6/8/14

Más allá del horizonte (hay otros cielos) II



“A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas”. (Marcel Proust)


Como las tinieblas que velan la Estrella del amanecer, hay muchas maravillas que ignoramos,  pasamos por el mundo ilusionados por los deseos y las apariencias sin detenernos a considerar los aspectos valiosos y más sutiles  de la Vida. Empezar a contemplar qué hay más allá de los límites de nuestro horizonte es ampliar la consciencia  abriendo una puerta (iniciación) a otras realidades.

Aunque lo neguemos o ignoremos, todo en la Vida Una está íntimamente relacionado y por lo tanto también lo estamos con los   seres  sutiles que   forman parte de la Creación y con los cuales existe una reciprocidad  cierta con nuestra realidad humana. 

El eco resultante de nuestras acciones jamás se pierde, su alcance es im-pensable para el hombre común, motoriza las fuerzas sutiles del bien o las tenebrosas que estando en sintonía se nutren de esas energías  y las potencian. En cualquier caso todo  vuelve y se hace carne en nosotros, ya sea para iluminar nuestro camino, y el mundo, o para oscurecerlo.

La ignorancia del ego es la de aquellos que: “Aunque buscan felicidad destruyen sus propias causas de felicidad como si de un enemigo se tratara; y a pesar que buscan evitar el sufrimiento cuidan las causas de éste como cuidarían a un amigo” (Shantideva).

El ego, el yo, la personalidad, la in-dividualidad… ¿Quién es quién, quién tiene el control? En el teatro de cada vida hay un actor principal (único, verdadero) y uno o varios personajes secundarios. Buscando la mejor interpretación a menudo quedamos enredados  y perdemos de vista la realidad que el guión original pretende expresar. Para quienes temen perderlo, tras-cender el ego no significa suprimirlo sino ascender o elevarse por sobre él  y poder ver e ir más allá. Trans-formarlo es la  alquímia interior mediante la cual  es purificado y luego elevado a un nivel superior.

Hay algo que nos distingue sin por eso separarnos de los demás y nos acompaña vida tras vida. Los seres más elevados que trascienden y/o transforman sus egos mantienen sus rasgos in-dividuales, podemos verlo en la conducta siempre amorosa del Buda y en las actitudes rebeldes de Cristo frente a los sacerdotes, los viejos patrones establecidos y a los fariseos.

Es auspicioso tener consciencia de los demás, pero si uno mismo no está alineado con el ser superior se corre el riesgo de ser dependiente o controlado por los otros. Decir que somos bondadosos con alguien que no nos agrada solo para ser coherentes con nuestros preceptos religiosos o sociales-culturales es una forma de hipocresía y/o una  trampa del ego, no es una conducta auténtica ni se ajusta a la verdad del Principio de Correspondencia.

Quien alcanza la iluminación, luchando contra los vientos más fuertes y las mareas más poderosas, nunca será para salvarse a sí mismo sino por el más elevado amor y para beneficio de toda la humanidad, seguramente por eso hay tan pocos seres iluminados.

El buscador sabe que cualquier cosa que le pase, aunque  pierda el rumbo y esté a la deriva, todo espera un sentido, y  si  permanece verdadero, tiene confianza en las fuerzas benéficas y continúa su esfuerzo, la Providencia siempre le da más que lo que busca y  el estado de Gracia volverá como antes…

…“Y podrás volver a lo profundo de las nubes,
y de nuevo sonreír a muchos otros rostros,
y dar a tú alrededor un poco de ternura,
cuando otro quiera ocultarte su tristeza”. (1)

Desde la más antigua tradición espiritual existe una Teología  que como Ciencia Sagrada se desarrolló  junto con la Antropología y la Cosmología  de orden espiritual. En muchas culturas antiguas, sino en todas, encontramos con diferentes nombres ángeles y otros seres sutiles que forman parte de la cultura cotidiana y colaboran con el hombre y lo ayudan  a crecer en forma integral.

Hay niveles ascendentes de consciencia-sabiduría espiritual hacia afuera del hombre, pero   también existen niveles o grados sutiles de sabiduría hacia el interior del mismo. Unos 7000 años a.C. Hermes enseñaba en Egipto que el Cielo está arriba pero también está abajo dentro de cada ser, a nivel celular también tenemos mensajes y mensajeros. Cristo lo re-afirmó como para que no queden dudas al decir que busquemos el Reino de los Cielos  en y a través de nuestro interior.

En los diversos planos espirituales o Cielos  los seres  más cercanos al hombre, mensajeros y mediadores entre la Divinidad y el hombre son los Angeles, una función que cumplirían las religiones en la Tierra. El término Jerarquías alude a los distintos grados de elevación de los seres que se corresponden con los planos según el Principio de Vibración.

