La cuarta Noble Verdad es la verdad del camino. El
camino no existe realmente a menos que tú decidas recorrerlo. Depende de ti:
hay directrices, pero en un sentido es tu responsabilidad.
La naturaleza del camino se parece más a una expedición o
exploración que a seguir una carretera ya construida. Cuando se oye decir
que se debería seguir el camino, algunos
pueden pensar que existe un sistema hecho y que no se requieren expresiones
individuales.
Pueden pensar que, en realidad, uno no tiene que
entregarse, ni dar, ni abrir. Pero cuando realmente empiezas a pisar el camino,
comprendes que tienes que limpiar a fondo la jungla, todos los árboles, malezas
y obstáculos que crecen delante de ti. Tienes que evitar tigres, elefantes y
serpientes venenosas.
(Chögyam Trungpa en “La verdad del Sufrimiento”)
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