4/12/14

Los Cinco Recordatorios


1.) Estoy hecho de la naturaleza del envejecer. No hay forma de evitar la vejez.

2.) Estoy hecho de la naturaleza de enfermar. No hay forma de evitar la enfermedad.

3.) Estoy hecho de la naturaleza de morir. No hay  forma de evitar la muerte.

4.) Todo lo que me gusta y todos los que quiero están hechos de la naturaleza del cambio. No hay forma de evitar ser separado de ellos.

5.) Mis acciones son mis únicas verdaderas pertenencias. No puedo evitar las consecuencias de mis acciones. Mis acciones son el suelo donde me paro.


Thuk Je Che.

16/11/14

Ser y hacer II

"Si yo pudiera explicar una sinfonía de Beethoven, no sería necesario tocarla”. (Daniel Baremboim)

El mundo gira cruel y uno se deja llevar...hacer para tener y así poder ser alguien en la vida, sobrevivir, es seguramente la  motivación (consciente o no) más común  que mueve al mundo; recién cuando aprendemos a re-conocer las limitaciones de los deseos y condicionamientos y nuestro ser interior-superior ilimitado podemos encontrar un  sentido profundo para ser, hacer y tener.

Así como existen  la magia blanca y las artes oscuras,  co-existen en el mundo la evolución y la involución. ¿De dónde saldrá la luz que pueda elevar la condición humana actual? Por cierto que no de las ambiciones y las aspiraciones de poder del ego. 

El hombre puede creer o no en un Plan Superior y pensar que todo es producto del azar, sin embargo hay muchas evidencias de la intervención y transmisión, directa o a través de seres por algún motivo elegidos, de la Gracia Divina en la historia espiritual de la humanidad.

"Elabora tu propia salvación" decía Buda, el Sol ilumina a todos por igual y el sendero hacia la Realización está abierto para todo el que lo quiera seguir, pero no es automático, la decisión y el trabajo son individuales: formarse y cambiar uno mismo para salir de la ignorancia-oscuridad, alcanzar la sabiduría-luz y ser un ejemplo vivo de aquello que se predica.

La Verdad es una sola pero las interpretaciones abundan y una misma cosa es nombrada y considerada de diversas maneras Hay egos que a partir de ciertos conocimientos y experiencias religiosas creen que pueden salvar al mundo, y de hecho permanecer en la memoria colectiva. Pero a la mirada más profunda se delata que  confundidos en su intimidad terminan por confundir a los demás. El cambio empieza por casa. Nos dice el Dalai Lama que si no sabemos o no podemos ayudar, por lo menos no  hagamos más daño.

La comprensión profunda, la ecuanimidad, el amor, la compasión, etc. son todas manifestaciones de sabiduría que permiten soltar ataduras, liberarse y ayudar a otros a liberar el sufrimiento. Ser como un niño expresa el estado de alegría y paz del Iniciado luego del segundo nacimiento, una mente abierta y flexible y un corazón tierno se impregnan más fácilmente de la Luz.

Semejante estado del Ser no significa ingenuidad, falta de consciencia o indiferencia por el sufrimiento de los demás, constituye una expresión de  sabiduría. Si otro sufre por mi enfermedad y yo sufro por su dolencia lo único que vamos a lograr es potenciar el sufrimiento.

Siempre es importante ver  nuestras intenciones para hacer lo que hacemos. Es auspicioso tener buenas intenciones pero sin el esfuerzo del recto hacer de poco sirven. Nunca nadie se iluminó solo por tener buenas intenciones o pensamientos, la frase “pienso, luego existo” debería cambiarse por actúo, luego existo.

Una secuencia lógica sería primero ser para luego hacer lo correcto, pero sin  el hacer nunca llegaremos a Ser. Nuestro devenir depende del trabajo perseverante de purificar y elevar acciones, conductas, pensamientos, palabras y emociones.

La motivación para la Gran Obra del alquimista, ("En Benarés te la enseñarán con la fórmula Om Mani Padme Hum". Grillot De Givry) , es en esencia su desarrollo interior, la materia misma de la Obra, pero nunca se le revelará al artista el signo de la Estrella de los Magos sino a través de la disciplina de la práctica, la purificación y la transformación: mantener el fuego constante.

En la doctrina del Zen, Ser, Ver y Actuar se consideran sinónimos e inter-cambiables, la paradoja es que producido el Despertar  se desvanecen las dualidades y ya no hay ser y no-ser, hacer y no-hacer, pensar y no-pensar, etc., y   nada puede ser sostenido con ningún apoyo.

Para Ser hay que hacer, ese es nuestro desafío como seres humanos. Leer de vez en cuando, asistir a retiros, conferencias de maestros o meditar media hora por día y luego, la mayor parte del tiempo, estar enfocado en   la personalidad y sus intereses materiales relacionados, el tener, no ayudan a lograr una verdadera transformación.

El buscador  no puede ignorar el principio de  no hacer nada que no esté en sintonía con su genuina aspiración espiritual, nada que no sea para el bien común, la común-unión, algo que gran parte de la humanidad olvidó. La vida cotidiana en cada pequeño detalle nos brinda la gran oportunidad, como una bendición, (“Señor, Señor, como me glorificas”. Cristo), de poder practicar nuestra mayor aspiración.

Ser es ver y poder vivenciar que no somos un nombre, un cuerpo y un ego, somos seres espirituales transitando una vida material. Esta comprensión debiera presidir todos nuestros actos. Las herramientas  abundan y los caminos no faltan pero se necesitan el esfuerzo y la perseverancia en el estudio, la reflexión y la práctica, el hacer.

Para entrar en la corriente hay que entrenarse como un atleta y aprender a nadar muy bien, de otra manera es mejor no tirarse al agua. Entrenarse significa disciplina, el orden como un ritual, estar siempre conscientes de quienes somos y trabajar para experimentarlo en todo momento y lugar. En la filosofía taoísta del Tai-Chi se considera que lo espiritual sin el entrenamiento es la esencia sin la aplicación; la práctica sin el acompañamiento espiritual es la aplicación sin la esencia.

Si solo vemos las formas y apariencias de las cosas y nos dejamos arrastrar por los deseos, las ilusiones y las emociones nuestra mente y nuestra percepción  se vuelven superficiales, limitadas y cada vez más densas, nuestro corazón se endurece, la fuerza de la vida disminuye y aparece la enfermedad.

Aquel que transitó todos los pasos del buscador de la verdad, sus dudas, sus caídas, sus penas y alegrías y que alcanzó una elevada perspectiva para discernir, que no es elegir o rechazar sino comprender, la relatividad del ego y  la Realidad y es su alma la que dirige su ser, puede ser llamado Maestro de la Vida.

En su sabiduría expresada en sus virtudes siempre está dispuesto a dar con generosidad, pero no necesita convencer a nadie ni tener  seguidores y no juzga a quienes lo rechazan o le expresan in-gratitud; su hacer es impersonal, simple y natural y  en armonía con la naturaleza, el mundo, la vida y el Universo.


