“La Sabiduría se ha
construido su casa plantada sobre siete columnas” (Proverbios 9,1)
Desde la perspectiva del buscador espiritual la vida presenta una complejidad des-conocida para el hombre común y el científico convencional. Una comprensión que requiere una verdadera y profunda apertura, un esfuerzo adicional y una responsabilidad mayor hacia sí mismo y los demás.
Por otro lado acceder a este saber y vivenciarlo lleva a un re-conocimiento y aceptación de
nuestro crecimiento actual. Un sinceramiento in-dispensable primero para
conocerse a sí mismo, des-neurotizarse y salir de las ilusiones para vivir en
paz y armonía tal como somos, y luego para contemplar y acceder a otras posibilidades ciertas de elevación.
La Ciencia Espiritual contempla Siete Estados de
Consciencia en el hombre expresados en Siete Planos de Manifestación a su vez
vitalizados por los Siete Chacras o centros de energía. Cada estado-plano con
sus propias características determina cómo, por qué y desde dónde se vincula el
hombre consigo mismo y con el mundo, cuáles son sus verdaderos anhelos, necesidades y posibilidades presentes.
De esta manera se puede decir que la visión espiritual
es siete veces mayor o más amplia que la visión ordinaria de la vida, limitada a
un único plano considerado un estado in-mutable.
Desde la Numerología Tántrica la energía del número
siete, como Regalo Divino, es en el hombre
plataforma de elevación para
elevar la propia consciencia y con la influencia de su aura ayudar a elevar a
los demás. La presencia característica
de los grandes seres y maestros, aun sin hablar, está dada por la proyección de
su aura que puede tener una extensión infinita y como energía emana propiedades benéficas, curativas y de protección.
Si consideramos que la Divinidad opera a través del
siete y sus infinitas relaciones-aplicaciones, la trinidad de 777 representa el Estado de Perfección,
que el ser humano ya posee en potencia y si quiere puede des-envolver.
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