18/1/14

El camino indudable

"El camino no existe realmente, a menos que estés dispuesto a recorrerlo". Chögyam Trungpa

La frase nunca se va tan lejos como cuando no se  sabe adónde se va, encierra la verdad que a  veces algo que  empieza con una idea-inspiración, el escritor con un tema, el músico con unos acordes, el viajero con un destino in-cierto, etc.,  luego su desarrollo puede llevar ese impulso  a vivencias de alturas in-sospechadas ni esperadas. Pero para que esto se dé tiene que haber primero un trabajo interior, la inspiración siempre surge desde los planos superiores.

En el camino espiritual sucede algo parecido, llegados a cierto punto del re-corrido ya no hay un deseo de lograr algo en particular, se diluyen el objetivo y finalmente el mismo camino, y como consecuencia se puede acceder a un estado más elevado.

Alguien dijo que las opiniones son como el ombligo, no sirven para nada. De la opinión se dice que es un  concepto, juicio o parecer, pero también significa fama y reputación que aluden al orgullo del ego, por eso es tan importante, como una necesidad imperiosa, para todo el mundo expresar su opinión. Y siempre tenemos una buena opinión de quienes no nos contradicen. Actuar una respuesta o dar una opinión de conveniencia es una forma de hipocresía como mecanismo propio del lenguaje, la lógica y la razón que todos usamos para relacionarnos.

La duda alude a un cuestionamiento u objeción pero también significa fluctuación y oscilación que en la práctica representa estar yendo permanentemente de un lado hacia otro con el pensamiento y/o la acción. En algunos caminos la duda suele tomarse como falta de fe, confusión y/o influencia maléfica. Desde el budismo la opinión y la duda son consideradas en principio parte de las seis emociones raíz.

Por otra parte, la duda  que impulsa la investigación y la práctica como comprobación no significa negación ni falta de fe, es un ingrediente indispensable para desarrollar el discernimiento y la sabiduría en un camino espiritual y en cualquier actividad. De otra manera todo consistiría en la pasividad de una obediencia y una fe ciegas. Tal es la clase de duda que incita a la búsqueda del conocimiento que propiciaba Buda y que también implica el des-aprender-soltar: en la medida que seamos más conscientes, más deficiencias encontraremos en nosotros mismos.

En el mundo relativo, dual, en que vivimos pretender opiniones, definiciones y/o juicios absolutos, lo mismo que asumir una posición cerrada o unilateral, implica una gran limitación al dejar afuera o negar otras  posibilidades ciertas. Y si hablamos de caminos, la dualidad teísmo y no-teísmo es una de las  más significativas y  conflictivas. Una actitud más contemplativa y relajada, y menos neurótica, es el silencio que supone aceptar y aprender a convivir con algunas in-certidumbres.

Tal como dice la sabiduría popular  las comparaciones nunca son buenas,  producen odio, envidia, separación y sufrimiento. Cada camino  tiene un sentido específico y es creado a partir de una cierta necesidad evolutiva, no son iguales ni dicen lo mismo aunque a veces coincidan, cada uno suma y aporta su propia perspectiva tendiendo siempre a un nivel más amplio y elevado de consciencia, a la perfección del hombre, en este sentido se puede decir que son complementarios.

Hay una dirección que está más allá de cualquier diferencia. Desde la perspectiva de unidad y fraternidad no resulta tan extraño ni insólito contemplar que las entidades-almas de Grandes Seres espirituales como Khrisna, Zoroastro y Buda hayan convergido y colaborado activamente en la Obra que Cristo realizó en la Tierra, hechos registrados en la bitácora del Cielo.

Un camino in-dudable apunta a la  perfección como la sabiduría de la pureza y sencillez de alma-mente-corazón, de vivir de forma natural y espontánea en armonía y unidad con los demás, el mundo y el Universo, sin expectativas, fijaciones, obsesiones ni interpretaciones, viendo y vivenciando las cosas tal cual son, lo que en definitiva re-presentaría  un no-camino, es decir ser uno mismo el camino. Cuando la Sabiduría se presenta, des-aparecen las dudas y las opiniones.


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