10/10/14

Ser y hacer

¿Quién o qué determina nuestras acciones? ¿Es por un anhelo del ser interior de armonía, des-envolvimiento y crecimiento para ofrecer, o se deben a los deseos nunca satisfechos del ego: el poder, la ganancia personal, el re-conocimiento, la permanencia, etc.?

¿Necesidad o deseo (o condicionamiento social)? Nos guste o no, una vez satisfechas las necesidades básicas de la vida, incluído el alimento espiritual, prácticamente todo lo demás son deseos que buscan satisfacer  la ambición del ego.

Toda acción presenta en principio dos aspectos, una motivación-intención para realizarla y un resultado o consecuencia. En el budismo se considera que la recta intención es el componente esencial de una buena acción, más allá de los resultados obtenidos y además determina el karma de quien la originó.

Si hablamos de motivación tenemos que contemplar los pensamientos y el grado de consciencia que la des-encadenan, cuanto más elevados sean esos pensamientos más elevada y pura será la motivación y la acción. Cristo enseñó la importancia del pensamiento que genera y es ya una forma de acción.

La acción de los Maestros consiste en hacer lo que hay que hacer, sin tener un motivo personal ni esperar o buscar un resultado provechoso de algún tipo, es la acción pura y la manifestación  de la verdadera entrega: el amor. El Yoga de la Acción que se propone en el Bhagavad Gita es la acción que no genera con-secuencias (o Karma) que puedan  condicionar y/o  atar al Ser a las expectativas del ego.

La ola no puede ser sin el mar, sabe que no puede existir sin él ni menos separarse, pero el ser humano puede olvidar o negar Aquello que lo sustenta y creer que  es in-dependiente, diferente y omnipotente. Así como debemos aprender a convivir en armonía con la naturaleza, y entre nosotros, en lugar de pretender dominarla hasta destruirla, debemos soltar el ego y aprender a dis-cernir, encontrar y vivir en armonía con la Verdad en lugar de pretender adaptarla a nuestro interés personal.

La tarea del buscador es re-cordar y ser uno con Aquello que es el origen de todo re-estableciendo permanentemente los vínculos que nos unen. La ignorancia es olvidar o negar esa relación. No es otra cosa que lo que afirma la frase hermética “como es arriba, es abajo”, un principio básico que rige  en el Universo  expresado de manera tan in-creíblemente simple como profunda y tan poco comprendido como seguido. Las verdades espirituales no son de este mundo ni solo para este mundo, trascienden el tiempo y el espacio.

En la tradición taoísta el principio de la No-Acción (Wu-Wei) no significa la pasividad de vivir en una nube o no cumplir con las obligaciones cotidianas, significa no hacer nada que no esté en armonía con el Todo, el Tao, Aquello que no se puede definir con palabras. Hacer lo que hay que hacer de la mejor manera posible no como trabajo sino más bien con la alegría del  servicio sin esperar nada a cambio, vivenciando que en todo existe una Voluntad  y un Propósito Superiores.

11/9/14

Siempre es Hoy

Pretender resolver un problema situándose al mismo nivel que el problema nunca será la mejor solución. Conocer las cosas del mundo puede ser muy interesante como ejercicio intelectual que nos llena de erudición, pero no resuelve los problemas esenciales del hombre. Podemos ostentar toda la sabiduría posible del mundo pero sin el amor nunca podremos comprender y menos vivenciar las verdades espirituales.

Para la Ciencia Espiritual, y aunque los médicos no la contemplen en sus catálogos oficiales, la falta de des-envolvimiento espiritual se considera una enfermedad, y el más grave de todos es aquel que estando enfermo  ni siquiera se da cuenta de ello.

Todo sincero buscador en su anhelo de auto-conocimiento se enfrenta en algún momento como ser humano ante la vivencia de la impotencia, ya no hay respuestas, y es una experiencia esencial por un lado porque implica re-conocer las propias limitaciones (empezar a sanar) y por otro la necesidad de abrirse y elevarse a una perspectiva mayor-espiritual. 

Cristo nos mostró el camino hacia la Redención:  la fuerza sanadora del médico que cura la enfermedad que niega lo Divino en nosotros. En nuestro cielo no habrá un arco iris, un puente entre lo divino y lo humano (el primero fue visto por Noé luego del Diluvio) ni una estrella (ángel) que nos ilumine, si nunca queremos mirar.

Se puede hablar mucho del amor y la compasión, hace tanto que es lo mismo  que la ignorancia parece triunfar, pero lo cierto es que en nuestra intimidad sostenemos, aun entre los que siguen una vía religiosa, que podemos ser felices a pesar del sufrimiento y la in-felicidad de los demás.

Estamos muy lejos de nuestro último ciclo de la evolución en este planeta, la séptima etapa del séptimo ciclo  en que la misma Tierra se hará cada vez menos densa, en el cual los principios espirituales cobrarán su verdadera dimensión y una mayoría, constituida por el Hombre Verdadero, la bodichita del budismo, ya no podrá sentirse bien sabiendo de la in-felicidad de sus semejantes.

Hoy así como ayer, para algunos sentirse más vivo es el sentido de amar y para otros representa el sentido y la motivación del  mal. Cada vez más se van diferenciando los grupos humanos en corrientes que siguen el principio del bien y los que siguen al mal. Y todo esto tiene sus consecuencias, nada en la evolución es por casualidad.

Y así como vamos en camino de pasar, en el final de la actual quinta etapa, por un in-decible período de transición, una guerra in-imaginable, y vemos que sus semillas ya están germinando hoy, no ya entre naciones o grupos sino de todos contra todos; luego cuando en nuestro último ciclo terrestre suene la séptima trompeta se producirá la gran batalla del Arcángel Miguel contra las fuerzas tenebrosas.

El buscador tarde o temprano se pregunta ¿Por qué las cosas deben ser así? Se puede decir que hay Misterios Mayores que no estamos preparados para comprender, pero bajando a nuestra Tierra si no existiera el mal, el bien no podría alcanzar la grandeza que llegará a manifestar.

Para quienes vislumbran que la eternidad es siempre el Hoy, que están cansados de esperar y ver por doquier la estupidez humana, que sienten que su camino es una mentira, no desean ya esperar 5000 años más y sucesivas re-encarnaciones para empezar a crecer y   a vivenciar los principios espirituales que llevan al bien, al amor y a la verdad.

El amor no garpa nada, no cotiza en el mercado de valores, tenemos una idea muy limitada y equivocada del amor si creemos que vamos a recibir alguna recompensa terrena o divina, en esta vida o en otras. El verdadero amor es dar con todo el ser y punto, no genera ninguna ganancia personal más que la satisfacción de ofrendar libremente a otros algo de si, la Humanidad es la que se beneficia de él.  

La vida, las enseñanzas y los ejemplos de los Grandes Maestros que encarnaron en nuestro planeta están íntimamente ligadas a los designios del mundo espiritual, a transmitir los principios y virtudes que más tarde, luego de innumerables tribulaciones al borde del abismo, serán una verdad inexorable para el ser humano: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mateo; 35).

