber separado primero
a las ciencias de lo espiritual y luego la especialización y separación en
compartimientos de las primeras hoy día los mismos científicos lo han
comprobado, aunque por cierto estamos más cerca
aun de la negación que de un re-conocimiento oficial-académico y/o
generalizado, así es la evolución humana, lenta y cíclica.
La física cuántica re-descubrió que la materia y la energía
no son otra cosa que dos aspectos de una misma realidad, que todo posee cierto grado de consciencia y no existe
nada que pueda llamarse in-animado. Los
Magos-Maestros de la antigüedad ya conocían el mundo sub-atómico sin otro instrumento
de precisión más que la sabiduría intuitiva de sus mentes en profunda
meditación y unión con la Sabiduría Infinita.
7/5/14
La naturaleza humana y el des-amor II
¿Cuánto pagarías por tener una mirada que se asome dentro
de tu soledad? Y ¿Cuánto desearías que por las noches una estrella fuese tuya
para poder conversar? ¿Cuánto darías por que al llegar el fin del día no buscar
por las esquinas una mirada de ocasión…? (Lito Nebbia).
Sería tan
distinto es
la propuesta-esperanza de esta poesía hecha canción llamada “Nadie es tan
importante como uno cree”. En efecto en este sentido vemos por doquier personajes muy
importantes en cuanto a sus conocimientos, obligaciones, trabajos, éxitos,
etc., pero muchas veces comprobamos en ellos un importante vacío interior de
amor para vivenciar y dar.
¿Es la ignorancia la causa del des-amor? El no saber
en lo que se refiere a cultura-educación-información tal cual se entiende hoy
día es en un sentido una limitación, pero no significa des-amor, se puede muy
bien amar la naturaleza, la Tierra y el Cielo y a toda la Humanidad en un saber
que trasciende el ego y lo contingente del mundo. Por otro lado se puede ser un
gran erudito y expresar brillantes discursos sin transmitir nada que favorezca
el amor, la calidez, la paz y el entendimiento entre los hombres.
Una frase hecha dice que para conocer algo hay que
aprender a amarlo y también es válido que para amar algo hay que aprender a
conocerlo primero. Y así si no nos conocemos a nosotros mismos no conocemos ni
entendemos a los demás ni podemos amarnos ni amar a los demás, y es una forma
primordial de ignorancia.
Así como la des-nutrición infantil en los dos primeros
años de vida produce consecuencias irreversibles en la evolución del niño, el
des-amor también produce graves consecuencias que si bien no podemos decir siempre
irreversibles, es una pesada carga muy
difícil de soportar y que influye en todos los aspectos de la vida y en todos
los planos del desarrollo interior del ser, afectando la salud física, mental-emocional
y espiritual.
La falta de amor origina emociones y pensamientos negativos
donde prevalece el miedo, miedo a crecer, a ser, a darse, a no poder expresarse
y comunicar los sentimientos, pensamientos y anhelos más íntimos por temor a
ser rechazado, miedo a confiar y a creer en uno mismo y en los demás, a no ser
re-conocido ni valorado para finalmente sentirse separado y con una infinita tristeza en el corazón.
Ante semejante sentimiento de ser in-comprendido, no
amado y aislado suelen prevalecer dos actitudes, o una combinación de ambas,
frente al miedo de seguir siendo atacado:
o retirarse, abstraerse del mundo por ejemplo a través de las drogas (a-dicción = no poder comunicarse), o una actitud agresiva de odio, in-diferencia,
in-tolerancia, re-sentimiento y finalmente de violencia verbal, física y/o psicológica.
El miedo a vivir unido al sin-sentido y el sufrimiento
de un corazón cerrado incluyen, por el mismo precio, la posibilidad del
suicidio en cualquiera de sus formas, por ejemplo desarrollar una grave enfermedad.
Algo para tener en cuenta seria preguntarse alguna vez: ¿Qué decir o hacer ante
un potencial suicida? ¿Cuál es el primer auxilio sino el amor?
No hay recetas mágicas ni caminos infalibles, como decía
un gran ser en un seminario de Sanación Crística: “Aquí no hay ningún Iluminado,
todos estamos para conocernos, aprender, soltarnos y crecer, sino no estaríamos
en este plano físico”. Pero hay numerosas pautas-enseñanzas vivenciadas, desarrolladas y comprobadas
desde hace milenios. No se puede terminar con el sufrimiento, y el
des-amor, si no se conocen sus verdaderas causas profundas (Segunda Noble Verdad del
Budismo).
A pesar de las aparentes diferencias la naturaleza
humana es Una y todo lo que experimenta el hombre tiene raíces inter-dependientes.
Muchas de las limitaciones o carencias que vemos en los demás que tanto nos
lastiman, como la in-comprensión o no sentir y/o dar amor, son también las
nuestras. “Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra”.
La actitud sabia, saludable y re-generadora es dejar de
culpar al mundo y ver qué es aquello que sale de nosotros, hacerse cargo de las propias carencias para transformarlas en conocimiento, todo
empieza por uno mismo con el tan nombrado pero nunca verdaderamente valorado ni
comprendido auto-conocimiento.