“En Persia hacia el año 1200 a.C, el zoroastrismo asumía la existencia de dos fuerzas distintas: Ahura Mazda, creador de la vida y bienaventuranza seguido por los  espíritus benéficos o ángeles y el demonio representado por Angra Mainyu, secundado por los ángeles caídos. Esta teología ejerció notable influencia en el judaísmo durante el tiempo que el pueblo de Israel estuvo cautivo en Babilonia,  en el cristianismo elementos como los ángeles, el fin del mundo, el juicio universal, la resurrección, el cielo y el infierno son el legado de Zoroastro”. (2)

“El sufismo tiene una visión muy clara y específica de los ángeles y su papel en la vida de los seres humanos, consideran que  el hombre nunca podrá lograr la Perfección sin la ayuda del poder angélico. Los ángeles han sido parte de las creencias del islam desde el comienzo, cuando el arcángel  Gibril (Gabriel) le entregó al profeta Mahoma el Corán, el libro sagrado del islam”. (2)

“El libro “Angels Unveiled: A Sufí Perspective” del maestro  Shaykh Muhammad Hisham Kabbani, explica la visión de los ángeles en el sufismo:

"Los ángeles son la esperanza de la humanidad.
Son el recurso de luz y la energía de la creación.
Son los faros para cada persona que busca,
el oasis en cada desierto,
las olas en cada océano,
la primavera en cada río,
el cristal en cada diamante.
Son el rocío del cielo en cada hoja.
Son la vida en cada gota de sangre en los seres animados,
el movimiento detrás de cada célula viva.
Son la fuerza que mueve las constelaciones y las galaxias.
Son las estrellas, los soles y las lunas en cada firmamento.
Los universos que nadan en sus órbitas.
Son súper poderes conocidos por todas las tradiciones, creencias y filosofías."(2)

La Cosmología Sagrada que muy poco tiene que ver con la astronomía académica-racional y la astrología actuales, considera que las estrellas (como la que siguieron los tres Reyes-Magos) son ángeles hechos visibles, y los planetas son seres vivos que poseen un espíritu,   unos y otros nos afectan.

Los  elementos no son cosas, son principios que pueden ser vivificados y elevados, como el agua al ser bendecida, y los llamados elementales son los seres que en ellos se manifiestan. Como sucede con todas las relaciones  no todos los elementales son benéficos para el hombre, algunos simplemente se alejan porque le temen debido a su soberbia y destructividad.  

Para quienes aman la naturaleza conocer la vida de los seres sutiles que la habitan es un saber que siempre enriquece y promueve una relación profunda de respeto y unidad con ella. Nos permite comprender la función de estos seres, colaborar con ellos y  hasta solicitar su asistencia.

“En el Corán se ha incluido uno de los pocos textos escritos por los propios genios, máximos exponentes del elemento fuego, es el Sura LXXII, verdadera declaración de fe de estas criaturas a Dios y perfecta oración para recibir del Todopoderoso su Clemencia. Fue el mismo Mahoma quien convirtió a Dios toda una tropa de genios, en ocasión de abandonar la ciudad de Taief.”(3)

El conocido mito sobre Magos  que provocan la lluvia, o la detienen, deja de ser mito para ser realidad cuando se conoce la existencia  de los seres sutiles de las nubes y la posibilidad cierta de comunicarse con ellos.

Los árboles que caminan, hablan y ayudan a los hombres no son solo el producto de la  imaginación del autor de “El Señor de los Anillos”, existen en lo profundo de algunos bosques árboles que fueron dotados de sabiduría y que poseen la capacidad de trasladarse y comunicarse con el hombre. (4)

Si lo Absoluto no puede estar contenido en ninguna parte, nadie puede afirmar que los planos de existencia que consideran las religiones (ninguna es completa) sean la Verdad Ultima y que arriba de ellos no existan otros Cielos, así como otros universos, in-concebibles para el hombre actual, tal es la posibilidad in-cognoscible de la Infinitud,  la Realidad  supera cualquier interpretación, creación o imaginación humanas.

La Perfección  no es in-móvil, es dinámica, no es una meta es un camino hacia la Redención. En lo profundo del alma sabemos  que lo imposible es posible: nacemos para buscar y ser  la Perfección como Consciencia Universal que ya está en todo lo que hay,  en las semillas en nosotros, en la naturaleza y el cosmos,  en forma visible o in-visible, todos los Cielos esperan que abramos nuestro corazón para vivenciarla.


(1) Fragmento de “La Amistad”, Franςoise Hardy.
(2) http://angelesymilagros.about.com/.
(3) Mons. Claudio Páleka en su maravillosa Obra: “Manual de criaturas visibles e in-visibles de la Creación”, Tomo I.
(4) Son los llamados ents; Mons. Páleka menciona encuentros personales con estos árboles en nuestro país.