La venida de Cristo a la Tierra tiene un sentido más profundo que el que le puedan dar la religión y la teología académica, fue el hecho más importante que concierne al mundo espiritual que rige nuestro destino humano y del cual el hombre fue testigo, entre las sombras, del tiempo que nombro.

El no vino para asumir los pecados del hombre, al tocar Su sangre la Tierra, ésta se convirtió en Su espíritu. La vivencia del Cristo interior surge al re-conocer la propia soberbia y omnipotencia, y luego experimentar como impotencia la muerte  del alma prisionera en el cuerpo físico y su resurrección por el espíritu.

6/8/14

Más allá del horizonte (hay otros cielos) II



“A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas”. (Marcel Proust)


Como las tinieblas que velan la Estrella del amanecer, hay muchas maravillas que ignoramos,  pasamos por el mundo ilusionados por los deseos y las apariencias sin detenernos a considerar los aspectos valiosos y más sutiles  de la Vida. Empezar a contemplar qué hay más allá de los límites de nuestro horizonte es ampliar la consciencia  abriendo una puerta (iniciación) a otras realidades.

Aunque lo neguemos o ignoremos, todo en la Vida Una está íntimamente relacionado y por lo tanto también lo estamos con los   seres  sutiles que   forman parte de la Creación y con los cuales existe una reciprocidad  cierta con nuestra realidad humana. 

El eco resultante de nuestras acciones jamás se pierde, su alcance es im-pensable para el hombre común, motoriza las fuerzas sutiles del bien o las tenebrosas que estando en sintonía se nutren de esas energías  y las potencian. En cualquier caso todo  vuelve y se hace carne en nosotros, ya sea para iluminar nuestro camino, y el mundo, o para oscurecerlo.

La ignorancia del ego es la de aquellos que: “Aunque buscan felicidad destruyen sus propias causas de felicidad como si de un enemigo se tratara; y a pesar que buscan evitar el sufrimiento cuidan las causas de éste como cuidarían a un amigo” (Shantideva).

El ego, el yo, la personalidad, la in-dividualidad… ¿Quién es quién, quién tiene el control? En el teatro de cada vida hay un actor principal (único, verdadero) y uno o varios personajes secundarios. Buscando la mejor interpretación a menudo quedamos enredados  y perdemos de vista la realidad que el guión original pretende expresar. Para quienes temen perderlo, tras-cender el ego no significa suprimirlo sino ascender o elevarse por sobre él  y poder ver e ir más allá. Trans-formarlo es la  alquímia interior mediante la cual  es purificado y luego elevado a un nivel superior.

Hay algo que nos distingue sin por eso separarnos de los demás y nos acompaña vida tras vida. Los seres más elevados que trascienden y/o transforman sus egos mantienen sus rasgos in-dividuales, podemos verlo en la conducta siempre amorosa del Buda y en las actitudes rebeldes de Cristo frente a los sacerdotes, los viejos patrones establecidos y a los fariseos.

Es auspicioso tener consciencia de los demás, pero si uno mismo no está alineado con el ser superior se corre el riesgo de ser dependiente o controlado por los otros. Decir que somos bondadosos con alguien que no nos agrada solo para ser coherentes con nuestros preceptos religiosos o sociales-culturales es una forma de hipocresía y/o una  trampa del ego, no es una conducta auténtica ni se ajusta a la verdad del Principio de Correspondencia.

Quien alcanza la iluminación, luchando contra los vientos más fuertes y las mareas más poderosas, nunca será para salvarse a sí mismo sino por el más elevado amor y para beneficio de toda la humanidad, seguramente por eso hay tan pocos seres iluminados.

El buscador sabe que cualquier cosa que le pase, aunque  pierda el rumbo y esté a la deriva, todo espera un sentido, y  si  permanece verdadero, tiene confianza en las fuerzas benéficas y continúa su esfuerzo, la Providencia siempre le da más que lo que busca y  el estado de Gracia volverá como antes…

…“Y podrás volver a lo profundo de las nubes,
y de nuevo sonreír a muchos otros rostros,
y dar a tú alrededor un poco de ternura,
cuando otro quiera ocultarte su tristeza”. (1)

Desde la más antigua tradición espiritual existe una Teología  que como Ciencia Sagrada se desarrolló  junto con la Antropología y la Cosmología  de orden espiritual. En muchas culturas antiguas, sino en todas, encontramos con diferentes nombres ángeles y otros seres sutiles que forman parte de la cultura cotidiana y colaboran con el hombre y lo ayudan  a crecer en forma integral.

Hay niveles ascendentes de consciencia-sabiduría espiritual hacia afuera del hombre, pero   también existen niveles o grados sutiles de sabiduría hacia el interior del mismo. Unos 7000 años a.C. Hermes enseñaba en Egipto que el Cielo está arriba pero también está abajo dentro de cada ser, a nivel celular también tenemos mensajes y mensajeros. Cristo lo re-afirmó como para que no queden dudas al decir que busquemos el Reino de los Cielos  en y a través de nuestro interior.

En los diversos planos espirituales o Cielos  los seres  más cercanos al hombre, mensajeros y mediadores entre la Divinidad y el hombre son los Angeles, una función que cumplirían las religiones en la Tierra. El término Jerarquías alude a los distintos grados de elevación de los seres que se corresponden con los planos según el Principio de Vibración.

“En Persia hacia el año 1200 a.C, el zoroastrismo asumía la existencia de dos fuerzas distintas: Ahura Mazda, creador de la vida y bienaventuranza seguido por los  espíritus benéficos o ángeles y el demonio representado por Angra Mainyu, secundado por los ángeles caídos. Esta teología ejerció notable influencia en el judaísmo durante el tiempo que el pueblo de Israel estuvo cautivo en Babilonia,  en el cristianismo elementos como los ángeles, el fin del mundo, el juicio universal, la resurrección, el cielo y el infierno son el legado de Zoroastro”. (2)

“El sufismo tiene una visión muy clara y específica de los ángeles y su papel en la vida de los seres humanos, consideran que  el hombre nunca podrá lograr la Perfección sin la ayuda del poder angélico. Los ángeles han sido parte de las creencias del islam desde el comienzo, cuando el arcángel  Gibril (Gabriel) le entregó al profeta Mahoma el Corán, el libro sagrado del islam”. (2)

“El libro “Angels Unveiled: A Sufí Perspective” del maestro  Shaykh Muhammad Hisham Kabbani, explica la visión de los ángeles en el sufismo:

"Los ángeles son la esperanza de la humanidad.
Son el recurso de luz y la energía de la creación.
Son los faros para cada persona que busca,
el oasis en cada desierto,
las olas en cada océano,
la primavera en cada río,
el cristal en cada diamante.
Son el rocío del cielo en cada hoja.
Son la vida en cada gota de sangre en los seres animados,
el movimiento detrás de cada célula viva.
Son la fuerza que mueve las constelaciones y las galaxias.
Son las estrellas, los soles y las lunas en cada firmamento.
Los universos que nadan en sus órbitas.
Son súper poderes conocidos por todas las tradiciones, creencias y filosofías."(2)

La Cosmología Sagrada que muy poco tiene que ver con la astronomía académica-racional y la astrología actuales, considera que las estrellas (como la que siguieron los tres Reyes-Magos) son ángeles hechos visibles, y los planetas son seres vivos que poseen un espíritu,   unos y otros nos afectan.