No estamos solos en este viaje: "El Reino de los Cielos esta dentro nuestro". Además de los grandes
seres humanos que nos brindan su amor, su compasión, su sabiduría y su ejemplo de vida que deberíamos seguir, podemos
conectar con nuestro Ser Superior y una multitud de seres espirituales, como
los Ángeles y Arcángeles, todos dispuestos siempre a ayudarnos, solo esperan de nosotros que abramos nuestra
mente-corazón para recibirlos, el primer
paso es nuestro.
29/4/14
La naturaleza humana y el des-amor
“Cada momento y en todo lugar hay alguien que sufre y gime por querer sentir sobre su piel lo que nunca ha tenido, lo que siempre ha esperado… y es amor” (Lalo de los Santos).
La naturaleza es como una bendición, nos brinda su riqueza y magnificencia, sus hermosos paisajes y abundantes materias primas para la alimentación, pero la naturaleza-riqueza humana no suele aparecer compartiendo esa bendición.
La naturaleza es como una bendición, nos brinda su riqueza y magnificencia, sus hermosos paisajes y abundantes materias primas para la alimentación, pero la naturaleza-riqueza humana no suele aparecer compartiendo esa bendición.
Sobre la des-nutrición infantil y sus consecuencias: “La formación del sistema nervioso central está determinada en los
primeros dos años de vida.
Si durante este lapso el niño no recibe la alimentación y
estimulación necesarias, se detendrá el crecimiento cerebral y el mismo no se
desarrollará normalmente, afectando su coeficiente intelectual y capacidad de
aprendizaje; corriendo el riesgo de convertirse en un débil mental.
Este daño afecta a toda la sociedad ya que la principal
riqueza de un país reside en su capital humano, y si éste está dañado, ese país
no tiene futuro”.
(Dr. Abel Albino, presidente de la Fundación Conin Argentina).
Otro tema que va de la mano del anterior que a nadie parece interesar, o se prefiere ignorar, es qué efectos produce en la niñez y en el futuro
desarrollo integral del ser humano el des-amor. Sin embargo si en verdad
consideramos a los valores humanos como la principal riqueza de un país, y de
toda la Humanidad, no podríamos dejar de considerar la importancia del amor
como nutriente esencial.
En la pretensión del hombre de ignorar estos temas subyace la negación de los demás
en la imposibilidad de considerar las consecuencias des-medidas de los propios
actos, una
indiferencia que como el karma siempre lo va a perseguir. En el imaginario colectivo-estúpido se supone
que los chicos son concebidos y formados, o deben serlo, en un ambiente familiar de amor y
calidez, cuando en la realidad esto no es así, y no hablamos de casos
excepcionales.
No hay estadísticas, o al menos no se dan a conocer o no
conviene, no hay prensa, sobre el
des-amor en un mundo orientado hacia el éxito material y el logro de los
mandatos sociales-familiares considerados como modelos y fines en sí mismos que determinan el sentido de la vida.
No se puede tratar seriamente en el seno de la sociedad el
tema sobre la falta de amor en la niñez,
y luego también, y sus consecuencias si cada uno no empieza a tomar consciencia de su importancia,
de cómo y para qué vivimos y qué significa en toda su dimensión ser humano (¿a imagen y semejanza del
Creador?). No hace falta más que ver nuestro interior más profundo y observar
alrededor la vida cotidiana para comprobar cuanto amor falta.
En una reciente conferencia en
el Museo del Mar, preguntaba Tom Ping consultor y asesor cultural español al público: “¿Los
artistas, creadores, quienes protegen u organizan la cultura en Mar del Plata,
aportan y expresan algo contra la barbarie desatada ante sus ojos?”.
Y luego refiere: “Desde la antigüedad hasta Picasso y
los contemporáneos, los artistas realizaron sus mayores obras desde el
pensamiento, la sensibilidad y la inclusión del dolor ajeno, la injusticia y la
ética, entre otros”.
La violencia en todos sus aspectos, psicológica, verbal, física,
familiar, de género, en las escuelas, en la calle, etc., es un hecho cotidiano considerado sin más como un fenómeno social
característico de nuestro tiempo. Como en un callejón sin salida se toman
medidas contingentes pero nadie parece advertir y/o re-conocer las causas
profundas: la falta y/o in-diferencia por los valores humanos básicos.
Todos los des-equilibrios humanos que generan conflictos y
daños para sí mismo y los demás hunden sus raíces en el des-amor. Sin esta
comprensión es imposible siquiera tratar de re-vertir la situación así sea a
largo plazo. La des-unión, la des-consideración y falta de respeto por la vida y
el sufrimiento de los demás que llevan al des-equilibrio y la des-integración
social son consecuencias del des-amor.
Puede parecer obvio, de sentido común, preguntarse ¿Por qué nos
pasan estas cosas? Sin embargo en lugar de profundizar en las causas se elige
el camino más fácil de atender, tapando con parches, solo los síntomas. Una forma mas de hacer cambios externos para que nada cambie en el ser interior.
Los valores humanos no se pueden imponer por recetas médicas,
discursos, decretos ni predicación, de nada sirvieron los Mandamientos, surgen
desde el des-envolvimiento interior creando un nuevo y más elevado estado de
consciencia y si en verdad se pretende in-culcarlos se debe empezar por dar el
ejemplo.
No se trata de una cuestión emocional o de creencias
religiosas o filosóficas, no es una teoría, la fuerza del Amor del cual se desprenden la
compasión, el respeto, la ecuanimidad, la integridad, la cohesión, el orden y la armonía, etc.,
es nada más y nada menos que la Sabiduría motor del Universo.
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