Los  elementos no son cosas, son principios que pueden ser vivificados y elevados, como el agua al ser bendecida, y los llamados elementales son los seres que en ellos se manifiestan. Como sucede con todas las relaciones  no todos los elementales son benéficos para el hombre, algunos simplemente se alejan porque le temen debido a su soberbia y destructividad.  

Para quienes aman la naturaleza conocer la vida de los seres sutiles que la habitan es un saber que siempre enriquece y promueve una relación profunda de respeto y unidad con ella. Nos permite comprender la función de estos seres, colaborar con ellos y  hasta solicitar su asistencia.

“En el Corán se ha incluido uno de los pocos textos escritos por los propios genios, máximos exponentes del elemento fuego, es el Sura LXXII, verdadera declaración de fe de estas criaturas a Dios y perfecta oración para recibir del Todopoderoso su Clemencia. Fue el mismo Mahoma quien convirtió a Dios toda una tropa de genios, en ocasión de abandonar la ciudad de Taief.”(3)

El conocido mito sobre Magos  que provocan la lluvia, o la detienen, deja de ser mito para ser realidad cuando se conoce la existencia  de los seres sutiles de las nubes y la posibilidad cierta de comunicarse con ellos.

Los árboles que caminan, hablan y ayudan a los hombres no son solo el producto de la  imaginación del autor de “El Señor de los Anillos”, existen en lo profundo de algunos bosques árboles que fueron dotados de sabiduría y que poseen la capacidad de trasladarse y comunicarse con el hombre. (4)

Si lo Absoluto no puede estar contenido en ninguna parte, nadie puede afirmar que los planos de existencia que consideran las religiones (ninguna es completa) sean la Verdad Ultima y que arriba de ellos no existan otros Cielos, así como otros universos, in-concebibles para el hombre actual, tal es la posibilidad in-cognoscible de la Infinitud,  la Realidad  supera cualquier interpretación, creación o imaginación humanas.

La Perfección  no es in-móvil, es dinámica, no es una meta es un camino hacia la Redención. En lo profundo del alma sabemos  que lo imposible es posible: nacemos para buscar y ser  la Perfección como Consciencia Universal que ya está en todo lo que hay,  en las semillas en nosotros, en la naturaleza y el cosmos,  en forma visible o in-visible, todos los Cielos esperan que abramos nuestro corazón para vivenciarla.


(1) Fragmento de “La Amistad”, Franςoise Hardy.
(2) http://angelesymilagros.about.com/.
(3) Mons. Claudio Páleka en su maravillosa Obra: “Manual de criaturas visibles e in-visibles de la Creación”, Tomo I.
(4) Son los llamados ents; Mons. Páleka menciona encuentros personales con estos árboles en nuestro país.


18/7/14

Comunicación y común-unión

Comunicar y compartir tienen la misma raíz que comunión, se trata de aquello que es común a todos los hombres, así podemos comunicarnos desde lo esencial-espiritual que  armoniza, une, integra, o desde  las diferencias  contingentes que limitan y separan. Ser sociable o extrovertido no significa comunicarse mejor que alguien reservado o contemplativo, todo depende del grado de unión-relación que se pretenda y pueda establecer.

No es nada fácil expresar un pensamiento sutil, y menos aún si se trata de una vivencia, en una frase o palabra justa que lo pueda evocar. Para el escritor es un arte que solo el genio discursivo puede re-solver, para el iniciado es un reto que la parábola,  la metáfora o la analogía a veces pueden insinuar.

La palabra-pensamiento en su aspecto esotérico se representa con la espada de doble filo que puede crear e iluminar o limitar y herir. Cristo nos enseñó la importancia de aquello que sale de nuestra boca.

No solo existen las palabras para comunicarse, también el lenguaje no-verbal, como el corporal, es una forma de expresión. El arte en su aspecto más creativo y elevado es un intento de expresar y realizar lo in-expresable del alma. En un sentido más amplio las conductas y la forma de vivir de una persona hablan más sobre su consciencia y su perspectiva de la vida, es decir su estado del ser, que aquello que sus palabras puedan decir.

Desde lo espiritual la sola presencia de un gran ser irradia-comunica, a través de su aura, energías de bienestar, de pureza e integridad aun sin hablar, el silencio puede ser más elocuente que las palabras. Esta vivencia también se da en la contemplación  de la naturaleza y en la relación cotidiana con nuestros hermanos menores, las mascotas. Para los seres más sensibles, una sonrisa espontánea, una mirada cómplice o un abrazo de oso  comunican más afecto que ninguna palabra.

El método de la ciencia académica es la observación, pero no se trata de una observación pura sino que se basa en analizar, desmenuzar, dividir y etiquetar. Este método en tanto es considerado científico y racional se ha constituido en paradigma para todo en la vida en nuestra sociedad. De esta manera cuando vemos una flor, un paisaje o una obra de arte tenemos la necesidad imperiosa de verbalizarlos, analizarlos y catalogarlos en lugar de simplemente disfrutarlos.

Lo mismo ocurre en las relaciones inter-personales en donde en lugar de escuchar y percibir al otro tal como es, el deseo obsesivo de analizar y buscar la razón en todo nos lleva a la soberbia de querer modificar su punto de vista, y su vida, e imponer el nuestro.

Ninguna influencia superior, sea un Maestro encarnado o un Angel, va a comunicarse y/o intervenir en nuestra vida derramando su sabiduría divina sin pedir nuestro permiso, tal es el respeto y la consideración de los seres de luz hacia los seres humanos; una relación-comunicación de la cual tenemos mucho que aprender.

La belleza esta en los ojos del que mira nos dice una máxima espiritual. En las Ciencias Sagradas la observación se convierte en contemplación, es decir observar desde el templo interior del espíritu, lo que implica respetar, valorar,  no juzgar ni pretender modificar aquello que se observa. Percibiendo la unidad de la vida en todas las cosas poder vivenciarse Uno con el otro, así sean los seres sutiles de la naturaleza, los ángeles o el prójimo, es la más elevada forma de comunicación.

10/7/14

Yo robot II (razón y consciencia)

La pretensión del hombre de un racionalismo absoluto lo lleva  al extremo de la irracionalidad, a la robotización de la vida donde no existen la integridad, el amor al prójimo y a la Tierra que nos sustenta, un estado-elección que finalmente solo puede producir  alienación. 

A  diferencia de los demás reinos el ser humano desarrolló una consciencia de sí mismo y como una bendición posee una ilimitada posibilidad de elevación interior, aunque este último don por lo común permanezca dormido.

Ser consciente de uno mismo implica en principio ser consciente de los demás y todo lo que hay que debiera promover un sentimiento y una actitud concreta de fraternidad y unidad, pero esto no funciona así cuando se quiere llevar al ego, por medio de la razón mecánica, al  pedestal de la omnisciencia y la omnipotencia.

Hay una diferencia sustancial entre ego e individuación. Habiendo internalizado nuestro origen y destino comúnes como humanidad podemos vivenciar amor y compasión por otro, sentirnos uno con él, ayudarlo y acompañarlo, pero no podemos vivir su vida decidiendo por él.  La paradoja es que cada ser es único, in-divisible, y tanto resolver el propio karma como la realización plena-espiritual, son trabajos in-dividuales. 

El ego divide, separa, piensa solo en sí mismo, en su propio bienestar y aun nadando en la abundancia busca cómo tener más de lo que sea, a pesar de las condiciones y carencias en que viven y sufren los demás.

Es un hecho que no somos conscientes de una gran parte de lo que pensamos, decimos y hacemos porque funcionamos con el piloto automático. Razonar sobre algo no significa ser plenamente consciente de eso, por otra parte somos conscientes, o padecemos, de una gran cantidad de contenidos-fijaciones que son  ficciones porque son tamizados y distorsionados por  ataduras-condicionamientos propios, familiares y sociales-culturales. El efecto más profundo y negativo de estas influencias es impedir el vuelo de la Consciencia de la Verdad.

Si bien el hecho de ser consciente es importante y a veces imprescindible para ciertas actividades, por sí mismo no significa una mayor apertura o perspectiva de la vida. Para que algo pueda ingresar a la consciencia debe ser aprobado por la estructura que rige el pensamiento consciente; de ahí surge que hay grados de consciencia-libertad o despertar como los hay en la  iniciación y el sentido profundo o esotérico de ciertos  conocimientos  espirituales que no significan secretos sino que no son comprensibles para todos.

Las ilusiones de la consciencia del ego (personal, social) tienden a racionalizar y/o negar la realidad y  la consciencia sobre el hombre verdadero-universal, es decir sobre el sentido de la vida que trasciende los fines egoicos y nos habla de Unidad. 

El vacío, el no-pensar y el no-hacer llevando una vida simple y natural de la tradición oriental  aluden a soltar, des-programar y des-contaminar la mente y el corazón para no generar más karma ni sufrimiento ni para uno mismo ni los demás y así vivenciarse siendo Uno con el Todo. Conceptos in-comprensibles, imposibles y/o irracionales para la mentalidad occidental y la filosofía racional-utilitaria.

Decía Erich Fromm sobre el bienestar que: “Es estar de acuerdo (en comunión) con la naturaleza del hombre”. Aquello en lo que el hombre enfoca su mayor atención y despliega su mayor energía, eso se constituye en  su naturaleza y su religión. De esta decisión-elección primaria depende todo lo demás, incluso la salud y la enfermedad, ya que responde a la pregunta esencial sobre el sentido de la vida.

Desde la psicología académica para Freud y los discípulos que siguen su línea de pensamiento hasta hoy el in-consciente contiene todo lo reprimido, malo, in-confesable por transgredir las pautas de conducta personales y/o sociales, sin embargo para otro gran investigador como Jung el in-consciente contiene la sabiduría y los arquetipos de la humanidad. ¿Quién tiene razón?

La respuesta  de la visión espiritual es que no se trata de reprimir o des-reprimir ni de una re-adaptación social sino de transformar, de elevar lo inferior a lo superior, llevar luz donde hay oscuridad-ignorancia.  Lo no-conocido, velado o no-recordado incluyendo la vivencia espiritual de completud, supera ampliamente lo conocido; en este sentido hacer consciente lo des-conocido o in-consciente no solo es una forma de empezar a sanar sino un nuevo nacimiento y el principio del Despertar.

1/7/14

Yo robot

Desarrollar nuestra experiencia de vida en este mundo sin una referencia  espiritual que nos contenga y oriente es vivir despojados de nuestra esencia y entonces somos como robots re-accionando de acuerdo con nuestra programación racional.

El hombre programado, igual que la computadora, no es más que una máquina que repite y ejecuta la información implantada, actualizar el sistema operativo o mudarse a uno nuevo nos permite seguir programados tal vez de una manera más amigable, estable y segura, pero siempre alejados de la libertad de Ser.

De acuerdo a la Ley de Correspondencia algo divino subyace en nosotros y en todo lo que nos rodea y están dadas las condiciones para que la Tierra sea un reflejo del Cielo, nosotros y nuestro planeta estamos en y somos parte del Reino de los Cielos, pero no lo podemos aceptar y entonces hacemos que  la vida sea sufrimiento, como decía el Buda.

Cuando tenemos un infierno en la cabeza no podemos esperar otra cosa que padecer y atraer sufrimiento además de entrar en conflicto con nuestro propio corazón. El éxito en la vida, en cualquier ámbito y lugar, no significa poseer un estado de desarrollo interno que promueva la armonía, el bienestar y la paz interior ni el interés por el prójimo.

Hacemos de la razón nuestro máximo exponente usando el cerebro como máquinas y podemos competir con ellas, por ejemplo en el ajedrez. El cerebro y la razón son  herramientas provistas por  la Mente Universal que  está en las células en todo el cuerpo y en todo lo que hay, en la tradición espiritual primordial la consigna es unificar la mente con el corazón,  solo desde un corazón y una mente puros se puede vivenciar lo más sublime.

Hay quienes consideran que todo es una cuestión de creer o no creer, pero ¿Qué significa creer? En principio tener confianza, fe, pero también significa juzgar, y si la confusión mental no permite que tengamos confianza siquiera en nosotros mismos, a pesar de las apariencias exteriores, es muy difícil por no decir imposible poder confiar en los demás, y es así como los otros se convierten en enemigos. 

Asociar la confianza en uno mismo con el egoísmo y la in-diferencia es parte de la confusión cuando en su sentido más elevado ya es una manera explícita y/o implícita de re-conocer una esencia divina en nosotros.

Además lo que un ser puede conocer o creer acerca de si mismo, de una disciplina, una ciencia,  una religión, la vida o cualquier cosa no es más que aquello que  su perspectiva le permite  ver y comprender en ese momento,  aceptarlo es una actitud de integridad. Pero tenemos un potencial infinito que permanece dormido.

Hay quienes dan un paso más allá y eligen buscar ser luz y aprender a volar vivenciando y comprobando las verdades en lugar de permanecer juzgando, des-confiando o debatiendo   creencias. ¿Qué sentido tendría el amor incondicional de un ser que solo se derramara sobre quienes  fueran obsecuentes con él y le rindieran tributos, es decir solo sobre quienes creen en él? 

A lo Superior en nosotros no se llega por medio de la razón o el entendimiento por la cerebración  sino más bien cuando se renuncia a ellas, por la apertura y la práctica consciente de ponernos en situación de percibir, permitir operar y manifestar las fuerzas más elevadas.

Se puede decir que la emoción, que es una impresión y también una turbación, es una característica que nos diferencia de un robot, sin embargo las emociones están íntimamente ligadas a los pensamientos programados, y si consideramos que hoy día es común pensar que sentimos, podemos hablar  de emociones programadas. Del desarrollo y dominio de nuestra mente-corazón depende toda nuestra vida y libertad,  la alegría como el sufrimiento. 

7/6/14

El camino del Mago II (la magia de la vida cotidiana)

“La magia es la filosofía de la alquimia”. (Paracelso)

Y también se puede decir, por extensión, que es la filosofía de la libertad. El mago no intenta dominar las fuerzas de la naturaleza, sino comprender sus leyes y alcanzar la armonía   colaborando con ellas. No hay en las leyes  naturales nada falso ni artificioso ni ilusorio por eso representan  la esencia y la fuerza fundamentos de una vida simple, íntegra y espontánea, hecha con verdad y rectitud en todos sus aspectos, el regreso a la condición normal-natural y pura del hombre.

Realmente hay paisajes y lugares tan fantásticos  que se dice de ellos que habría que conocer al menos algunos  antes de morirse, y además siempre surgen nuevos destinos más interesantes, exóticos y/o más perfectos para nuestros gustos. “Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos” (Fernando Pessoa).

Pero también es un privilegio y no reservado para unos pocos contemplar un simple atardecer con un cielo mágicamente pintado de naranjas y rojos. Y para el buscador de la verdad están los viajes interiores, hacia lo profundo del alma y desde ahí no solo hacia cualquier parte del mundo sino hacia todo el Universo.

Muchas situaciones de la vida cotidiana pueden ser contempladas y abordadas desde la perspectiva de la magia, enriqueciéndolas al darles una significación más profunda  que la habitual, algo que merece ser vivenciado y no desperdiciado,  siguiendo este camino podemos llegar a contemplar que la vida misma es magia.

Creemos que seríamos felices de poder cambiar determinadas cosas en nuestra vida; pero las condiciones para toda verdadera transformación están dentro de nosotros mismos y es preciso enfrentarlas,  sino aunque pudiéramos extirpar esas cosas que nos molestan, sólo serviría para provocar otras similares. Algo que se ve claramente  cuando tropezamos con la misma piedra una y otra vez.

La vida y la evolución no se detienen a esperarnos, la única forma de crecer es seguir y seguir creciendo. Cuando predomina el egoísmo a veces es necesario que el cuerpo físico se debilite y/o enferme como única manera para que  se abran los centros superiores y se empiecen a soltar ataduras.

Cuando se ha alcanzado un determinado grado de desarrollo uno se vuelve más sensible y sutil, se puede poseer cierta fuerza espiritual pero también en un sentido se es más vulnerable, los  problemas se agudizan porque se hacen evidentes. Y cuando nos enfrentamos a ellos ya no podemos negarlos y no paramos hasta liberarnos.

Mago-sabio es aquel  que rompe cadenas, se libera, y con su ejemplo libera a otros, de ataduras propias y ajenas,  siendo Uno con la Sabiduría Infinita conoce y aplica las leyes de la naturaleza  y realiza su vida fluyendo en armonía y equilibrio con todo lo que hay.

Si pensamos en fuerzas espirituales dispuestas a ayudarnos a equilibrar-contrarrestar el egoísmo, el miedo,  la ignorancia, etc., tenemos que contemplar la existencia, en otros planos, de un Servicio a la Verdad implementado por Seres Superiores en los Ministerios de Magia. De otra manera nuestro descenso sería aún mucho más pronunciado y penoso.

En las cartas de Tarot la Vara del Mago representa el dominio de la fuerza espiritual y la capacidad de utilizarla en el plano terrenal,  las plantas indican armonía con la naturaleza y los ciclos de la vida, los símbolos de lo infinito nos hablan de la circulación de la energía universal en nuestro cuerpo. El Mago es un ser  completamente realizado capaz de dominar cualquier situación de la vida,  trabaja con los elementos siguiendo el camino del conocimiento Superior.

Como sucede con las vivencias más íntimas,   una definición de diccionario no puede explicar la esencia y el significado de la Magia.  Innumerables textos se han escrito: rituales secretos, símbolos, invocaciones, técnicas, entrenamiento, estructura, etc., otorgándole la connotación de una disciplina compleja y dura, más cerca de la mente que del corazón, pero la Sabiduría del Amor que la nutre nada tiene que ver con los apegos, pensamientos y emociones que experimentamos a diario.

Lo que provoca que muchos que no están dispuestos a seguir semejante disciplina,  y menos a abandonar las cosas del mundo, huyan des-pavoridos y elijan seguir navegando por el sin-sentido del sentido habitual. Hay que sincerarse, no es lo mismo aspirar a ser un mago-maestro o iluminarse en una sola vida que aprender ciertos principios que nos van a ayudar mucho en la vida cotidiana y a despertar a una nueva consciencia.

“¿Qué puede hacer un ser humano en una sola vida para ganarse el cielo o el infierno por toda la eternidad? Una sola encarnación no basta para ofrecernos una clave, y nos deja sólo con la sensación de injusticia”. (Dion Fortune).

Tampoco se trata de negar o ignorar todo el desarrollo que  implica un camino de crecimiento interior-espiritual reduciéndolo a un conjunto de principios y/o técnicas separadas de su esencia, lo que implica una gran limitación al perderse  la vivencia de unidad y la plenitud de ser Uno con la Sabiduría que las inspiró.

En todo caso no es un entretenimiento, aún  sin aspirar a la maestría, la práctica consciente implica al menos silencio interior, un esfuerzo de apertura y de   percepción más sutil y un auto-conocimiento que determinan un nuevo  estado del ser. Todos somos magos en potencia, según nuestra voluntad y desarrollo interior será el grado que alcancemos y para el mago todo lo que hay por donde se mire es magia natural porque emana de la Fuente Primordial.

Podemos empezar por nuestro propio cuerpo: su constitución y funcionamiento en constante perfección de acuerdo a las necesidades evolutivas del ser humano, las maravillas que pueden realizar un cuerpo y una mente bien cuidados, purificados y entrenados  y, a través de la meditación profunda,  las posibilidades infinitas de elevación interior-espiritual.

La vida y las proezas de los Grandes Maestros de Chi-Kung son un ejemplo del desarrollo y dominio de las energías del cuerpo y la mente y su armonización con el espíritu.

Sin pretender ser adivinos o videntes podemos aprender  Tarot y no dejar de asombrarnos como mágicamente las cartas expresan nuestro estado actual, pasado y futuro ya sea en el orden físico-material, mental, emocional o espiritual.

Otro tanto sucede con el uso del péndulo,  invocando a nuestro Ser Interior podemos obtener respuestas concretas a problemas y/o in-certidumbres que se nos presentan en la vida cotidiana o usarlo como herramienta de sanación, pudiendo ser un muy buen consejero práctico y compañero de viaje.

También podemos aprender a masajear para armonizar y/o estimular la energía de los meridianos del cuerpo, por ejemplo el del corazón y comprobar, a veces de manera instantánea, como por arte de magia cambia nuestro estado anímico hasta experimentar alegría y risa espontáneas.

Estando encantados, a partir de una hoja en blanco y un lápiz se puede escribir un libro, componer una partitura o dibujar un fantástico paisaje que con su belleza y profundidad llegan a conmover al alma.

Algo más que puede cambiar nuestra perspectiva demoliendo estructuras es conocer y utilizar las propiedades mágicas, curativas y armonizadoras, de las plantas y las piedras, que nos invitan a acercarnos, aprender, re-conocer y respetar la sabiduría y la perfección de la naturaleza. La lista es in-terminable como puede ser la imaginación de cada uno.

Contemplando y meditando sobre la naturaleza, nuestra propia vida y el universo, podemos llegar a verlas y sentirlas como la Gran Obra de un  Mago Mayor.

5/6/14

Escaleras mecánicas


¿Adónde va la humanidad
sobre escaleras mecánicas
propulsadas por el ansia de un poder
que no puede hacer al hombre feliz?

Pero igual va, sin meditar
que no va a ninguna parte,
a codazos y empujones
con la bomba de neutrones
para defender la paz.

¿Qué paz?

Dame la mano amigo
quiero sentir que vivo,
bajémonos de un salto
para viajar por dentro
para volar en alto
para crecer en serio
para vivir,
para morir,
en paz.


Marilina Ross

23/5/14

El camino del Mago (nunca dejes de explorar)

“El que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores que éstas hará porque yo voy al Padre” (Juan 14:12).


¿Quién no ha deseado alguna vez poseer cierto poder para solucionar mágicamente un conflicto interno-externo que lo enferma y aparenta sobre-pasar las humanas posibilidades? Muchos lo han buscado, algunos lo han creído, otros lo han negado y unos pocos lo han encontrado en su corazón.

La forma de vivir del hombre que crea obstáculos físicos, mentales y emocionales que no permiten el propio fluir ni el de los demás hace que sea necesario  purificar y des-aprender  condicionamientos  para poder acceder finalmente a una vida simple y natural que alguna vez tanto amamos.

El arquetipo y el ejemplo del Mago representan el poder que sub-yace en cada uno de realizar una verdadera transformación interior, de vivenciarse en armonía con la Sabiduría del Todo conociendo la esencia, la energía y la mente de los fenómenos y sus causas, pudiendo así iluminar y resolver cualquier situación de la vida.

Los hechos de los Magos  solo se comprenden cuando se conocen sus fundamentos naturales y la esencia Divina del hombre, algo que una mayoría considera practicas sobre-naturales, pertenecen en realidad al orden de las cualidades y propiedades de los elementos que trascienden el conocimiento y la visión comunes, en todo caso son hechos extra-ordinarios.

Por otra parte el propósito del Mago no es el de adquirir poderes y producir  fenómenos, aunque de todos modos obtiene ciertas facultades como fruto de su trabajo interior, por añadidura, y que llegado el caso le permitirán ayudar a otros.

La Magia bien entendida y los prodigios de los Magos no se producen por generación espontánea ni constituyen dones de sangre, son el fruto del esfuerzo y la auto-disciplina que pueden llevar  toda una vida y a veces  manifestarse plenamente recién en las próximas.

La formación del verdadero Mago es la de un Maestro espiritual, en la antigüedad eran así llamados los sabios para los cuales no había nada concerniente al hombre, la naturaleza y el Universo que les fuera ajeno pues poseían un conocimiento integral de la Vida, así al mismo tiempo podían ser sacerdotes, artistas, médicos y astrólogos.

El poder de creación del hombre despierto, su facultad más elevada y aquello que más lo acerca a lo Divino, se corresponde con la Alta Magia asociada a la Magia del Verbo: “En verdad os digo que si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si decís a este monte: Quítate y échate al mar, así sucederá" (Mateo 21:21).

El gran error de la mente racional de haber separado primero a las ciencias de lo espiritual y luego la especialización y separación en compartimientos de las primeras hoy día los mismos científicos lo han comprobado, aunque por cierto estamos más cerca  aun de la negación que de un re-conocimiento oficial-académico y/o generalizado, así es la evolución humana, lenta y cíclica.

La física cuántica re-descubrió que la materia y la energía no son otra cosa que dos aspectos de una misma realidad, que todo  posee cierto grado de consciencia y no existe nada que pueda llamarse  in-animado. Los Magos-Maestros de la antigüedad ya conocían el mundo sub-atómico sin otro instrumento de precisión más que la sabiduría intuitiva de sus mentes en profunda meditación y unión con la Sabiduría Infinita.

7/5/14

La naturaleza humana y el des-amor II

¿Cuánto pagarías por tener una mirada que se asome dentro de tu soledad? Y ¿Cuánto desearías que por las noches una estrella fuese tuya para poder conversar? ¿Cuánto darías por que al llegar el fin del día no buscar por las esquinas una mirada de ocasión…? (Lito Nebbia).


Sería tan distinto es la propuesta-esperanza de esta poesía hecha canción llamada “Nadie es tan importante como uno cree”. En efecto en este sentido vemos por doquier personajes muy importantes en cuanto a sus conocimientos, obligaciones, trabajos, éxitos, etc., pero muchas veces comprobamos en ellos un importante vacío interior de amor para vivenciar y dar.

¿Es la ignorancia la causa del des-amor? El no saber en lo que se refiere a cultura-educación-información tal cual se entiende hoy día es en un sentido una limitación, pero no significa des-amor, se puede muy bien amar la naturaleza, la Tierra y el Cielo y a toda la Humanidad en un saber que trasciende el ego y lo contingente del mundo. Por otro lado se puede ser un gran erudito y expresar brillantes discursos sin transmitir nada que favorezca el amor, la calidez, la paz y el entendimiento entre los hombres.

Una frase hecha dice que para conocer algo hay que aprender a amarlo y también es válido que para amar algo hay que aprender a conocerlo primero. Y así si no nos conocemos a nosotros mismos no conocemos ni entendemos a los demás ni podemos amarnos ni amar a los demás, y es una forma primordial de ignorancia.

Así como la des-nutrición infantil en los dos primeros años de vida produce consecuencias irreversibles en la evolución del niño, el des-amor también produce graves consecuencias que si bien no podemos decir siempre irreversibles, es una  pesada carga muy difícil de soportar y que influye en todos los aspectos de la vida y en todos los planos del desarrollo interior del ser, afectando la salud física, mental-emocional y espiritual.

La falta de amor origina emociones y pensamientos negativos donde prevalece el miedo, miedo a crecer, a ser, a darse, a no poder expresarse y comunicar los sentimientos, pensamientos y anhelos más íntimos por temor a ser rechazado, miedo a confiar y a creer en uno mismo y en los demás, a no ser re-conocido ni valorado para finalmente sentirse separado y con una infinita tristeza en el corazón.

Ante semejante sentimiento de ser in-comprendido, no amado y aislado suelen prevalecer dos actitudes, o una combinación de ambas, frente al miedo de seguir siendo atacado: o retirarse, abstraerse del mundo por ejemplo a través de las drogas (a-dicción = no poder comunicarse), o una actitud agresiva de odio, in-diferencia, in-tolerancia, re-sentimiento y finalmente de violencia verbal, física y/o psicológica.

El miedo a vivir unido al sin-sentido y el sufrimiento de un corazón cerrado incluyen, por el mismo precio, la posibilidad del suicidio en cualquiera de sus formas, por ejemplo desarrollar una grave enfermedad. Algo para tener en cuenta seria preguntarse alguna vez: ¿Qué decir o hacer ante un potencial suicida? ¿Cuál es el primer auxilio sino el amor?

No hay recetas mágicas ni caminos infalibles, como decía un gran ser en un seminario de Sanación Crística: “Aquí no hay ningún Iluminado, todos estamos para conocernos, aprender, soltarnos y crecer, sino no estaríamos en este plano físico”. Pero hay numerosas pautas-enseñanzas vivenciadas, desarrolladas y comprobadas desde hace milenios. No se puede terminar con el sufrimiento, y el des-amor, si no se conocen sus verdaderas causas profundas (Segunda Noble Verdad del Budismo).

A pesar de las aparentes diferencias la naturaleza humana es Una y todo lo que experimenta el hombre tiene raíces inter-dependientes. Muchas de las limitaciones o carencias que vemos en los demás que tanto nos lastiman, como la in-comprensión o no sentir y/o dar amor, son también las nuestras. “Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra”.

La actitud  sabia, saludable y re-generadora es dejar de culpar al mundo y ver qué es aquello que sale de nosotros, hacerse cargo de las propias carencias para transformarlas en conocimiento, todo empieza por uno mismo con el tan nombrado pero nunca verdaderamente valorado ni comprendido auto-conocimiento.

No estamos solos en este viaje: "El Reino de los Cielos esta dentro nuestro". Además de los grandes seres humanos que nos brindan su amor, su compasión, su sabiduría  y su ejemplo de vida que deberíamos seguir, podemos conectar con nuestro Ser Superior y una multitud de seres espirituales, como los Ángeles y Arcángeles, todos dispuestos siempre a ayudarnos,  solo esperan de nosotros que abramos nuestra mente-corazón para recibirlos,  el primer paso es nuestro.

29/4/14

La naturaleza humana y el des-amor

“Cada momento y en todo lugar hay alguien que sufre y gime por querer sentir sobre su piel lo que nunca ha tenido, lo que siempre ha esperado… y es amor” (Lalo de los Santos).


La naturaleza es como una bendición, nos brinda  su riqueza y magnificencia, sus hermosos paisajes y abundantes materias primas para la alimentación, pero la naturaleza-riqueza humana no suele aparecer compartiendo esa bendición.

Sobre la des-nutrición infantil y sus consecuencias: “La formación del sistema nervioso central está determinada en los primeros dos años de vida.

Si durante este lapso el niño no recibe la alimentación y estimulación necesarias, se detendrá el crecimiento cerebral y el mismo no se desarrollará normalmente, afectando su coeficiente intelectual y capacidad de aprendizaje; corriendo el riesgo de convertirse en un débil mental.

Este daño afecta a toda la sociedad ya que la principal riqueza de un país reside en su capital humano, y si éste está dañado, ese país no tiene futuro”.

(Dr. Abel Albino, presidente de la Fundación Conin Argentina).

Otro tema que va de la mano del anterior que a nadie parece interesar, o se prefiere ignorar, es qué efectos produce en la niñez y en el futuro desarrollo integral del ser humano el des-amor. Sin embargo si en verdad consideramos a los valores humanos como la principal riqueza de un país, y de toda la Humanidad, no podríamos dejar de considerar la importancia del amor como nutriente esencial.

En la pretensión del hombre de ignorar  estos temas subyace la negación de los demás en la imposibilidad de considerar las consecuencias des-medidas de los propios actos,    una indiferencia que como el karma siempre lo va a perseguir.  En el imaginario colectivo-estúpido se supone que los chicos son concebidos y formados, o deben serlo, en un ambiente familiar de amor y calidez, cuando en la realidad esto no es así, y no hablamos de casos excepcionales.


No hay estadísticas, o al menos no se dan a conocer o no conviene, no hay prensa, sobre el des-amor en un mundo orientado hacia el éxito material y el logro de los mandatos sociales-familiares considerados como modelos y fines en sí mismos  que determinan el sentido de la vida.

No se puede tratar seriamente en el seno de la sociedad el tema sobre la falta de amor  en la niñez, y luego también, y sus consecuencias si cada uno no  empieza a tomar consciencia de su importancia, de cómo y para qué vivimos y qué significa en toda su dimensión ser humano (¿a imagen y semejanza del Creador?). No hace falta más que ver nuestro interior más profundo y observar alrededor la vida cotidiana para comprobar cuanto amor falta.


En una reciente conferencia en el Museo del Mar, preguntaba Tom Ping consultor y asesor cultural español al público: “¿Los artistas, creadores, quienes protegen u organizan la cultura en Mar del Plata, aportan y expresan algo contra la barbarie desatada ante sus ojos?”.


Y luego refiere: “Desde la antigüedad hasta Picasso y los contemporáneos, los artistas realizaron sus mayores obras desde el pensamiento, la sensibilidad y la inclusión del dolor ajeno, la injusticia y la ética, entre otros”.

La violencia en todos sus aspectos, psicológica, verbal, física, familiar, de género, en las escuelas, en la calle, etc., es un hecho cotidiano  considerado sin más como un fenómeno social característico de nuestro tiempo. Como en un callejón sin salida se toman medidas contingentes pero nadie parece advertir y/o re-conocer las causas profundas: la falta y/o in-diferencia por los valores humanos básicos.

Todos los des-equilibrios humanos que generan conflictos y daños para sí mismo y los demás hunden sus raíces en el des-amor. Sin esta comprensión es imposible siquiera tratar de re-vertir la situación así sea a largo plazo. La des-unión, la des-consideración y falta de respeto por la vida y el sufrimiento de los demás que llevan al des-equilibrio y la des-integración social son consecuencias del des-amor.

Puede parecer obvio, de sentido común, preguntarse ¿Por qué nos pasan estas cosas? Sin embargo en lugar de profundizar en las causas se elige el camino más fácil de atender, tapando con parches, solo los síntomas. Una forma mas de hacer cambios externos para que nada cambie en el ser interior.

Los valores humanos no se pueden imponer por recetas médicas, discursos, decretos ni predicación, de nada sirvieron los Mandamientos, surgen desde el des-envolvimiento interior creando un nuevo y más elevado estado de consciencia y si en verdad se pretende in-culcarlos se debe empezar por dar el ejemplo.


No se trata de una cuestión emocional o de creencias religiosas o filosóficas, no es una teoría, la fuerza del Amor del cual se desprenden la compasión, el respeto, la ecuanimidad, la integridad, la cohesión, el orden y la armonía, etc., es nada más y nada menos que la Sabiduría motor del Universo.